Sylvanus Olympio: demasiado independiente como para perdurar
El ¡°Padre de la Patria¡± de Togo fue el primer mandatario derrocado y asesinado bajo el amparo franc¨¦s en una de sus excolonias
Perfectamente instruido, formado en la London School of Economics y pol¨ªglota con dominio de seis idiomas, Sylvanus Olympio fue un estadista de relieve internacional con ansias de desarrollar Togo, su pa¨ªs. Y un verdadero activista por la liberaci¨®n africana, como otros grandes personajes de su era de la talla de Patrice Lumumba, ex primer ministro de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC), o Julius Nyerere, expresidente de Tanzania. Experiencia en dirigir no le falt¨®, ya que de joven se convirti¨® r¨¢pidamente en el presidente de la secci¨®n africana de la multinacional Unilever, siendo muy poco habitual encontrar un africano en un cargo as¨ª. Hoy, 13 de enero, hace 70 a?os que fue asesinado.
El mandatario togol¨¦s ¡ªfue primer ministro, y luego presidente, de Togo desde 1958 hasta su asesinato en 1963¡ª fue un activo para su naci¨®n y logr¨® aportarle ganancias a trav¨¦s de la exportaci¨®n de fosfatos. Apunt¨® contra los intereses coloniales y quiso romper v¨ªnculos con la versi¨®n del neocolonialismo a la francesa, y eso le cost¨® muy caro. En cuesti¨®n de unas horas, fue liquidado durante un golpe de Estado militar. Una vez m¨¢s, la acci¨®n de los aliados internos de los intereses de Francia fue vital para cumplir la misi¨®n.
Objetivos claros
A finales de los cincuenta, Francia experimentaba la forma de reconvertir su imperio colonial para no perderlo ante los embates provocados por las transformaciones globales y la presi¨®n de los movimientos de liberaci¨®n locales que pon¨ªan en entredicho la conservaci¨®n de posesiones de ultramar. A la par, varios l¨ªderes africanos aprovecharon el contexto para impulsar sus proyectos de emancipaci¨®n. En el marco de las reformas imperiales, en 1956, Togo obtuvo la autonom¨ªa y el 27 de abril de 1958 Olympio fue elegido primer ministro. Dos a?os despu¨¦s, el pa¨ªs fue declarado independiente, como la mayor parte de territorios africanos de Francia durante 1960. Ese mismo a?o, con la supervisi¨®n de Naciones Unidas, se impuso en las primeras elecciones post independencia frente al candidato presidencial pro franc¨¦s Nicolas Grunitzky.
A diferencia del marfile?o F¨¦lix Houphou?t-Boigny, el togol¨¦s aspir¨® a una verdadera independencia. Cont¨® con el apoyo alem¨¢n y el brit¨¢nico, adem¨¢s del sost¨¦n de varios pa¨ªses africanos. Cort¨® amarras con Francia, algo que Par¨ªs nunca podr¨ªa perdonarle, y adem¨¢s simpatiz¨® con algunos de los enemigos franceses, como el guineano S¨¦kou Tour¨¦, quien dijo ¡°no¡± al colonizador en el refer¨¦ndum de 1958, origen de la independencia pionera de la actual Guinea Conakry en el bloque subsahariano franc¨¦s.
Como otros l¨ªderes nacionalistas de su tiempo, Olympio milit¨® en la unidad regional, y propuso la asociaci¨®n con el actual Ben¨ªn, otra ex posesi¨®n francesa, y con la gigantesca Nigeria, excolonia brit¨¢nica desde 1960 y opuesta a Jacques Foccart, mano derecha de Charles De Gaulle en el dise?o de la pol¨ªtica africana. El togol¨¦s rechaz¨® la uni¨®n con la Ghana de Kwame Nkrumah, referente del panafricanismo. Otro ejemplo de pol¨ªtica antifrancesa devino de la intenci¨®n de crear una moneda, asociada al marco alem¨¢n, que le permitiera a Togo escapar de la zona del franco. En materia cultural, Olympio tambi¨¦n se mostr¨® duro contra Francia al retrasar la apertura de un centro cultural de esa naci¨®n y, en cambio, no tuvo dilaci¨®n en inaugurar la sede del Instituto Goethe en Lom¨¦, la capital de Togo. En los c¨ªrculos franceses se ten¨ªa la imagen de Olympio como muy cercana al inter¨¦s anglosaj¨®n. De modo que la potencia colonial no le perdonar¨ªa todas esas afrentas.
La trama del complot
Durante la noche del 13 de enero de 1963 se lanz¨® la operaci¨®n para localizar y eliminar al presidente togol¨¦s. El objetivo: la residencia presidencial donde los atacantes supon¨ªan que estar¨ªa esa noche. Ten¨ªan raz¨®n. El mandatario dorm¨ªa, despu¨¦s de una intensa jornada de trabajo en la que hab¨ªa redactado la carta de la Organizaci¨®n de la Unidad Africana (OUA) que le hab¨ªa sido encomendada. Para la fundaci¨®n de este cuerpo continental quedaban casi cuatro meses, algo que Olympio no lleg¨® a ver. Solo dos polic¨ªas vigilaban la entrada del lugar. Su esposa, Dina, fue la primera en despertarse ante la llegada de unos hombres que buscaban a su marido, quien intent¨® fugarse.
El comando invadi¨® la casa, detuvo a la familia presidencial y el personal dom¨¦stico y revis¨® cent¨ªmetro a cent¨ªmetro la vivienda. Los hombres abrieron fuego contras los armarios y destruyeron la biblioteca. No conformes con el resultado de la b¨²squeda, saquearon la propiedad, tomando dinero y joyas e interrogaron a Dina, quien dijo no saber d¨®nde se encontraba el presidente. Por lo que el l¨ªder del operativo, ?tienne Gnassingbe Eyad¨¦ma, inform¨® por tel¨¦fono a su superior, el embajador franc¨¦s en Togo, Henri Mazoyer, de que el objetivo hab¨ªa desaparecido.
Mayozer llam¨® a su hom¨®logo estadounidense, L¨¦on Poullada, para informarle de que Olympio hab¨ªa sufrido un golpe y que, seg¨²n su sospecha, el pr¨®fugo se hallaba en la delegaci¨®n diplom¨¢tica norteamericana, localizada dentro del per¨ªmetro invadido. Sin embargo, todo era una simulaci¨®n, el objetivo hab¨ªa sido abatido al cruzar el estacionamiento del complejo, ya que, se dec¨ªa, que el presidente buscaba protecci¨®n en la embajada estadounidense, sede que tambi¨¦n result¨® violentada.
Fue el mismo Eyad¨¦ma quien dispar¨® de muerte a Olympio, seg¨²n declar¨® m¨¢s tarde. En ese entonces, era un sargento de 27 a?os del ej¨¦rcito franc¨¦s, recientemente desmovilizado del frente en la guerra de liberaci¨®n de Argelia (1954-1962), como tantos otros militares. Fiel al inter¨¦s franc¨¦s, el golpista reclut¨® a un grupo de leales que incluy¨® a Emmanuel Bodjoll¨¦, quien a su vez entren¨® adeptos provenientes de Kara, regi¨®n norte?a de Togo de un grupo ¨¦tnico contrario al ewe, sure?o, el del presidente. El comando estuvo dividido: otro sargento, Robert Adewi, se encarg¨® de arrestar a varios de los ministros. Georges Ma?trier, comandante de la gendarmer¨ªa togole?a y consejero militar de presidencia, fue el verdadero cerebro del golpe, a quien Olympio no le hab¨ªa renovado su puesto a finales de 1962.
Entretanto, la esposa del mandatario, desconociendo su paradero, recib¨ªa mensajes con la demanda de que su marido renunciara a la presidencia. Finalmente, el cad¨¢ver de Olympio fue hallado en el acceso de la embajada estadounidense por Poullada y Dina cont¨® que lo vio mutilado, acribillado y con varios bayonetazos. El camino qued¨® preparado para lo que vendr¨ªa.
Pasada la amenaza
A partir de ese momento, Lom¨¦ volvi¨® al abrazo con Francia, y a¨²n hoy perdura. Nicolas Grunitzky cubri¨® el cargo vacante. En verdad, su presidencia fue un par¨¦ntesis ante la consumaci¨®n del golpe de 1967, que llev¨® a Eyad¨¦ma al poder, hasta 2005, a?o de su muerte. Este eligi¨® el aniversario del asesinato de Olympio, el 13 de enero de 1967, para dar su golpe, si bien ocupar¨ªa el poder unas semanas m¨¢s tarde. Su modelo fue Joseph D¨¦sir¨¦ Mobutu, dictador de Zaire (hoy RDC) entre 1965 y 1997, quien hab¨ªa dado su golpe en noviembre de 1965. En conclusi¨®n, desde finales de la d¨¦cada de los sesenta y despu¨¦s del traspaso del mando al hijo de Eyad¨¦ma, Faure Gnassingbe, quien gobierna hasta hoy, en Togo puede decirse que todo queda en familia.
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