M¨²sica para la inclusi¨®n en Navarra
Para tratar de paliar el duelo migratorio, una organizaci¨®n navarra ha creado un taller de m¨²sica que ofrece apoyo emocional a j¨®venes que tuvieron que abandonar su pa¨ªs y ahora viven en Pamplona. El 3 de octubre act¨²an en directo
¡°?Qu¨¦ tal la semana?¡±. No es una pregunta de cortes¨ªa. Ayuda a mirar dentro, generar complicidades y a quien no tiene tanto idioma, le obliga a expresarse con los dem¨¢s, ganando confianza. Laura (nombre ficticio para proteger su identidad), de 17 a?os, parece titubear ligeramente en la respuesta. Cuando alguien del grupo lo hace, acaba contando algo que hace que el resto dejen sus distracciones. ¡°He agredido a una compa?era de clase y me han expulsado¡±. Pausa. Miradas interrogativas.
¡°Est¨¢bamos en una actividad en la que ten¨ªamos que contar el oficio de nuestros padres y yo dije que mi padre trabajaba en la construcci¨®n y mi madre era ama de casa. Es muy habitual en mi pa¨ªs. Al comenzar el recreo, una chica me dijo que en su casa estaba todo sin fregar y que a ver si pod¨ªa ir mi madre a hacerlo. Siempre est¨¢ burl¨¢ndose y no lo soport¨¦¡±. La crudeza del relato contrasta con la dulzura del acento latino. Lo cuenta con una narraci¨®n precisa y con la fluidez propia de aquellos pueblos que fueron colonizados y pronto adquirieron conciencia de que la ¨²nica manera de no perder su identidad era por transmisi¨®n oral de una generaci¨®n a otra.
Estamos en el Taller de m¨²sica para el acompa?amiento emocional promovido por SEI (Servicio Socioeducativo Intercultural), una organizaci¨®n afincada en Pamplona que trata de empoderar y ofrecer herramientas para su desarrollo a j¨®venes que han tenido que abandonar su pa¨ªs y ahora est¨¢n aqu¨ª. Ha recibido varios premios por su trabajo y compromiso social, consolid¨¢ndose como puntera en Navarra.
Y es que nacer en Occidente implica nacer con ojo vago, con una ceguera inducida que impide ver que el mundo es un lugar profundamente desordenado. Pero quienes nacieron al otro lado del muro, lo conocen bien porque est¨¢n atravesados por ¨¦l: abuelas que tienen que ser madres; madres que tienen que abandonar el nido para ser madres a miles de kil¨®metros; hijas que dejan a sus padres mayores para convertirse en hijas improvisadas que cogen la mano, limpian y escuchan las historias de otros padres que no son los suyos, y ni?as y ni?os que descubren demasiado pronto que el mundo es un lugar inh¨®spito.
Y a este desorden, algunos lo llaman Orden. Vaya l¨ªo. Alg¨²n inter¨¦s tendr¨¢n.
Pero todo ese desorden del mundo, hay unos artistas que lo acaban convirtiendo en canci¨®n. As¨ª que volvamos al taller.
Surge para dar respuesta a las inquietudes musicales de chicos y chicas que acuden a SEI. No es f¨¢cil acceder en una ciudad nueva a locales de ensayo, estudios de grabaci¨®n o cualquier ¨¢mbito relacionado con la vida musical de la ciudad. Aqu¨ª se les ofrece esa oportunidad. A trav¨¦s de la m¨²sica se crea un espacio de confianza, un lugar donde sentirse escuchado y compartir inquietudes y experiencias. En este marco, las canciones generan v¨ªnculo y es bello ver c¨®mo se generan esos debates, a veces tan apasionados, que van configurando la identidad.
A veces, las circunstancias obligan a colocar las canciones en un segundo plano: cuidar hermanos peque?os, tr¨¢mites administrativos, convertirse en traductores para sus familias si hay algo que se sale de lo cotidiano¡ Menores de edad en algunos casos, que la vida los convierte en adultos. Por ejemplo, en cuanto leen y traducen para sus padres la carta de Iberdrola, diciendo que les van a cortar la luz por impago (por supuesto sin avisar a servicios sociales). O cuando tratan de seguir una clase abarrotada, en un idioma indescifrable y con la cabeza rumiando la bronca entre sus padres la noche anterior, cuando se echaban en cara que jam¨¢s ten¨ªan que haber abandonado su pa¨ªs.
No resulta f¨¢cil concentrarse en esas condiciones. En este caso, Carlos (nombre ficticio) no lo sabe, pero los recursos que podr¨ªan ayudarle a llevar a cabo sus estudios con ¨¦xito, teniendo una educaci¨®n p¨²blica adaptada a la pluralidad de la sociedad actual, se los han dado a la escuela concertada de enfrente. Esa en la que apenas hay j¨®venes de piel m¨¢s oscura. Y as¨ª, la educaci¨®n p¨²blica, pierde su principal objetivo: ser ascensor social. Por eso, a menudo le ronda la cabeza la idea de que es un fracasado y que no merece la pena seguir estudiando.
Tambi¨¦n hay historias de solidaridad: el compa?ero de clase que te ayuda con tus estudios, la compa?era que te acompa?a al salir de clase para que no te sientas sola, el profesor que se queda a hablar despu¨¦s de clase para ver c¨®mo puede echar una mano¡ Chalecos salvavidas que realmente salvan.
Estos j¨®venes actuar¨¢n en directo para dar a conocer su m¨²sica en el festival Atrapa-2 que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 3 de octubre en la Sala Zentral de Pamplona.
Txus San Vicente es t¨¦cnico del Taller de m¨²sica para el acompa?amiento emocional y tambi¨¦n es vocalista y guitarra en Ingravit?.
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