D¨ªselo (tal vez) sin flores, pero con amor
Cinco propuestas para celebrar San Valent¨ªn a gusto de cada uno, sin que sea oneroso para el planeta ni para nuestro presupuesto
?Te crees que porque le ofreces un ramo va a caer rendida ante tus pies? ?Qui¨¦n no ha vivido un San Valent¨ªn desastroso, en el que deseabas que tu pareja se extasiara ante ese regalo tan especial pero, una vez abierto el paquete, has le¨ªdo en sus ojos la decepci¨®n m¨¢s o menos camuflada tras un ¡°gracias, cari?o¡±?
Nuestra sociedad nos incita a expresar el amor con compras, con objetos. ?Y si no todos fu¨¦ramos sensibles a este lenguaje? A m¨ª me abri¨® los ojos en su d¨ªa el libro Los cinco lenguajes del amor de Gary Chapman. El autor sostiene la tesis (a mi juicio, muy acertada) de que hay cinco maneras diferentes de expresar, experimentar y recibir cari?o y si no utilizas la correcta quiz¨¢ metas la pata, por muy buena intenci¨®n que lleves. Puede ser que a una mujer le chifle recibir flores pero ?y si tu pareja espera de ti otra cosa? As¨ª que, al hilo de las cinco propuestas de Chapman, he aqu¨ª mi lista alternativa (con o sin flores) pero con ternura:
1) Palabras de afirmaci¨®n. Conozco muchas personas capaces de sacar la tarjeta de cr¨¦dito sin miedo y sin pausa para agasajar y cubrir de regalos a su pareja pero que a la vez son incapaces de expresar sus sentimientos y de verbalizar que les aman. Si ese es tu caso, ?por qu¨¦ no bombardearle con mensajes rom¨¢nticos por escrito? No se trata de ser cursi ni empalagoso. ?Y si decoras las paredes de casa con post-it, por decir algo, y en cada uno de ellos agradeces o celebras aquello que m¨¢s aprecias de tu media naranja? Escribe sobre un aspecto concreto y real, una acci¨®n particular y personal y no frases prefabricadas sacadas del horno de Google. La imaginaci¨®n (y no la Visa) al poder.
Hay cinco maneras diferentes de expresar, experimentar y recibir cari?o y si no utilizas la correcta quiz¨¢ metas la pata, por muy buena intenci¨®n que lleves
2) Tiempo de calidad. Yo que he superado ya medio siglo de vida echo la vista atr¨¢s y no acabo de creer que todos esos a?os ya los viv¨ª y nunca volver¨¢n. ?Qui¨¦n me rob¨® tanto tiempo? Si no pasas hoy tiempo de calidad con ella o con ¨¦l, ?cu¨¢ndo lo har¨¢s? ?Y si el D¨ªa de San Valent¨ªn lo convirti¨¦ramos, para empezar, en el d¨ªa sin internet, sin tel¨¦fono, sin pantallas: que la ¨²nica interfaz posible sea la faz de nuestro ser querido? ?T¨² tambi¨¦n tienes el smartphone siempre al alcance de la mano como si fuera una extensi¨®n m¨¢s de tu cuerpo? Que la ¨²nica luz que se proyecte sobre nuestra cara, ese d¨ªa, sea la que sale de la mirada de nuestro interlocutor. Delante de tanta virtualidad, volvamos a lo f¨ªsico, lo real, lo carnal. Ese tiempo de calidad no necesita tampoco de gran aparato ni de gran parafernalia: solo dos (o m¨¢s) personas en relaci¨®n y desconectadas del mundo exterior.
3) Dar regalos. Chapman entiende que ofrecer objetos es uno de los cinco lenguajes del amor tambi¨¦n pero no el ¨²nico. No voy a hacer muchas propuestas porque el cat¨¢logo es infinito. Solo dir¨ªa que puestos a comprar es mejor optar por objetos de segunda mano que nuevos; y se recomienda tambi¨¦n comprar en tiendas locales que en grandes superficies y el colmo de los colmos es fabricar uno mismo el regalo. Va a sonar a perogrullada pero no est¨¢ de m¨¢s recordar que el valor del regalo no es su precio de venta al p¨²blico. Puede ser un objeto que el mundillo comercial tenga en poca estima pero que para nuestra pareja sea valioso por razones sentimentales. Mi marido me regal¨® una vez una tetera inglesa de segunda mano en un mercadillo de barrio. No cost¨® m¨¢s de 20 euros, pero me hizo sentir como la Reina de Inglaterra: desde entonces sirvo mi t¨¦ brit¨¢nico en una aut¨¦ntica tetera made in Great Britain. En realidad, lo m¨¢s dif¨ªcil al regalar no es comprar sino acertar con la idea. ?Buena suerte!
4) Actos de servicio. Si vives con tu pareja desde hace ya un tiempecito seguro que os hab¨¦is instalado en una rutina, que resulta pr¨¢ctica y c¨®moda para gestionar el d¨ªa a d¨ªa, pero que acaba siendo frustrante tambi¨¦n en algunas ocasiones. Si siempre es ella quien va a hacer la compra, ?por qu¨¦ no acompa?arle en esta ocasi¨®n y ayudarle con el peso? Ser galante no cuesta nada, solo sacrificio. Si siempre es ¨¦l que lava los platos, ?por qu¨¦ no lavarlos a cuatro manos? En alg¨²n libro le¨ª que a menudo la mujer espera de su pareja que ¡°se ponga el delantal¡±, y ese gesto de disponibilidad para el servicio acaba tocando la fibra sensible mucho m¨¢s que una retah¨ªla de versos rom¨¢nticos que se los acaba llevando la primera ventisca .
5) El contacto f¨ªsico. Una amiga casada y con dos hijos adolescentes me explicaba su tristeza porque por la noche, cuando al final del d¨ªa se encuentran los cuatro en casa, cada cual se a¨ªsla en su habitaci¨®n y no se hablan. Aun menos se tocan. Conozco muchas personas que han sufrido tendinitis en los dedos de las manos de tanto teclear en el ordenador y en el smartphone. ?Por qu¨¦ no acariciar la piel en vez de la pantalla? ?Por qu¨¦ no redescubrir ese humano que comparte espacio con nosotros? ?Por qu¨¦ no hablar sin palabras y abrazarse, por ejemplo, en medio del pasillo as¨ª sin m¨¢s, sin motivo y sin objetivo? En mi caso y en mi casa, yo exijo besos a todos los miembros de mi familia antes de que se vayan por la ma?ana, aunque sean robados en el dintel de la puerta. Me ayuda a afrontar el d¨ªa y no creo equivocarme al decir que a ellos tambi¨¦n les reconforta.
El amor se expresa con regalos, s¨ª, pero tambi¨¦n con palabras, con gestos de servicio, con el tiempo de calidad y con el tacto. Ninguno de estos otros cuatro lenguajes exige transacci¨®n monetaria de por medio. ?Ser¨¢ por eso que parecen no tener valor a los ojos del mundo? Sigue los dictados de tu coraz¨®n y no los de la publicidad. Investiga primero cu¨¢l es el lenguaje preferido por tu pareja y, acto seguido, reg¨¢lale aquello que vaya a hacerle feliz. Quiz¨¢, despu¨¦s de todo, con un ramo de flores tiene m¨¢s que suficiente.
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