Pelucas, lentejuelas y orgullo migrante: cinco a?os de la Casa Drag Latina
Gad Yola, Lady Cirka, Shirley Stonyrock y Nativa vienen de Per¨², Brasil, Ecuador y M¨¦xico, son artistas transformistas y desde hace un lustro combaten el racismo desde los escenarios, con ¡®playback¡¯ y espect¨¢culos donde recuperan sus ra¨ªces
Las cuatro drag queens corren por la sala antes del espect¨¢culo. Se prestan telas de tul, guantes, vestidos, pelucas. Se gritan y se animan entre ellas. ¡°Ay¨²dame a atarme el tac¨®n¡±, ¡°hazme un mo?o¡±, ¡°no, as¨ª no¡±, protestan a gritos. ¡°Esta peluca muy Britney no es, pero Christina Aguilera tampoco era negra¡±, dice entre risas una drag barbuda mientras peina un cabello rubio oxigenado.
Una se amarra las u?as postizas a los dedos con celo, otra utiliza el reflejo de la ventana como espejo. Dos m¨¢s improvisan una sesi¨®n de fotos frente a una de las paredes blancas. Cualquiera que est¨¦ en esta habitaci¨®n del centro cultural La Parcer¨ªa, reconvertida hoy en camerino drag, puede y debe ayudar. Las tareas son variadas: de quitar las trenzas a una peluca casta?a a desabrochar unas botas de ca?a alta color beis. No cabe una lentejuela, un brillo, una perla, una pesta?a postiza m¨¢s. Una corona de espinas con ojos incrustados cuelga de un altavoz. Quedan apenas unos minutos para que comience el espect¨¢culo. De hecho, deber¨ªa haber empezado hace 15. Van tarde, cosas del directo. Se abre la puerta y se asoma una de las responsables del espacio. ¡°Hemos hecho sold out¡±, anuncia. Las cuatro drag queens gritan: ¡°viva la Casa Drag¡ ?LATINA!¡±.
El pasado domingo, mientras miles de personas disfrutaban de la final de Drag Race Espa?a, en un peque?o local del barrio de Embajadores de Madrid, cuatro drags le hac¨ªan la competencia en directo a la edici¨®n espa?ola del formato creado por RuPaul. Son Gad Yola, Lady Cirka, Shirley Stonyrock y Nativa, las integrantes de Casa Drag Latina, un colectivo de drag queens migrantes que celebra este a?o su quinto cumplea?os.
El lugar es un espacio seguro para las personas migrantes y racializadas que quieren acercarse al drag. ¡°Hace poco, una amiga brasile?a me contaba que escuch¨® a una drag queen decir, ¡®es que ahora la ciudad est¨¢ llena de migrantes. Est¨¢n en todas partes¡¯, A lo mejor era en tono jocoso, es verdad, y a lo mejor no le molesta que haya migrantes, pero ya decirlo es un poquito feo, ?no? O comparaciones con el indio del Ron Cacique o con el Machu Picchu. Siempre utilizamos cualquier cosa para exagerar y escandalizar, pero cuando es una drag queen blanca la que se est¨¢ riendo de una persona racializada, ah¨ª entra otro sesgo que ya es racista¡±, explica Gad Yola en una entrevista con este peri¨®dico.
Su aventura juntas comenz¨® en 2019, cuando Nativa (Ciudad de M¨¦xico, 42 a?os), la fundadora, junt¨® a estas tres artistas (la cuarta convocada, Clush, abandon¨® el grupo hace un a?o y medio) con la idea de ensayar un n¨²mero musical y presentarlo en el Orgullo de ese a?o. Sin pretensiones y tras muchas conversaciones de WhatsApp, se acab¨® formando este colectivo, que remite con su nombre al concepto de casa [house en ingl¨¦s] que surgi¨® en los a?os 70 en Estados Unidos dentro de la escena del ballroom: una comunidad, un refugio y una red de apoyo para aquellos que se sal¨ªan de la norma. ¡°Lo que ayud¨® a que congeni¨¢ramos es que, a fin de cuentas, m¨¢s all¨¢ de ser artistas, somos personas migrantes. Nuestras identidades se ven reflejadas a trav¨¦s de lo que hacemos¡±, explica Nativa. ¡°La primera house la inici¨® una drag queen negra, una mujer trans que se llamaba Crystal LaBeija. Y su legado de rabia, potencia, pasi¨®n y de no callarse ante las injusticias, sigue presente y vivo en nuestros cuerpos marrones y en nuestras voces¡±, grita Gad Yola (Lima, 29 a?os) sobre el escenario, mientras el p¨²blico, formado en su mayor¨ªa por personas migrantes, aplaude y vitorea. ¡°?Qui¨¦n es espa?ol aqu¨ª?¡±, preguntan las artistas. Apenas se levantan unas cuantas manos.
Como dec¨ªa la ¡®drag queen¡¯ Sasha Velour, ¡®si nadie te pone una corona, coge t¨² un cart¨®n y h¨¢ztela t¨² misma¡¯Gad Yola, artista 'drag'
¡°No queremos ca¨ªdas, no tenemos Seguridad Social, somos migrantes ilegales¡±, bromea la drag queen brasile?a Lady Cirka (Tubar?o, 30 a?os), mientras pide al p¨²blico que retire unas telas que ellas mismas hab¨ªan puesto sobre el suelo antes de empezar el espect¨¢culo. Porque todo, desde las luces a la decoraci¨®n, es autogestionado. La artista anuncia, entre risas, que, ¡°desde noviembre¡± es ya una ¡°se?ora espa?ola¡± [en referencia a los tr¨¢mites de nacionalidad]. M¨¢s v¨ªtores.
Ecuador, Per¨², Brasil y M¨¦xico se escuchan sobre el escenario, con canciones que recuperan las m¨²sicas latinas de su infancia y adolescencia: del reguet¨®n y la m¨²sica de Shakira a las canciones que el compositor mexicano Juan Gabriel escribi¨® para Isabel Pantoja.
Uno de los momentos m¨¢s emotivos de la noche lo protagoniza Nativa, la madre de esta casa de artistas [en la cultura ballroom, el t¨¦rmino ¡°madre¡±, mother en ingl¨¦s, hace referencia a las fundadoras y l¨ªderes de las diferentes casas]. Sola en el escenario, con un vestido blanco ajustado y un velo que le cubre el rostro, interpreta en playback la canci¨®n As¨ª Fue. Mientras, de fondo, se proyectan fotos suyas de ni?o con su familia, y tambi¨¦n de ¨¦l de mayor, ya como drag queen. ¡°Siempre fui muy rebelde durante mi adolescencia. Y hasta hace poco no hab¨ªa hablado con mi padre sobre mi homosexualidad. Lo hicimos, cerramos un cap¨ªtulo, y este n¨²mero es mi tributo a ¨¦l¡±, explica. ¡°Las fotos de mi infancia representan el so?ador que siempre fui. Y luego se muestra mi evoluci¨®n como artista callejera. Cuando llegu¨¦ a Espa?a lo primero en lo que pens¨¦ fue en salir adelante y cuando me sent¨ª independiente y seguro de muchas cosas fue cuando cre¨¦ a Nativa. Es un homenaje a m¨ª misma y a todo lo que he conseguido en estos diez a?os¡±, rememora.
Yo, como ¡®drag queen¡¯ mexicana, no necesito ponerme un traje t¨ªpico mexicano para decir que lo soy. Llevo d¨ªa y noche lo m¨¢s mexicano que puedes ver, que es esta piel morenaNativa, 'drag queen' y fundadora de Casa Drag Latina
¡°Nos une hacer nuestras canciones, hablar de nuestra memoria migrante. De esa manera, con la m¨²sica y ese recuerdo, nos ponemos en el centro nosotras, crey¨¦ndonos y sabi¨¦ndonos protagonistas. Como dec¨ªa la drag queen Sasha Velour, ¡®si nadie te pone una corona, coge t¨² un cart¨®n y h¨¢ztela t¨² misma¡±, remacha Gad Yola.
Pese a que las unen sus ra¨ªces migrantes, cada una de las artistas ha desarrollado su propio estilo, reflejo de sus vivencias y lugares de origen. Como Lady Cirka, cuyo drag bebe de su herencia brasile?a. ¡°Mi arte, mi estilo, mi sensualidad, el carnaval, el teatro de revista brasile?o: todo eso acaba reflejado en mi espect¨¢culo¡±, explica. ¡°En Casa Drag Latina es donde yo tengo la posibilidad de hacer shows brasile?os, pero en muchos locales no, porque como no es de su cultura no les interesa escucharte o verte. Hay prejuicios por mi acento tambi¨¦n¡±, a?ade. ¡°Yo, como drag queen mexicana, no necesito ponerme un traje t¨ªpico mexicano para decir que lo soy. Llevo d¨ªa y noche lo m¨¢s mexicano que puedes ver, que es esta piel morena¡±, dice por su parte Nativa se?al¨¢ndose el pecho.
Adem¨¢s de los espect¨¢culos de drag, este colectivo ha protagonizado y escrito dos obras de teatro, Miss Descoronada: la belleza no es suficiente en esta competencia, y C¨¢rcel Drag Latina: entre rejas, pelucas y lentejuelas, donde hablan de las experiencias de las personas migrantes con el racismo institucional y los prejuicios xen¨®fobos. ¡°En el momento en el que est¨¢bamos haciendo esta obra no ¨¦ramos conscientes de lo grande que era lo que hab¨ªamos logrado. ?ramos artistas migrantes escribiendo, produciendo y creando todas juntas¡±, rememora Lady Cirka, que recuerda un momento en el que llor¨® sobre el escenario durante la representaci¨®n de la pieza. ¡°Es algo que no hago, yo soy c¨®mica, pero pude hacerlo all¨ª sabiendo que estoy en confianza y en un espacio seguro. Casa Drag Latina me dio la posibilidad de desnudarme, no en cuerpo, como la gente est¨¢ acostumbrada a verme, sino en alma¡±, explica la drag queen. Tambi¨¦n act¨²an una vez al mes en la Sala Maravillas y han aparecido en el libro El Otrx: arte, cultura y migraci¨®n en la ciudad de Madrid (coeditado por La Parcer¨ªa Edita y YoSoyElOtro, 2021) que mapea los colectivos migrantes en Madrid.
Tras casi dos horas de espect¨¢culo, el show acaba. En apenas unos minutos, las lentejuelas, las perlas, las pesta?as postizas, el maquillaje y las pelucas regresan a las maletas y la sala que durante una tarde fue un camerino vuelve a estar vac¨ªa. Shirley (Quito, 41 a?os) es de las ¨²ltimas en salir, pero a¨²n hay tiempo para una ¨²ltima pregunta. ?Qu¨¦ es para ti la Casa Drag Latina? Ella no lo duda: ¡°innovaci¨®n, talento y esc¨¢ndalo¡±.
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