Regularizaci¨®n de migrantes: los ausentes de una reuni¨®n hist¨®rica en el Congreso

El pasado 22 de diciembre, la coalici¨®n de m¨¢s de 600 organizaciones que conforman la campa?a Esenciales entreg¨® a la Oficina del Censo Electoral 29 cajas de firmas respaldando la regularizaci¨®n extraordinaria de cerca de medio mill¨®n de migrantes en situaci¨®n irregular. El contenido total de las cajas asciende a 609.630 firmas, m¨¢s de un 20% por encima de las que son necesarias para que el Parlamento tramite esta petici¨®n en forma de Iniciativa Legislativa Popular (ILP). Si los partidos no fueron a la monta?a, la monta?a ha tenido que llegar a ellos.

El proceso para esta consecuci¨®n hist¨®rica de la sociedad civil organizada no ha sido f¨¢cil, se lo aseguro. A la dificultad evidente de recabar tantos apoyos en un proceso tan garantista como el de un voto, se une la extraordinaria complejidad log¨ªstica asociada al proceso: recepci¨®n y distribuci¨®n de pliegos, recogida de firmas en las circunstancias m¨¢s variopintas, devoluci¨®n segura de los pliegos, validaci¨®n por fedatarios, entrega en tiempo y forma a las autoridades¡­ Incluso antes de ser discutida en el Parlamento, una ILP exitosa es un verdadero milagro.

Pero esta en particular se ha enfrentado a un desaf¨ªo a?adido. Por primera vez en la historia de nuestro pa¨ªs, han sido las organizaciones migrantes auto-organizadas las que han tomado las riendas de un proceso de esta envergadura. El movimiento estatal Regularizaci¨®n Ya ¨Cun colectivo diverso de individuos y organizaciones que nace para escribir su propia historia¨C constituye una clamorosa excepci¨®n en el panorama pol¨ªtico y social espa?ol, donde la voz y la agencia migrante brillan por su ausencia. Uno de cada seis residentes en Espa?a ha nacido en el extranjero; sin embargo, ?cu¨¢ntos migrantes reconocen ustedes en los partidos pol¨ªticos, en los sindicatos, en los medios de comunicaci¨®n? ?Cu¨¢ntas veces han escuchado a una persona extranjera y racializada debatir su punto de vista en las grandes plataformas p¨²blicas, en vez de escuchar c¨®mo otros lo hacemos por ellos?

El contraste con pa¨ªses de nuestro entorno, como Francia y el Reino Unido, es chocante. Y las resistencias ¨Cincluso por parte de quienes est¨¢n trabajando por el ¨¦xito de esta regularizaci¨®n¨C pueden ser feroces, porque nadie cede con facilidad su espacio de poder (sepa o no que lo tiene). Pero eso es lo que hace a este proceso extraordinario. Incluso antes de conocer el recorrido que la ILP tendr¨¢ en el Parlamento, podemos afirmar que nada ser¨¢ lo mismo despu¨¦s de ella.

Naturalmente, estamos aqu¨ª para ganar tambi¨¦n la batalla parlamentaria. A lo largo de esta campa?a hemos argumentado que la envergadura ¨¦tica, econ¨®mica, pol¨ªtica y sanitaria de este desaf¨ªo exige una respuesta contundente por parte de las instituciones. La estimaci¨®n actualizada que realiza la Fundaci¨®n porCausa (ver gr¨¢fico) eleva a unos 425.000 el n¨²mero de personas condenadas en nuestro pa¨ªs a vivir en las sombras. Esta poblaci¨®n ¨Cformada por mujeres y ni?os de origen latinoamericano, en su mayor¨ªa¨C constituye uno de los grupos m¨¢s vulnerables y castigados de la sociedad. Parad¨®jicamente, tambi¨¦n son parte de la soluci¨®n laboral y demogr¨¢fica que precisa nuestro pa¨ªs. La gran mayor¨ªa de los adultos se ocupa en profesiones que solo ellos realizan. Su incorporaci¨®n al mercado formal de trabajo supondr¨ªa un beneficio fiscal neto para el sistema de unos 3.250 euros por trabajador regularizado y a?o, seg¨²n las mismas estimaciones.

Cada uno de estos argumentos fue recordado esta semana en el hist¨®rico seminario que Regularizaci¨®n Ya organiz¨® en el Congreso de los Diputados, el primer evento de este tipo impulsado por una organizaci¨®n de migrantes. Qu¨¦ sarcasmo que este acto solemne de ciudadan¨ªa sea protagonizado por quienes no son reconocidos como ciudadanos por nuestras instituciones. Una sala a reventar con activistas, representantes sociales, embajadores, periodistas y miembros de algunos grupos parlamentarios. Unidas Podemos, junto con la coalici¨®n de partidos que sostiene al Gobierno, ha hecho el compromiso firme de sacar adelante esta ILP.

Quienes no acudieron ¨Cni uno solo de sus 217 representantes en la c¨¢mara¨C fueron los grupos parlamentarios del PSOE, el Partido Popular y Ciudadanos. Con toda franqueza, me parece intolerable. Uno puede entender las razones para apoyar o rechazar una medida de este tipo. Lo que me parece insoportable es que ni siquiera tengan la cortes¨ªa de acercarse a escuchar lo que tienen que decir sus vecinos bajo el techo mismo del Parlamento. Conf¨ªo en la tramitaci¨®n parlamentaria de esta medida sea recibida con menos arrogancia y con m¨¢s argumentos por quienes tienen la obligaci¨®n de comportarse seriamente ante asuntos serios.

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