As¨ª afronta Ruanda su primer brote de fiebre de Marburgo: control estricto y ensayos de vacunas en los hospitales, y vida casi normal fuera
15 personas han muerto por el virus desde que se confirm¨® el primer caso, el 27 de septiembre. El 70% de los infectados son sanitarios de dos centros, seg¨²n el Gobierno ruand¨¦s, que asegura tener controlada la propagaci¨®n de la enfermedad
Desde que el 27 de septiembre el Gobierno de Ruanda confirmase el primer caso de fiebre de Marburgo, poco ha cambiado en las calles del pa¨ªs. Aunque es uno de los brotes m¨¢s grandes registrados de esta enfermedad similar al ¨¦bola, con una quincena de muertos, la poblaci¨®n sigue haciendo su vida, si acaso con las manos m¨¢s limpias. Sin embargo, en los hospitales s¨ª se notan el miedo y unas medidas de prevenci¨®n m¨¢s estrictas, al ser el 70% de los infectados trabajadores sanitarios de dos centros de la capital, Kigali.
¡°Temo por mi vida¡±, explica a este diario Cecile, enfermera de un hospital p¨²blico de Kigali, que pide que se le llame solo por su nombre de pila por temor a ser sancionada por hablar con la prensa. ¡°Este virus es muy letal y se ceba con quienes tratamos con personas infectadas¡±, afirma. El periodo de incubaci¨®n es de 2 a 21 d¨ªas, as¨ª que los sanitarios pueden relacionarse con personas portadoras sin saberlo. ¡°Tampoco tiene una medicaci¨®n espec¨ªfica¡±, a?ade, por lo que los enfermos solo reciben tratamiento para aliviar los s¨ªntomas.
El virus de Marburgo causa una fiebre hemorr¨¢gica, y su letalidad puede alcanzar el 88%. Suele transmitirse inicialmente por contacto con el murci¨¦lago egipcio de la fruta (Rousettus), en minas o cuevas. Una vez introducido en la poblaci¨®n humana, se propaga por contacto directo con los fluidos corporales de los infectados o con superficies contaminadas. El brote declarado el a?o pasado en Guinea Ecuatorial caus¨® 35 muertos. Los principales s¨ªntomas son fiebre alta, fuertes dolores de cabeza, v¨®mito o diarrea con sangre, dolor muscular y cansancio.
Desde que se confirm¨® el primer caso en Ruanda, el virus se ha cobrado 15 vidas, la mayor¨ªa de trabajadores sanitarios. De los m¨¢s de 4.200 casos sospechosos, hay 62 casos confirmados de la enfermedad y 38 personas en recuperaci¨®n, seg¨²n los datos publicados el jueves por el Centro Biom¨¦dico de Ruanda. El Ministerio de Sanidad asegura que m¨¢s del 70% de los infectados son trabajadores sanitarios de dos hospitales de la capital, el Rey Faysal y el hospital universitario de Kigali (CHUK por sus siglas en franc¨¦s), que fueron los que recibieron los primeros casos de Marburgo. Adem¨¢s, varios m¨¦dicos especialistas trabajan en ambas instituciones, lo que contribuy¨® a expandir el brote, seg¨²n contaron funcionarios ruandeses en una reuni¨®n informativa.
Esta alta incidencia explica que la prevenci¨®n se centre en los sanitarios en primera l¨ªnea. As¨ª, los que trabajan en centros de tratamiento y hospitales donde se ha detectado el virus est¨¢n siendo los primeros en recibir la vacuna experimental que est¨¢ desarrollando el Instituto de Vacunas Sabin, en lo que supone un ensayo cl¨ªnico sobre el terreno, ya que a¨²n no hay una inmunizaci¨®n autorizada. Desde que se inici¨® la vacunaci¨®n el d¨ªa 6, m¨¢s de 850 personas la han recibido, seg¨²n los datos publicados el lunes por el Centro Biom¨¦dico de Ruanda. La organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro con sede en Estados Unidos ha enviado 1.700 dosis en total.
Vacuna experimental
¡°No me vacun¨¦ contra la covid-19 hace tres a?os, pero me vacunar¨¦ contra el Marburgo cueste lo que cueste¡±, asegura Cecile. Consciente de que puede pasar un tiempo antes de que le toque, se refugia tras la mascarilla, los guantes y su bata blanca de pl¨¢stico fino.
El virus ha obligado a cerrar las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de varios hospitales de referencia tras detectarse entre el personal. Tambi¨¦n ha obligado a limitar las visitas a los ingresados en todo el pa¨ªs. ¡°A cada paciente se le permite un cuidador familiar para reducir el n¨²mero de personas en las salas y minimizar el contacto f¨ªsico¡±, explica en una entrevista Christian Ngarambe, director general en funciones del hospital universitario de la provincia meridional de Ruanda.
Dado que el acceso est¨¢ estrictamente restringido, los hospitales y centros de salud registran menos afluencia de lo normal. Las enfermeras, equipadas con mascarillas y guantes, controlan a todo el que accede. Con term¨®metros infrarrojos, comprueban si hay fiebre, un s¨ªntoma clave de la enfermedad. Tambi¨¦n se exige a todos que se laven y desinfecten las manos.
Mercados concurridos
Fuera de las puertas del hospital, la vida sigue su curso normal, como aconseja el ministro de Sanidad ruand¨¦s, Sabin Nsanzimana, que ha declarado que las medidas de prevenci¨®n de Marburgo no proh¨ªben ninguna actividad, y que ¡°no debe cundir el p¨¢nico entre la poblaci¨®n¡±, ya que las autoridades han ¡°identificado todos los focos de la enfermedad y est¨¢n tomando las medidas oportunas¡±. Las escuelas funcionan con normalidad, los mercados est¨¢n concurridos como de costumbre, y los autobuses y el transporte p¨²blico est¨¢n llenos de pasajeros.
En el bullicioso mercado de Kimironko, en Kigali, el flujo de visitantes no se ha visto afectado dos semanas despu¨¦s de que se detectara el primer caso. La diferencia es que j¨®venes voluntarios con guantes y mascarillas supervisan los puntos de lavado de manos, guiando a los visitantes con tranquila eficacia, asegur¨¢ndose de que siguen los protocolos de higiene que recuerdan las medidas de la ¨¦poca de la pandemia de covid.
Los funcionarios del Gobierno de Paul Kagame afirman que las medidas adoptadas, incluido el seguimiento de contactos, los test y el despliegue de vacunas, mantienen el brote bajo control. El director del Centro Africano para el Control y la Prevenci¨®n de Enfermedades (Africa CDC), Jean Kaseya, elogi¨® la pasada semana la gesti¨®n del brote y dijo que el riesgo de que el virus de Marburgo se propague fuera de Ruanda es casi nulo.
Seg¨²n el ministro de Sanidad, el pa¨ªs ya est¨¢ cerca de declarar la victoria sobre la enfermedad. En la ¨²ltima reuni¨®n informativa, celebrada el domingo, afirm¨® que las pruebas realizadas en los tres d¨ªas anteriores hab¨ªan dado resultados negativos, y destac¨® que en la ¨²ltima semana se ha producido un aumento significativo de las recuperaciones, superando el n¨²mero de muertes. ¡°Esto significa que tenemos el virus bajo control¡±, declar¨®.
El 30 de septiembre, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) evalu¨® el riesgo de este brote como muy alto a nivel nacional y alto a nivel regional, por la posibilidad de que se extendiese a pa¨ªses vecinos, como Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, Tanzania y Uganda, y bajo a nivel mundial. Sin embargo, el d¨ªa 11 afirm¨® que ¡°es posible que se revise esta evaluaci¨®n¡±. La enfermedad ¡°no es f¨¢cilmente transmisible y se est¨¢n aplicando medidas de salud p¨²blica, como la vigilancia activa en instalaciones y comunidades, la realizaci¨®n de pruebas a los casos sospechosos, el rastreo de contactos, el aislamiento y el tratamiento de los casos¡±, justific¨® la OMS, que tambi¨¦n desaconseja las restricciones a los viajes y el comercio con Ruanda.
Dan Rwakagabo, conductor del aparcamiento de autobuses de Musanze, en la provincia septentrional de Ruanda, opina que los procedimientos higi¨¦nicos adicionales aplicados recientemente son suficientes. ¡°Todos los conductores han recibido instrucciones de llevar desinfectantes de manos, que deben utilizar con los pasajeros que suben en las estaciones de autobuses¡± para mantener limpias todas las superficies, afirma.
Pero otros sostienen que hay que ser m¨¢s precavidos. Epiphania Musanabera, una anciana residente en la ciudad de Musanze, en la provincia septentrional, muestra su preocupaci¨®n por la gente que no respeta las medidas de seguridad. ¡°Algunos j¨®venes no siguen las directrices higi¨¦nicas de las autoridades locales. He visto a algunos abraz¨¢ndose, pero nos han dicho que tenemos que saludarnos con la mano y lavarnos las manos tantas veces como sea posible¡±, explica.
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