Los estereotipos negativos sobre ?frica en la prensa le cuestan al continente 3.800 millones de euros al a?o
Un informe cuantifica los intereses adicionales que pagan los pa¨ªses africanos debido a la mayor percepci¨®n de riesgo que las noticias sobre violencia o corrupci¨®n transmiten a los inversores
Conflicto, enfermedad o pobreza son t¨¦rminos que aparecen a menudo cuando se habla de ?frica en los medios de comunicaci¨®n. Otro sesgo frecuente es hablar precisamente de ?frica como un todo, ignorando su diversidad cultural, econ¨®mica y pol¨ªtica. Un estudio ha cuantificado en 4.200 millones de d¨®lares (3.885 millones de euros) el coste anual para el continente de esta clase de estereotipos negativos, en forma de intereses adicionales que han de pagar los pa¨ªses por sus bonos soberanos, debido a la mayor percepci¨®n de riesgo que las noticias sobre violencia o corrupci¨®n transmiten a los inversores.
¡°Esta suma es muy significativa, ya que pone de relieve el impacto financiero tangible de las persistentes narrativas sesgadas¡±, afirma Marcus Courage, director ejecutivo de la consultora Africa Practice, autora del informe, publicado este mes. ¡°Estos estereotipos inflan la percepci¨®n del riesgo, lo que conduce a tipos de inter¨¦s injustamente altos en los pr¨¦stamos a las naciones africanas, independientemente de su solvencia real¡±, asegura por correo electr¨®nico.
¡°Este coste no es solo te¨®rico: es una carga real para los gobiernos africanos, que podr¨ªan financiar ¨¢reas cr¨ªticas como la educaci¨®n, la sanidad y el acceso al agua potable para millones de personas. Esto subraya la urgente necesidad de una imagen m¨¢s precisa de ?frica en los medios de comunicaci¨®n mundiales, que refleje las oportunidades y fortalezas del continente, no solo sus desaf¨ªos¡±, afirma Courage, que tiene su sede en Gaborone (Botsuana).
Este coste no es solo te¨®rico: es una carga real para los gobiernos africanos, que podr¨ªan financiar ¨¢reas cr¨ªticas como la educaci¨®n, la sanidad y el acceso al agua potable para millones de personasMarcus Courage, director ejecutivo de la consultora Africa Practice
El estudio, elaborado para la ONG Africa No Filter, recalca que aunque ¡°esta cifra debe considerarse un indicador de magnitud m¨¢s que un valor preciso, pone de relieve la urgente necesidad de abandonar los estereotipos perjudiciales en la informaci¨®n sobre ?frica¡±, ya que ¡°dan cobertura a las instituciones crediticias para justificar la concesi¨®n de condiciones de pr¨¦stamo injustas a los Estados africanos¡±.
Para elaborar este trabajo, titulado El coste de los estereotipos de los medios de comunicaci¨®n para ?frica. La relaci¨®n entre medios de comunicaci¨®n, inversi¨®n y desarrollo econ¨®mico, se analizaron noticias sobre elecciones publicadas en ingl¨¦s en medios de comunicaci¨®n globales y locales sobre siete pa¨ªses, cuatro africanos y tres de fuera del continente, seleccionados con la idea de que fueran comparables por sus climas pol¨ªticos y perfil de riesgo pol¨ªtico. As¨ª, como pa¨ªses de riesgo bajo, se tomaron Kenia, Nigeria y Malasia; de riesgo medio, Sud¨¢frica y Dinamarca; y de riesgo m¨¢s alto, Egipto y Tailandia.
Se analizaron las publicaciones durante el a?o anterior y el posterior a las ¨²ltimas elecciones celebradas en cada pa¨ªs antes de la pandemia de covid. Se eligi¨® el tema de las elecciones, entre otras razones, por ¡°su importancia para los mercados financieros y los ¨ªndices de riesgo¡±, ya que hablan de ¡°la gobernanza y de la estabilidad¡±, que preocupan mucho a los inversores.
Seg¨²n el trabajo, los pa¨ªses africanos reciben una mayor atenci¨®n de los medios de comunicaci¨®n durante las elecciones generales, ¡°con una atenci¨®n desproporcionada a cuestiones negativas como la violencia y el fraude electoral¡±. Y contin¨²a: ¡°Este ¨¦nfasis es m¨¢s pronunciado en comparaci¨®n con la cobertura de pa¨ªses no africanos con condiciones de riesgo pol¨ªtico similares, lo que se traduce en mayores puntuaciones de sentimiento negativo y sesgo para las naciones africanas. En particular, el t¨¦rmino ¡®violencia¡¯ est¨¢ muy asociado a ?frica en la cobertura medi¨¢tica, sobre todo en los titulares relacionados con las elecciones¡±.
Los estereotipos negativos tambi¨¦n desalientan el turismo, ahogan la inversi¨®n extranjera directa y disuaden la ayuda al desarrollo. El coste econ¨®mico general ser¨ªa probablemente varias veces superior si tuvi¨¦ramos en cuenta estos sectoresMarcus Courage, director ejecutivo de la consultora Africa Practice
¡°Ama?o¡±
La palabra ¡°ama?o¡± aparece con m¨¢s frecuencia en los pa¨ªses africanos que en los no africanos, seg¨²n el informe. Por ejemplo, tanto Kenia como Malasia tuvieron problemas similares de fraude electoral, pero solo el 2% de los art¨ªculos sobre el pa¨ªs asi¨¢tico conten¨ªan el t¨¦rmino ¡°ama?o¡±, frente al 16% de los art¨ªculos sobre Kenia.
Durante la investigaci¨®n, se observ¨® que los titulares transmit¨ªan a menudo sentimientos negativos, mientras que el texto de los art¨ªculos no siempre coincid¨ªa con esas percepciones. Tambi¨¦n que rara vez se informaba de incidentes violentos en los reportajes sobre pa¨ªses no africanos, mientras que en los africanos aparec¨ªan con frecuencia.
Tomando los principales medios de comunicaci¨®n internacionales ¡ªAl Jazeera, BBC, Bloomberg, CNN, Financial Times, Reuters y The Economist¡ª, muy utilizados por los inversores extranjeros para mantenerse al d¨ªa, el an¨¢lisis muestra que ¡°los art¨ªculos sobre los pa¨ªses africanos son especialmente negativos¡±: un 88% y un 69% de los art¨ªculos sobre Kenia y Nigeria, respectivamente, son negativos, frente al 48% de Malasia. El 66% de los art¨ªculos sobre Egipto fueron negativos, el doble que los de Tailandia, un 32%. Esto se refleja econ¨®micamente: mientras que el rendimiento medio trimestral de los bonos egipcios se sit¨²a en torno al 15%, el de los tailandeses es del 2,5%, lo que se traduce en unos costes de reembolso mucho m¨¢s altos. La misma tendencia se observa en los pa¨ªses de riesgo medio y bajo analizados.
Narrativas anticuadas
¡°Los medios de comunicaci¨®n se gu¨ªan por titulares que llaman la atenci¨®n y, por desgracia, las historias sobre conflictos, corrupci¨®n y crisis tienden a vender m¨¢s. A la hora de cubrir ?frica, estos medios a menudo recurren a narrativas anticuadas y simplistas que se centran en los aspectos negativos, pasando por alto la complejidad y diversidad del continente¡±, explica Courage. ¡°La escasa presencia de medios de comunicaci¨®n internacionales sobre el terreno hace que a menudo se dependa en exceso del periodismo paracaidista, es decir, de reporteros que viajan por periodos cortos y no tienen tiempo ni contexto para ofrecer una cobertura equilibrada¡±, a?ade. ¡°Adem¨¢s, existe una percepci¨®n arraigada de que la historia de ?frica es una historia de lucha y fracaso, una narrativa que es dif¨ªcil de cambiar sin esfuerzos deliberados para cambiar el enfoque editorial¡±, opina.
Existe en los medios una percepci¨®n arraigada de que la historia de ?frica es una historia de lucha y fracaso, una narrativa que es dif¨ªcil de cambiar sin esfuerzos deliberados para cambiar el enfoque editorialMarcus Courage, director ejecutivo de la consultora Africa Practice
Aunque este informe se centra en el impacto sobre la deuda soberana, ¡°las repercusiones van mucho m¨¢s all¨¢¡±, advierte el director de Africa Practice. ¡°Los estereotipos negativos tambi¨¦n desalientan el turismo, ahogan la inversi¨®n extranjera directa y disuaden la ayuda al desarrollo. El coste econ¨®mico general ser¨ªa probablemente varias veces superior si tuvi¨¦ramos en cuenta estos sectores¡±, detalla. ¡°El turismo por s¨ª solo, una fuente de ingresos clave para muchos pa¨ªses africanos, sufre enormemente cuando los medios de comunicaci¨®n se centran desproporcionadamente en los conflictos y la inestabilidad, en lugar de en las vibrantes culturas, las maravillas naturales y los crecientes centros de negocios de ?frica. Del mismo modo, la percepci¨®n sesgada del riesgo suele disuadir a los inversores, lo que los lleva a perder oportunidades lucrativas en sectores de r¨¢pido crecimiento como la tecnolog¨ªa, las infraestructuras y las energ¨ªas renovables en todo el continente¡±, asegura.
Aunque reconoce que ¡°es necesario informar sobre acontecimientos negativos como conflictos o cat¨¢strofes naturales¡±, Courage subraya que ¡°es igualmente importante que estas historias se cuenten con contexto y equilibrio¡±. ¡°Los medios de comunicaci¨®n deben asegurarse de que, por cada historia de crisis, haya una de la resistencia, la innovaci¨®n y el progreso que se est¨¢ produciendo en el continente. Por ejemplo, junto a los reportajes sobre sequ¨ªas, pueden destacar las soluciones clim¨¢ticas lideradas por los africanos o las innovaciones en agricultura sostenible. La cobertura de las elecciones podr¨ªa centrarse no solo en el drama pol¨ªtico, sino tambi¨¦n en los avances democr¨¢ticos, las pol¨ªticas econ¨®micas o el compromiso c¨ªvico¡±, pone como ejemplo.
Al ampliar as¨ª la narrativa, concluye, ¡°los medios de comunicaci¨®n pueden contribuir a una percepci¨®n global m¨¢s precisa de ?frica, lo que beneficia no solo al continente, sino tambi¨¦n a las audiencias internacionales al proporcionar una comprensi¨®n m¨¢s completa del papel de ?frica en los asuntos mundiales¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.