?Qu¨¦ significa que haya poliovirus en Gaza?
Si no se toman medidas de inmediato es solo cuesti¨®n de tiempo que la enfermedad llegue a los miles de ni?os que han quedado desprotegidos. Corren riesgo sobre todo los menores de dos a?os, porque muchos de ellos no han sido vacunados en los nueve meses de guerra
La semana pasada, se detectaron poliovirus en muestras de aguas residuales en Gaza, una situaci¨®n alarmante pero poco sorprendente, dado el desmantelamiento de los sistemas de salud del territorio tras nueve implacables meses de guerra. En Gaza han muerto m¨¢s de 38.000 personas, 89.000 han resultado heridas y siguen desaparecidas m¨¢s de 10.000. La mayor¨ªa de los hospitales ya no funcionan. Las enfermedades diarreicas, las infecciones respiratorias y la hepatitis A, entre otras enfermedades, ya campan a sus anchas en Gaza. Casi todas las personas en ese territorio se enfrentan a la inseguridad alimentaria aguda y a una catastr¨®fica falta de alimentos y la malnutrici¨®n se ceba con miles de ni?os, con lo que son a¨²n m¨¢s vulnerables a la enfermedad.
Unos 2,3 millones de personas viven en los 365 kil¨®metros cuadrados de la Franja de Gaza, que se concentran a¨²n m¨¢s debido al acceso limitado a agua limpia y apta para el consumo y el deterioro de las condiciones de saneamiento. Desde principios de mayo, casi un mill¨®n de gazat¨ªes han sido trasladados de Rafah a Jan Yunis y a Deir El-Balah, donde se detectaron las muestras de poliovirus.
Aunque a¨²n no se han registrado casos de poliomielitis, si no se toman medidas de inmediato es solo cuesti¨®n de tiempo que los poliovirus lleguen a los miles de ni?os que han quedado desprotegidos. Los menores de cinco a?os corren riesgo, y sobre todo los menores de dos a?os porque muchos de ellos no han sido vacunados en los nueve meses de conflicto.
Por ello la Organizaci¨®n Mundial de la Salud env¨ªa m¨¢s de un mill¨®n de vacunas antipoliomiel¨ªticas a Gaza, que se administrar¨¢n en las pr¨®ximas semanas para evitar que la enfermedad se ensa?e con los ni?os. Ahora bien, sin un alto el fuego inmediato y una en¨¦rgica aceleraci¨®n de la ayuda humanitaria, as¨ª como una campa?a de vacunaci¨®n centrada espec¨ªficamente en los ni?os de corta edad, seguir¨¢ habiendo muertes por enfermedades prevenibles y heridas que pueden tratarse.
Las enfermedades diarreicas, las infecciones respiratorias y la hepatitis A, entre otras enfermedades, ya campan a sus anchas en Gaza
Hemos constatado repetidamente que la poliomielitis medra en lugares afectados por conflictos e inestabilidad. En 2017, en una Siria devastada por la guerra, un brote de variantes de poliovirus ¨Cuna mutaci¨®n de virus salvajes que puede propagarse en poblaciones insuficientemente inmunizadas¨C dej¨® paralizados a 74 ni?os. Ahora mismo en Somalia, una guerra civil que ya dura una d¨¦cada ha provocado la m¨¢s larga cadena ininterrumpida de transmisi¨®n de variantes de poliovirus en todo el mundo, en circulaci¨®n desde 2017. En el Afganist¨¢n y el Pakist¨¢n, los dos ¨²ltimos pa¨ªses en que los poliovirus salvajes a¨²n dejan a ni?os paralizados, las crisis humanitarias y la inseguridad persistente han impedido doblegar el virus de una vez por todas.
Ahora, los ni?os atrapados en Gaza viven esta misma amenaza sin un lugar al que acudir. Antes del conflicto la cobertura vacunal era del 99%. Ahora esa la tasa ha descendido al 86%, una cifra peligrosa que deja bolsas de ni?os sin vacunar por las que el virus puede circular. Un sistema de salud diezmado, la falta de seguridad, la destrucci¨®n de las infraestructuras, el desplazamiento masivo de la poblaci¨®n y la escasez de suministros m¨¦dicos han impedido que los ni?os reciban muchas de las vacunas vitales.
Solo 16 de los 36 hospitales de Gaza funcionan ¡ªcon servicios reducidos¡ª y menos de la mitad de los establecimientos de atenci¨®n primaria siguen en marcha. Al mismo tiempo, el 70% de todas las bombas de aguas residuales de Gaza han quedado destruidas y no funciona ni una sola de las plantas de tratamiento de aguas residuales, lo que constituye el caldo de cultivo perfecto para la propagaci¨®n de enfermedades.
En este dif¨ªcil contexto, los trabajadores de la salud arriesgan su vida para atender a la poblaci¨®n: desde operar sin electricidad a analizar muestras de aguas residuales para detectar enfermedades mortales. Que se hayan detectado poliovirus en Gaza antes de declararse un brote de poliomielitis paral¨ªtica a gran escala es testimonio de estos incre¨ªbles esfuerzos, dado que el sistema de vigilancia de enfermedades ha quedado dr¨¢sticamente reducido por la inseguridad.
No funciona ni una sola de las plantas de tratamiento de aguas residuales, lo que constituye el caldo de cultivo perfecto para la propagaci¨®n de enfermedades
Durante m¨¢s de tres d¨¦cadas, la Iniciativa de Erradicaci¨®n Mundial de la Poliomielitis (IEMP) ¨Cintegrada por Rotary International, los Centros para el Control y la Prevenci¨®n de Enfermedades de los Estados Unidos, la OMS, el UNICEF, Gavi, la Alianza para las Vacunas, y la Fundaci¨®n Bill y Melinda Gates¨C ha prestado apoyo a las autoridades de salud de todo el mundo para establecer y mantener sistemas de vigilancia de enfermedades capaces de detectar los virus, adem¨¢s de otras amenazas de salud que puedan surgir, en cualesquiera circunstancias.
En Siria, esos sistemas contribuyeron a detectar y frenar el brote de variantes de poliovirus de 2017, tras un pu?ado de campa?as de vacunaci¨®n casa por casa. El a?o pasado, las actividades de vigilancia en Ucrania revelaron un brote de variantes de poliovirus a causa de la guerra en curso. Dos ni?os quedaron paralizados, antes de que una r¨¢pida respuesta de vacunaci¨®n detuviera el virus.
En una situaci¨®n de dificultades y peligro extremos, la comunidad internacional tiene la responsabilidad de no dejar a nadie atr¨¢s y dar prioridad a la salud y el bienestar. No es algo inaudito: desde la guerra civil de El Salvador en los a?os ochenta hasta el conflicto en la regi¨®n sudanesa de Darfur a principio de los a?os 2000, se han negociado periodos de alto el fuego llamados ?D¨ªas de Tranquilidad? para interrumpir las guerras y velar por que las vacunas vitales lleguen a las comunidades atrapadas en zonas inaccesibles afectadas por conflictos.
Hoy, la detecci¨®n de poliovirus en Gaza es otro recordatorio aleccionador de la dif¨ªcil situaci¨®n a la que se enfrenta la poblaci¨®n. La continuaci¨®n del conflicto no solo incrementar¨¢ el n¨²mero de v¨ªctimas mortales en el territorio, tambi¨¦n obstaculizar¨¢ los esfuerzos por detectar y responder a amenazas prevenibles para la salud, como la poliomielitis. Aunque se han puesto en marcha actividades inmediatas para llegar a todos los ni?os con la vacuna antipoliomiel¨ªtica, en ¨²ltima instancia un alto el fuego y la entrada sin trabas de la ayuda son las ¨²nicas formas definitivas de proteger a la poblaci¨®n y prevenir un brote fulminante. El mundo mira. La gran pregunta es: ?Cu¨¢ndo har¨¢ algo?
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