No es hora de borrar del mapa los barrios populares de Argentina
Desde 2016, un registro nacional ha logrado incluir en el censo y dar derechos a los habitantes de miles de barrios populares. Con la llegada al poder de Javier Milei, este organismo puede quedar sin fondos y varios millones de argentinos volver al ostracismo
A tan solo una media hora caminando de la Casa Rosada est¨¢ el puerto. All¨ª, a un paso del pleno centro de Buenos Aires, en el barrio Padre M¨²gica, viven 14.300 familias en la m¨¢s completa exclusi¨®n y privadas de servicios urbanos esenciales como acceso a agua potable, electricidad y saneamiento b¨¢sico.
El barrio popular siempre ha estado ah¨ª, a la vista de todo el mundo. Su gente, tambi¨¦n. Pero no fue hasta 2016 que se supo con certeza cu¨¢nta gente viv¨ªa en ¨¦l. Ese a?o, el Gobierno argentino, con el respaldo de TECHO, el sindicato UTEP y C¨¢ritas, conform¨® el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP) para incluir a los habitantes informales en el censo nacional, y otorgarles derechos como a todos los ciudadanos. ¡°Cuando con pocos recursos, pero mucha organizaci¨®n, comenzamos el Relevamiento Nacional de Barrios Populares, no imaginamos que ¨ªbamos a ver resultados concretos tan r¨¢pido¡± afirma Fernanda Mi?o, exsecretaria de Integraci¨®n Socio Urbana de la Naci¨®n. En total han detectado ya m¨¢s de 6.400 barrios donde viven 1,1 millones de familias, pero sus esfuerzos est¨¢n ahora en peligro. El nuevo gobierno del ultraderechista Javier Milei ha integrado el Ministerio de Desarrollo Social en una cartera nueva, bautizada de Capital Humano. Si deja de tener fondos, el RENABAP tiene peligro de desaparecer y devolver a m¨¢s de cinco millones de argentinos al ostracismo.
Frecuentemente, los barrios populares, tambi¨¦n conocidos como asentamientos informales, quedan fuera del radar de las autoridades locales. Los habitantes de estas ¨¢reas, al no poseer derechos legales sobre sus viviendas, se enfrentan a la privaci¨®n de servicios urbanos esenciales como acceso a agua potable, electricidad y saneamiento b¨¢sico. Esta ausencia de reconocimiento por parte del gobierno no solo conlleva la exclusi¨®n de servicios urbanos vitales, sino que tambi¨¦n resulta en su omisi¨®n en censos y planes de desarrollo, lo cual puede acarrear consecuencias graves, como los desalojos multitudinarios.
La ONU calcula que una de cada cuatro personas vive estas ¨¢reas informales, pero en la mayor¨ªa de los pa¨ªses, debido a su ausencia en los censos, no se conoce el n¨²mero exacto de personas que residen en estos asentamientos. Ello complica la planificaci¨®n y ejecuci¨®n de campa?as de salud, como por ejemplo, las campa?as de vacunaci¨®n. A pesar de los esfuerzos de organizaciones locales y ONG para resaltar estas condiciones de pobreza, la obtenci¨®n de datos precisos y sistem¨¢ticos sobre estas poblaciones sigue siendo un desaf¨ªo importante.
Sin embargo, Argentina se ha convertido en una naci¨®n l¨ªder que ha implementado medidas relevantes en esta ¨¢rea. El RENABAP ha proporcionado a los residentes de los asentamientos informales protecci¨®n, bajo la ¡®Ley de Barrios Populares¡¯, la cual otorga el ¡®Certificado de Vivienda Familiar¡¯ que acredita a los ciudadanos la tenencia de sus hogares. ¡°Conseguimos aprobar por unanimidad la Ley que, entre otras cosas, autoriz¨® al Poder Ejecutivo Nacional crear un Fideicomiso para fondear las obras de integraci¨®n y la adquisici¨®n de suelo¡± cuenta, orgullosa, Mi?o. Por primera vez, se puso en marcha una pol¨ªtica nacional que financia y monitorea obras para integrar asentamientos informales de todas las provincias argentinas, mientras a su vez crea nuevo suelo urbano para dar respuesta a las generaciones m¨¢s j¨®venes.
No obstante, el car¨¢cter cambiante y el r¨¢pido crecimiento de estos asentamientos representa un desaf¨ªo constante para RENABAP. La evoluci¨®n y transformaci¨®n de los barrios exige un monitoreo y actualizaci¨®n constante y desde el Ministerio de Desarrollo Social se hab¨ªa apostado por la innovaci¨®n y la tecnolog¨ªa para avanzar en los procesos. El Ministerio colaboraba con el proyecto IDEAtlas, liderado por la Universidad de Twente, en Pa¨ªses Bajos, y financiado por la Agencia Espacial Europea (ESA). En ¨¦l, hacen uso de la inteligencia artificial y tecnolog¨ªa espacial para detectar asentamientos informales autom¨¢ticamente a trav¨¦s de im¨¢genes satelitales. Esta colaboraci¨®n permiti¨® incluir barrios populares no detectados anteriormente, los cuales han sido visitados y verificados por el RENABAP, y ya han sido incluidos en el Registro Nacional.
El proyecto de escala global colabora con siete ciudades de distintos continentes, incluyendo Buenos Aires, Ciudad de M¨¦xico, Jakarta, Lagos, Medell¨ªn, Mumbai y Nairobi, por lo cual es adaptable a una variedad de entornos urbanos muy distintos. IDEAtlas demuestra c¨®mo la combinaci¨®n de tecnolog¨ªa, innovaci¨®n y participaci¨®n comunitaria puede abordar el mapeo de barrios invisibles para las autoridades, pero que son el hogar de un gran n¨²mero de ciudadanos. Este proyecto ha suscitado mucho inter¨¦s a organizaciones intergubernamentales como la ONU o la OCDE, y lo que comenz¨® como una iniciativa cient¨ªfica, tiene el potencial de convertirse en una herramienta global para una urbanizaci¨®n m¨¢s inclusiva y equitativa.
Sin embargo, para lograrlo, se debe contar con el apoyo p¨²blico local. Y es por ello imprescindible que el nuevo Gobierno mantenga la financiaci¨®n y el buen trabajo del RENABAP para poder avanzar en los derechos de m¨¢s de cinco millones de ciudadanos que hasta hace poco m¨¢s de un lustro estaban olvidados. Argentina es referencia en ello y es hora de mejorar los procesos, no de borrarlos del mapa.
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