El ¡®zimdancehall¡¯, la m¨²sica que ha reavivado una de las barriadas m¨¢s desfavorecidas de Zimbabue
El ¨¦xito del g¨¦nero ha creado a su vez grandes divisiones: algunos de los artistas han comenzado a actuar en m¨ªtines del partido en el Gobierno, al frente del pa¨ªs desde hace 40 a?os
Estudios enmohecidos e improvisados en trasteros de las casas de Mbare, una de las barriadas m¨¢s pobres y pobladas de Harare, la capital de Zimbabue, han sido los testigos del nacimiento del zimdancehall. Este g¨¦nero musical, influenciado por el dancehall jamaicano y el reggae, se ha convertido en apenas dos d¨¦cadas en el tipo de m¨²sica contempor¨¢nea m¨¢s popular del pa¨ªs, un estilo que engancha a seguidores, en su mayor¨ªa j¨®venes, dentro de Zimbabue y entre la di¨¢spora en Europa y Norteam¨¦rica, asegura Charles Nota, un experto musical zimbabuense. ¡°En Mbare surgieron de la noche a la ma?ana m¨²sicos y productores que se convirtieron en celebridades instant¨¢neas y adquirieron algo de riqueza, pero que nunca abandonaron su barrio. Como ellos mismos suelen decir: ¡®nos quedamos con el pueblo¡¯, explica el experto.
Mbare, situada al sureste de la capital, es una de las barriadas peor mantenidas de Harare. ¡°Faltan cosas esenciales como las aceras o el agua del grifo¡±, se?ala Tatenda Maponga, antiguo concejal del suburbio en el que se calcula que viven unas 800.000 personas. Sin embargo, el estigma que pesaba sobre el barrio ha sido parcialmente borrado tras la aparici¨®n del zimdancehall, que arrasa en bodas, clubes nocturnos, escuelas e incluso en actos corporativos. Hoy, Mbare ¡°se ha ganado algo de respeto como el lugar de origen de los ritmos dancehall¡±, explica Maponga, aunque la discusi¨®n sobre qui¨¦n cre¨® este estilo musical es un debate que contin¨²a abierto en el pa¨ªs.
Para los m¨²sicos de Mbare, el zimdancehall puede constituir una v¨ªa de escape de la pobreza. ¡°He vivido en Mbare toda mi vida. Fui el primero en comprarme un coche y en actuar en televisi¨®n, todo gracias al zimdancehall¡±, cuenta Dr Riddim, uno de los artistas famosos de la barriada.
Es toda una econom¨ªa sumergida que ha irrumpido con fuerza. Todos sin formaci¨®n musical formal, pero con pasi¨®n y talento para cantar en cualquier sitioNjabulo Guta, secretario del Foro de M¨²sicos de Mbare
Njabulo Guta, secretario del Foro de M¨²sicos de Mbare, una red informal, calcula que hay unos 2.100 m¨²sicos informales que producen m¨²sica zimdancehall en los trasteros de las viviendas con micr¨®fonos rescatados de casas de empe?o, y ordenadores, mesas de mezclas y teclados de segunda mano. ¡°Es toda una econom¨ªa sumergida que ha irrumpido con fuerza. Son cantantes, compositores, core¨®grafos, bailarines, vide¨®grafos, pinchadiscos, productores, o promotores. Todos sin formaci¨®n musical formal, pero con pasi¨®n y talento para cantar en cualquier sitio, desde apartamentos infestados de ratas hasta en homenajes a madres solteras¡±, se?ala.
De media, una canci¨®n modesta permite ganar al m¨²sico de zimdancehall 12.850 euros al a?o en actuaciones en directo por toda la ciudad y el pa¨ªs, alega el productor y excompositor Senior Musareketa. Un tema de gran ¨¦xito, calcula, puede llegar a reportar 34.000 euros al a?o a un artista muy popular. ¡°El zimdancehall ha cambiado la vida de los m¨²sicos, sus familias y en general, del municipio de Mbare¡±, dice, mientras reproduce un tema de m¨²sica animada en un m¨®vil Samsung.
?M¨²sica al servicio del Gobierno?
Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os el zimdancehall se ha visto manchado por las denuncias que vinculan a algunos de su cantantes y productores m¨¢s populares con miembros del Gobierno del pa¨ªs, presidido por Emmerson Mnangagwa, que fue reelegido en 2023 en unos comicios celebrados en un ¡°clima de miedo y ¡°llenos de irregularidades¡±, seg¨²n denunciaron las misiones internacionales de observaci¨®n electoral. De acuerdo con estas acusaciones, el Ejecutivo de Zimbabue ha empezado a captar influyentes estrellas del g¨¦nero para que canten en sus m¨ªtines. ¡°Los productores y m¨²sicos que ahora rapean para el Gobierno trabajan por una recompensa. Antes me gustaba su m¨²sica, pero ahora los veo como bailarinas del vientre de un r¨¦gimen sucio. Me niego a asistir a sus espect¨¢culos y a comprar sus canciones¡±, afirma Jarden Mhaka, estudiante universitario de 22 a?os, residente en Mbare y fan¨¢tico del g¨¦nero musical.
Uno de los casos m¨¢s medi¨¢ticos ha sido el de Arnold Kamudyariwa, conocido como DJ Fantan, uno de los mejores productores de zimdancehall, detenido en enero de 2021 y condenado a seis meses de c¨¢rcel por desafiar las normas de la covid y montar una abarrotada sesi¨®n de improvisaci¨®n con m¨²sicos callejeros. El joven deber¨ªa haber cumplido su condena en una de las c¨¢rceles de Zimbabue, pero fue puesto r¨¢pidamente en libertad tras pagar una peque?a multa. Tan solo un mes despu¨¦s, en febrero, pos¨® junto a los hijos gemelos del presidente de Mnangagwa en el palacio presidencial, seg¨²n informaron los medios locales. Desde entonces, ha actuado en algunos m¨ªtines del partido gobernante, La Uni¨®n Nacional Africana de Zimbabue¨CFrente Patri¨®tico (ZANU-PF, por sus siglas en ingl¨¦s), que gobierna Zimbabue desde hace 40 a?os. En febrero de este a?o, Wicknell Chivhayo, conocido por financiar al partido gobernante, le dio las gracias p¨²blicamente a trav¨¦s de Facebook por ¡°apoyar al ZANU-PF en los m¨ªtines durante el periodo electoral¡±. El agradecimiento fue acompa?ado de un Mercedes Benz, seg¨²n revel¨® el propio Chivhayo, que public¨® las fotos del coche en la red social.
Si los j¨®venes m¨²sicos de ¡®zimdancehall¡¯ se resisten al partido en el poder, es posible que acaben en la c¨¢rcelExconcejal Maponga
¡°No es de extra?ar que, en las elecciones presidenciales de 2023, el partido en el poder recuperara el municipio de Mbare, basti¨®n de la oposici¨®n pol¨ªtica a lo largo de los ¨²ltimos 20 a?os, gracias a una tensa campa?a, a la coacci¨®n de los agentes callejeros del partido y al respaldo de los m¨²sicos de dancehall de la barriada¡±, se?ala el exconcejal Maponga.
¡°Es una apropiaci¨®n musical y una desverg¨¹enza¡±, contin¨²a Maponga sobre la cooptaci¨®n del zimdancehall. ¡°Si los j¨®venes m¨²sicos de zimdancehall se resisten al partido en el poder, es posible que acaben en la c¨¢rcel por cargos sin fundamento, les proh¨ªban actuar en programas de radio o tengan que vivir sin ninguna protecci¨®n en un suburbio en el que las milicias del partido en el poder son las encargadas de imponer el orden y decidir las oportunidades¡±, sentencia.
Israel Fiyo, un prometedor cantante y bailar¨ªn de zimdancehall, coincide en que el propio ¨¦xito de este estilo musical se ha convertido en el origen de amargas divisiones incluso dentro de las filas de los m¨²sicos. ¡°El Gobierno no puede comprarnos a todos con Mercedes Benz¡±, afirma. Al fin y al cabo, coincide Maponga, ¡°algunos de nosotros queremos expresar las aut¨¦nticas injusticias a las que se enfrentan los habitantes de Mbare¡±. Y se pregunta: ¡°?C¨®mo pueden dormir con la conciencia tranquila esos artistas de zimdancehall cooptados, que componen canciones para alabar a un Gobierno que, en 40 a?os, jam¨¢s ha pintado Matapi Flats, el distrito m¨¢s famoso de Mbare?¡±.
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