La historia de un r¨¦gimen africano echado a perder
El nuevo libro de la periodista brit¨¢nica Michela Wrong ofrece un relato adictivo y demoledor sobre Ruanda y su l¨ªder, Paul Kagame. Y usted y yo no salimos bien parados
Si le pregunt¨¢semos por Ruanda a un observador distante de la realidad africana, posiblemente citar¨ªa tres hechos: fue colonia de B¨¦lgica hasta mediados del siglo pasado, padeci¨® uno de los peores genocidios del mundo contempor¨¢neo y hoy es un ejemplo de progreso y seguridad en un continente devastado por la pobreza y la violencia. La realidad, sin embargo, se parece solo en parte a esta fotograf¨ªa, si hemos de hacer caso al ¨²ltimo libro de la periodista brit¨¢nica Michela Wrong. No molestar: La historia de un asesinato pol¨ªtico y de un r¨¦gimen africano echado a perder (4th State Editions) es un complejo y dur¨ªsimo retrato de la Ruanda moderna y de su due?o y se?or desde 1994, Paul Kagame. Un relato cuyas implicaciones van mucho m¨¢s all¨¢ de este min¨²sculo pa¨ªs del ?frica oriental.
Michela Wrong tiene una virtud por encima de cualquier otra, y es que sabe contar una historia. Lo demostr¨® en sus tres ensayos period¨ªsticos anteriores sobre ?frica y lo ha vuelto a hacer ahora. No molestar se engulle como una buena novela de Le Carr¨¦ ¨Cque lleg¨® a recomendar el libro¨C, atrapando al lector en una mara?a de asesinatos pol¨ªticos, revoluciones, corruptelas y esp¨ªas. Sus cerca de 500 p¨¢ginas son toda una lecci¨®n de la geopol¨ªtica de ?frica subsahariana, cuyos entresijos son tan desconocidos en Occidente.
Pero los verdaderos protagonistas de este libro son los l¨ªderes del Frente Patri¨®tico Ruand¨¦s (FPR), que a principios de los a?os noventa retornan de su exilio multigeneracional en Uganda para forzar al gobierno radical hutu de Juv¨¦nal Habyarimana a compartir el poder. El derribo del avi¨®n en el que este y su hom¨®logo burund¨¦s, Cyprien Ntaryamira, viajaban hacia Kigali desencadena la matanza brutal y acelerada de 800.000 hombres, mujeres y ni?os de etnia tutsi y hutus moderados. Solo la entrada del FPR en el pa¨ªs logra frenar el genocidio y acabar con el r¨¦gimen que lo promovi¨®, pero dos millones de personas abandonan Ruanda. Las promesas de reconciliaci¨®n, justicia y prosperidad del nuevo Gobierno se transforman poco a poco en una pesadilla orwelliana que separa a los antiguos camaradas de armas y destruye los intentos de integraci¨®n ¨¦tnica.
Frente a la leyenda del Kagame h¨¦roe que puso fin a un genocidio, Wrong describe matanzas indiscriminadas dentro y fuera de Ruanda
?Qu¨¦ pudo salir tan mal? Wrong apunta a un responsable principal: Paul Kagame, un dirigente gris que se hace con el control del FPR tras la muerte de su carism¨¢tico l¨ªder en circunstancias no aclaradas y lidera Ruanda tras el genocidio. La metamorfosis es descrita utilizando como hilo conductor el asesinato, en un hotel de Johannesburgo (el cartel de la puerta dec¨ªa ¡°no molestar¡±), del antiguo jefe de la inteligencia ruandesa, Patrick Karegeya. La trama de este crimen, que destaca entre los muchos que se atribuyen al Gobierno de Ruanda, ofrece la cara m¨¢s oscura de un l¨ªder que, hasta el d¨ªa de hoy, es cortejado por los gobiernos de los pa¨ªses ricos y los organismos internacionales. Frente a la leyenda del h¨¦roe que puso fin a un genocidio, Wrong describe matanzas indiscriminadas dentro y fuera de Ruanda; frente al estadista que rescata a su pa¨ªs de la pobreza, desfilan por el libro varios expertos que cuestionan la veracidad de las estad¨ªsticas nacionales; frente al modelo de l¨ªder intachable e incorruptible, se describe la injerencia criminal y codiciosa de su r¨¦gimen en la RD del Congo. Solo el aislamiento narrativo de ?frica explica que hayamos escuchado tanto de Erdogan, Maduro o Putin, y tan poco de Paul Kagame.
Los lectores de este blog disfrutar¨¢n especialmente el cap¨ªtulo dedicado a las organizaciones internacionales de cooperaci¨®n. Con DFID (antigua agencia de la ayuda brit¨¢nica) y USAID a la cabeza, la industria del desarrollo ha financiado presupuestos p¨²blicos y garantizado plataformas pol¨ªticas para Kagame y su r¨¦gimen, mientras ignoraba el encarcelamiento y asesinato de opositores ¨Ctutsis y hutus por igual¨C y la negaci¨®n de las libertades individuales m¨¢s elementales. La verg¨¹enza de no haber podido o querido evitar el genocidio de 1994 pesa todav¨ªa sobre estas decisiones, pero el trasfondo es obscenamente colonialista: si van a ser incapaces de no matarse entre ellos, el progreso con orden es siempre preferible a la democracia con caos. La misma cantinela que hemos escuchado, a derecha e izquierda, para justificar reg¨ªmenes autocr¨¢ticos en medio mundo.
No molestar es un libro duro, impecablemente investigado y realmente dif¨ªcil de publicar. M¨¢s all¨¢ del hostigamiento en redes, es imposible no pensar que Michela Wrong ha entrado ya en una de las infames listas negras de los escuadrones de castigo del FPR, que han golpeado en Europa y en medio mundo. Y no es que esta posibilidad le arrugue, como demuestra la campa?a que ha abierto contra el infame acuerdo anglo-ruand¨¦s para la ¡°externalizaci¨®n¡± de la acogida a refugiados.
Si todo esto es cierto, ?por qu¨¦ dejar abierto un flanco de la investigaci¨®n tan delicado como el derribo del avi¨®n presidencial? El ¨²nico reproche que he escuchado sobre este libro a quienes conocen muy bien la historia reciente de Ruanda es que su autora responsabiliza con demasiada certidumbre al FPR del magnicidio de 1994. Y, aunque esta es una opci¨®n m¨¢s que plausible, existen todav¨ªa razones para tener dudas. Precisamente porque No molestar iba a ser analizado con lupa y sometido a una campa?a de acoso y derribo, tal vez Wrong hubiese hecho mejor mostrando m¨¢s prudencia en este punto fundamental de la historia.
Pero esta es la ¨²nica m¨¢cula que puedo encontrar en un libro imprescindible para cualquiera que desee conocer mejor el ?frica contempor¨¢nea. De hecho, para cualquiera que siga con inquietud la proliferaci¨®n y conexi¨®n de reg¨ªmenes liberales. Por eso es inexplicable que no haya sido publicado todav¨ªa en castellano. Si yo fuese editor, correr¨ªa a comprar los derechos.
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