¡°Que todo el mundo sepa que estamos en el infierno¡±
Casi cien mil ni?os permanecen en instituciones residenciales y orfanatos de Ucrania con pocas posibilidades de ser evacuados y expuestos a un alto riesgo de violencia y abandono. La directora de Programas de Aldeas Infantiles en el pa¨ªs describe aqu¨ª los esfuerzos tit¨¢nicos que se est¨¢n realizando para protegerlos
Alrededor de cuatro millones de ni?os y ni?as viven en regiones que se han convertido en zonas de riesgo en Ucrania desde que comenz¨® la invasi¨®n de Rusia. Dentro de estos territorios, en torno a 1,5 millones de menores de edad se encuentran en puntos cr¨ªticos, es decir, ciudades y pueblos bloqueados en este momento como Irpin, Mariupol, Bucha, Hostomel, Stanytsia Luhanska, Sievierodonetsk, Starobilsk, Popasna y otros.
Algunas instituciones residenciales de las provincias de Luhansk y Donetsk lograron evacuar a los ni?os y ni?as al oeste de Ucrania, pero actualmente estamos encontrando grandes problemas con estas labores en las regiones de Zaporizhia, J¨¢rkov, Mykolaiv, Sumy, Kherson, Zhytomyr y Chernihiv. No hay estad¨ªsticas exactas, ya que todos los d¨ªas aparecen nuevos puntos de acceso.
Desde Aldeas Infantiles SOS supervisamos constantemente la situaci¨®n de los menores de edad en instituciones residenciales en estas zonas. Solo el s¨¢bado, logramos reubicar a unos 150 peque?os de entre cero y tres a?os de cuatro hogares para beb¨¦s en J¨¢rkov. El personal de estos centros no quer¨ªa irse, y sin ellos la evacuaci¨®n de los internos es ilegal. Estuvimos persuadi¨¦ndolos durante tres d¨ªas y finalmente lo logramos.
Las personas en el terreno que est¨¢n apoyando las evacuaciones est¨¢n arriesgando sus propias vidas porque, en zonas de conflicto, estas a menudo se producen durante los tiroteos. Hubo casos en los que estos se iniciaron exactamente en el momento de comenzarlas.
Tienes que elegir entre riesgos. Por un lado, te arriesgas a quedar aislado en un pueblo o una ciudad que est¨¢ totalmente bloqueada y sin electricidad, sin acceso a medicamentos, sin calefacci¨®n. Por otro, corres el riesgo de salir de all¨ª sabiendo que pueden iniciarse los disparos y es posible que no salgas con vida.
Sabemos de un hogar para beb¨¦s con alrededor de 50 ni?os y ni?as en Vorzel, cerca de Kiev, que ha estado incomunicado durante unos cinco d¨ªas. Nadie sabe lo que est¨¢ pasando all¨ª. Nadie tiene acceso. Sol¨ªamos tener contacto con los voluntarios y el director, pero ahora no es posible. Carecen de conexi¨®n telef¨®nica y el acceso f¨ªsico est¨¢ bloqueado. A trav¨¦s de nuestra red y junto con el Comisionado de los Derechos del Ni?o tratamos de monitorear la situaci¨®n.
Adem¨¢s de mi trabajo en Aldeas Infantiles SOS en Ucrania, durante los ¨²ltimos seis a?os he estado al frente de la Red Ucraniana de Derechos del Ni?o, que re¨²ne a 27 organizaciones de protecci¨®n que en este momento coordinan sus esfuerzos a nivel nacional para salvar y proteger a la infancia de nuestro pa¨ªs.
Escrib¨ª una carta al Comit¨¦ de los Derechos del Ni?o de la ONU preguntando sobre la apertura de un corredor humanitario, una acci¨®n facilitada por nuestros colegas de incidencia pol¨ªtica. Llamaron a todas las puertas para que el Comit¨¦ discutiera este tema.
Se est¨¢n negociando corredores humanitarios entre el gobierno de Ucrania y la Federaci¨®n Rusa. Informalmente, hay un acuerdo para ponerlos en funcionamiento, pero en la pr¨¢ctica no funcionan. Hubo un intento desde Mariupol y nadie logr¨® salir. Las fuerzas rusas abren fuego contra autobuses llenos de gente o sobre personas que caminan mientras huyen. Todo esto est¨¢ sucediendo bajo el fuego. La realidad es que no existe un corredor humanitario.
Entonces, las personas se van solas llev¨¢ndose solo lo que pueden cargar. Los soldados ucranianos les ayudan a cargar ni?os y ni?as, o mujeres, o a aquellos que no pueden moverse.
El domingo pasado, una familia con dos hijos muri¨® durante la evacuaci¨®n en Irpin. Estaban a punto de cruzar un puente, donde los soldados ucranianos ayudaban a la gente. En ese momento, se abri¨® fuego. Dos ni?os muertos. As¨ª es como va la evacuaci¨®n.
Cientos de ni?os en s¨®tanos fr¨ªos y sin comida
Hay riesgo de morir no solamente por las balas, sino tambi¨¦n por el hambre y la congelaci¨®n. Esta es justamente la raz¨®n por la que necesitamos urgentemente corredores humanitarios funcionales. La gente se esconde en s¨®tanos fr¨ªos y ya hay muchos con cientos de menores en su interior. En el que yo estaba ten¨ªamos agua y pan, pero ahora no se puede comprar nada. Las tiendas ya no funcionan en los pueblos y ciudades que est¨¢n sitiadas. La comida es un problema, no hay calefacci¨®n y la temperatura por la noche es de ocho grados bajo cero. No hay electricidad en las ciudades bloqueadas y la gente no puede cargar sus tel¨¦fonos. Tampoco podemos utilizar generadores porque no queda combustible para hacerlos funcionar.
Hay muchos beb¨¦s entre la gente que est¨¢ en los s¨®tanos. Sus madres no pueden amamantarlos porque ya han empezado a perder la leche, y tampoco pueden darles f¨®rmula para beb¨¦s porque no est¨¢ disponible. Esto significa que corren un grave riesgo de morir de hambre.
Perderlo todo por segunda vez
Tengo dos hijas. La mayor tiene 19 a?os y ya pas¨® por esto cuando ten¨ªa once y tuvimos que dejar nuestra casa en Donetsk. Para ella, que vuelva a haber una guerra es una gran tragedia. Fue por ella por lo que no salimos de nuestra casa en Irpin hasta hace dos d¨ªas. Estaba categ¨®ricamente en contra de irse. Repet¨ªa: ¡°No quiero perder mi casa otra vez, no por segunda vez¡±.
Mi hija menor tiene dos a?os y ocho meses. Nos inventamos cuentos de hadas para decirle que el sonido de las bombas son truenos. Ayer, cuando conduc¨ªamos hacia el oeste de Ucrania, cada vez que escuchaba el ruido, preguntaba: ¡°?Qu¨¦ es este ruido? Eso es disparar, ?verdad?¡±
Es demoledor saber que, aunque mis hijas tienen una diferencia de edad de 17 a?os, ambas ya han pasado por la guerra.
Apoyo psicol¨®gico para seguir trabajando
Ahora necesitamos centrarnos en las acciones humanitarias en las ¨¢reas donde hay m¨¢s desplazados internos de las regiones m¨¢s afectadas de Ucrania. Continuaremos coordinando la reubicaci¨®n de familias de acogida a lugares m¨¢s seguros.
Una de nuestras tareas m¨¢s importantes es apoyar a nuestro personal. Debemos ayudarles a estabilizarse emocionalmente. Necesitan apoyo psicol¨®gico para poder seguir trabajando pues, de lo contrario, los perderemos.
La situaci¨®n es muy incierta. Si piensas en ello, es posible que acabes perdiendo la cabeza, y esa no es la salida. En mi caso, me sumerjo en el trabajo. No me he derrumbado, consigo centrar mi atenci¨®n en lo que se puede hacer, d¨®nde poner el foco y qu¨¦ necesitamos. Esta es una forma de autoprotecci¨®n y ayuda a no volverse loco. Mis colegas hacen lo mismo. Todos estamos meditando sobre c¨®mo ayudar a los ni?os y ni?as y a los compa?eros en esta situaci¨®n. No tiene sentido entrar en p¨¢nico porque eso no ayuda. De alguna manera, los terribles eventos que han estado ocurriendo en Ucrania durante a?os nos prepararon para todo esto.
Quienes trabajamos en el campo del bienestar infantil no necesitamos palancas que fomenten nuestra motivaci¨®n. No necesitamos impulsores porque ya estamos motivados. Por eso trabajamos en esta ¨¢rea. La misi¨®n de Aldeas Infantiles SOS coincide con nuestra misi¨®n personal.
Estamos tratando de salvar familias y nos alegra ver c¨®mo funciona. Tambi¨¦n entendemos claramente que esto no va a mejorar en el corto plazo. Durante mucho tiempo ser¨¢ una situaci¨®n muy desafiante para todos: para los adultos, para nuestro personal y, sobre todo, para los ni?os. Las consecuencias de esta guerra pueden durar incluso una d¨¦cada, somos conscientes de ello.
Me gustar¨ªa dar las gracias a todos los que apoyan a Ucrania y expresan su solidaridad y a todas las personas que est¨¢n ayudando. Los ni?os, las ni?as y las familias de Ucrania necesitan su ayuda y apoyo.
Quiero que todos sepan que lo que est¨¢ pasando aqu¨ª, en Ucrania, en Europa, es el infierno. Quiero que todos sepan que estamos en el infierno.
No tuvimos tiempo suficiente
En 2014, cuando comenz¨® la guerra en el Donb¨¢s, logramos reubicar a tiempo a todas las familias de acogida y a los menores que se encontraban en instituciones residenciales.
Cuando se hizo evidente que el pa¨ªs se enfrentaba a una nueva guerra, ya en diciembre del a?o pasado, desde Aldeas Infantiles SOS y otras organizaciones de infancia, incluida la Red de Derechos del Ni?o de Ucrania, iniciamos una comunicaci¨®n activa con el Gobierno solicitando pasos preparatorios. Sin embargo, la experiencia de 2014 y 2015 no se tuvo en cuenta para adoptar medidas. La guerra comenz¨® de repente y todo cambi¨® r¨¢pidamente.
Mapeamos todos los servicios de cuidado alternativo en nueve regiones que consideramos zonas de riesgo en caso de conflicto. Obtuvimos datos sobre el n¨²mero de ni?os y ni?as que viven en familias de acogida y en instituciones residenciales. Las nueve regiones fueron seleccionadas seg¨²n criterios que consideramos relevantes, como estar en la frontera con Rusia, por ejemplo.
Compartimos estos datos mapeados con todas las partes interesadas y organismos clave del Ministerio de Asuntos Sociales. Desafortunadamente, el tiempo no fue suficiente porque enviamos la informaci¨®n elnes y la guerra comenz¨® el jueves por la ma?ana. Si hubi¨¦ramos tenido un poco m¨¢s de tiempo, se podr¨ªan haber dado algunos pasos basados en la informaci¨®n que recopilamos.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter, Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.