Los debates urgentes para la cooperaci¨®n al desarrollo
Tras la pandemia, temas como la descolonizaci¨®n o el feminismo encabezan algunos de los desaf¨ªos que las ONG tienen pendientes
La pandemia los pospuso y algunos de los desaf¨ªos que enfrentan las ONG no son nuevos. Es hora de plantarles cara pues, de lo contrario, se puede dar el s¨ªndrome de la rana hervida. Las cr¨ªticas ya no nos vienen de los donantes, ni de gobiernos conservadores que retiran los fondos a la cooperaci¨®n, nos vienen desde la misma sociedad civil del sur, de los movimientos populares detr¨¢s de muchos de los cambios que despu¨¦s celebramos e incluso, en ocasiones, injustamente nos apropiamos.
En un contexto global marcado tanto por conquistas sociales como por zarpazos autoritarios, donde movimientos sociales tienen tantas conquistas como derrotas, ?d¨®nde se encuentra el sector del desarrollo? Amitabh Behar, exdirectivo de CIVICUS y una de las voces m¨¢s autorizadas en el sector a nivel global, nos lo se?ala con contundencia: ¡°mientras los movimientos populares desaf¨ªan el poder, los grupos de desarrollo permanecen desconectados y perdidos en la burbuja del desarrollo, desaprovechando un papel relevante en estos tiempos hist¨®ricos¡±.
Mientras los movimientos populares desaf¨ªan el poder, los grupos de desarrollo permanecen desconectados y perdidos en la burbuja del desarrollo
El tercer sector tiene una deuda pendiente en revisar cu¨¢l est¨¢ siendo su contribuci¨®n al desarrollo, sin culpar a otros, mir¨¢ndose a s¨ª mismo. La aspiraci¨®n al mundo que desea tiene que corresponder con el aporte que para ello puede dar. Y esto no sucede mir¨¢ndose al ombligo, pensando antes en cu¨¢nto contribuye la cooperaci¨®n a sensibilizar a las sociedades del norte antes que a reducir pobreza en las poblaciones del sur. Siendo las dos importantes, la segunda debe ser sin duda la prioridad.
Los cuatro debates propuestos en este art¨ªculo no son m¨¢s que un abrir de boca que requieren ser profundizados, pues sin tom¨¢rselos con seriedad, la cooperaci¨®n internacional y las ONG corren el riesgo de no estar a la altura de lo que la sociedad civil del sur espera de ellas:
La distribuci¨®n del poder en las ONG
El primero de los debates tiene que ver con el poder, con la necesidad de descolonizar la cooperaci¨®n. Viviana Krsticevic, secretaria ejecutiva del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional de Am¨¦rica Latina (CEJIL) considera que esta debe verificar sus sesgos impl¨ªcitos pues, aunque todos coincidimos con los idearios, no son siempre coherentes con unas pr¨¢cticas en las que subyace qui¨¦n sabe, qui¨¦n tiene el dinero y qui¨¦n decide. Esta demanda es recurrente en las organizaciones de la sociedad civil a la que la cooperaci¨®n apoya.
El primero de los debates tiene que ver con el poder, con la necesidad de descolonizar la cooperaci¨®n
Esta es una de las tensiones m¨¢s fuertes en las ONG internacionales. Para solucionarlo, avanzan en el cambio de sus sedes a pa¨ªses del sur, introducen nuevos liderazgos y ¨®rganos de gobernanza inclusivos que dan poder a las mismas organizaciones sociales a quienes apoyan. En definitiva, cambiando sus identidades. En pa¨ªses como B¨¦lgica, Dinamarca o Finlandia se ha abierto el debate entre donantes y sus ONG para asegurar que sus programas generan capacidades locales y c¨®mo las personas afectadas participan tambi¨¦n de las tomas de decisiones. La revista The New Humanitarian recomendaba 10 puntos para este proceso de descolonizaci¨®n de la cooperaci¨®n.
Necesidad de contribuir a cambios sist¨¦micos
El segundo debate tiene que ver con la necesidad de contribuir a cambios sist¨¦micos. Gabriela Bucher, directora ejecutiva de Oxfam, dec¨ªa recientemente es una entrevista que ¡°da mucha satisfacci¨®n ayudar a transformar vidas, pero a la vez es agotador estar haci¨¦ndolo uno a uno. Por eso es fundamental llegar a transformaciones m¨¢s estructurales del sistema. Las dos cosas se necesitan, pero tiene que estar conectadas¡±.
Hemos aprendido hace a?os que solo cambiando las leyes no se transforman realidades, debemos incidir tambi¨¦n en el cambio de narrativas. Por ejemplo, apoyar proyectos de agua tiene que estar conectado con incidir en las pol¨ªticas de agua en el propio pa¨ªs. Tambi¨¦n hemos aprendido que los proyectos aislados de procesos mayores o sin posibilidad de ser escalables a la larga son hasta contraproducentes con el desarrollo, pues generan relaciones perversas de dependencia con la cooperaci¨®n y contribuyen a invisibilizar el rol del estado como responsable de garantizar los derechos.
Los proyectos aislados de procesos mayores o sin posibilidad de ser escalables, a la larga, son contraproducentes con el desarrollo
Este es un desaf¨ªo para ONG peque?as o medianas en un sector que todav¨ªa se quiere mantener diversificado. Tendr¨ªan as¨ª que ir dando pasos para el establecimiento de alianzas m¨¢s amplias que contribuir¨¢n a una complementariedad de esfuerzos que sumen capacidades y permitan que los cambios puedan escalarse lo suficiente como para hacerlos sostenibles. O un progresivo proceso de especializaci¨®n dando valor agregado en una serie de ¨¢reas espec¨ªficas. No es esto diferente a lo que hacen en otros pa¨ªses como Luxemburgo. El libro How to fight inequality, de Ben Phillips, da algunas ideas al respecto, igual que el enfoque de programas de Action Aid.
Feminismo y cooperaci¨®n
Es en el ¨¢rea donde m¨¢s avances ha tenido la cooperaci¨®n en los ¨²ltimos a?os se cuenta con un dec¨¢logo feminista para la cooperaci¨®n, propuestas de principios feministas para las ONG, un compromiso de las nuevas leyes a trav¨¦s de las cuales se regir¨¢n donantes e informes de la OCDE sobre la inversi¨®n en derechos de las mujeres de la cooperaci¨®n. Pero el diablo est¨¢ en los detalles y en la implementaci¨®n. ?Solo el trabajo con organizaciones de mujeres debe tener enfoque de g¨¦nero?, ?trabajamos con movimientos sociales que tienen pr¨¢cticas machistas? O ?somos capaces de visibilizar la misoginia de las organizaciones basadas en la fe?
Burocracia y financiaci¨®n
Y el ¨²ltimo debate es interno, pero no menos importante: el nivel de burocracia que actualmente se les exige a las ONG no es sostenible, limita toda capacidad para avanzar en los desaf¨ªos anteriormente se?alados y separa la cooperaci¨®n de sus objetivos y acciones m¨¢s pol¨ªticas. A d¨ªa de hoy el trabajo en una ONG termina siendo, sobre todo, resolver exigencias internas. Los responsables de programas dedican gran parte de su tiempo a elaborar informes y cada vez son m¨¢s las organizaciones sociales que prefieren no recibir recursos de ONG ante la alta demanda de reportes de rendici¨®n de cuentas.
Se suma a esto el incremento de burocracia exigida por los pa¨ªses donde las ONG operan, estrategia que aplican para limitar su actuaci¨®n y que sufren especialmente las organizaciones humanitarias. Es esta una demanda de larga data y los donantes deben redoblar los esfuerzos para poder avanzar y exigir la informaci¨®n realmente necesaria para la rendici¨®n de cuentas y el aprendizaje, manteniendo un correcto equilibrio entre el necesario control y la confianza que asegure eficiencia.
Pero, lo que en realidad da libertad para el accionar de una ONG, es el contar con recursos libres, que no provengan de ning¨²n donante, sino de socios y colaboradores. Sin embargo, cuanto m¨¢s f¨¢cil es conseguir estos recursos (lo hacen p¨®dcast, medios de comunicaci¨®n y diferentes iniciativas) es menor el esfuerzo de las ONG por conseguirlos y contribuir con ello a un mayor arraigo social y una legitimidad.
Cada vez son m¨¢s las organizaciones sociales que prefieren no recibir recursos de ONG ante la alta demanda de reportes de rendici¨®n de cuentas.
Seg¨²n el ¨²ltimo informe de CIVICUS, la democracia est¨¢ siendo atacada, pero aun as¨ª se siguen consiguiendo cambios positivos como en Chile o en Colombia; a pesar de los ataques, se avanza en la lucha contra la desigualdad social como en Sierra Leona con la ley de progresividad fiscal. Adem¨¢s, la sociedad civil mantiene la presi¨®n sobre la acci¨®n clim¨¢tica y por el cual se logr¨® el reconocimiento del medio ambiente saludable como un derecho humano.
Vivimos en un momento hist¨®rico de profundas transformaciones en el que la cooperaci¨®n internacional ha desempe?ado un papel transcendental para que puedan lograrse conquistas tan importantes como el fin del Apartheid en Sud¨¢frica o en la justicia y reparaci¨®n ante las crueles dictaduras sudamericanas de la d¨¦cada de los setenta. Debe jugarlo tambi¨¦n ahora, pero para ello debemos estar preparados, ser honestos con nosotros mismos y preservar el fuerte compromiso que siempre nos ha caracterizado.
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