Los nuevos BRICS, ?un Sur radial con China en el centro?

La XV cumbre de los BRICS, celebrada hace pocos d¨ªas en Johanesburgo, ha atra¨ªdo una atenci¨®n importante de medios de comunicaci¨®n y analistas. No es para menos. Si el grupo original ya reun¨ªa algunas de las econom¨ªas emergentes mayores y m¨¢s din¨¢micas, con la anunciada incorporaci¨®n de seis miembros m¨¢s, los BRICS+ tendr¨¢n un important¨ªsimo peso en lo econ¨®mico (37% de la econom¨ªa mundial, seg¨²n datos del Banco Mundial) y, a¨²n m¨¢s, en lo demogr¨¢fico (46% de la poblaci¨®n mundial, seg¨²n la misma fuente). Esto, combinado, no obstante, con una participaci¨®n en el proceso de globalizaci¨®n sensiblemente menor (con algo m¨¢s del 22% de la presencia global agregada, seg¨²n el ?ndice Elcano de Presencia Global).

Mucha de la atenci¨®n se ha puesto, naturalmente, en su ampliaci¨®n y lo que supone desde el punto de vista geopol¨ªtico: si se conforma as¨ª un nuevo grupo de no alineados, si surge un nuevo reto o contrapeso a Occidente, o qui¨¦n gana y qui¨¦n pierde con ella, tanto en el grupo original (formado por Brasil, Rusia, India, China y Sud¨¢frica) como entre los nuevos miembros (Arabia Saud¨ª, Argentina, Egipto, Emiratos ?rabes Unidos, Etiop¨ªa e Ir¨¢n).

Es interesante, adem¨¢s, la declaraci¨®n conjunta y la visi¨®n del desarrollo que desprende y a la que se dedican, directa o indirectamente, el conjunto del texto en sus apartados sobre el multilateralismo, la seguridad, el crecimiento y el desarrollo sostenible.

El texto abre con un alegato a favor del multilateralismo, que deber¨ªa ser inclusivo. Se defiende contundentemente el sistema de Naciones Unidas pero tambi¨¦n la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (y, con ella, el libre comercio), el Fondo Monetario Internacional (en el centro de una eventual red de seguridad financiera mundial) y, evidentemente, otros espacios de gobernanza global de los que varios de los BRICS forman parte, como el G-20. No se deduce la voluntad de acabar con el actual orden mundial, lo que va muy en la l¨ªnea de estudios recientes sobre la actitud de China ante las normas internacionales.

La agenda de desarrollo econ¨®mico es, en realidad, una agenda de crecimiento (partnership for mutually accelerated growth, alianza para el crecimiento mutuamente acelerado). Un crecimiento que se sustenta en el comercio internacional. Esto, en un momento en que Europa y Estados Unidos hablan m¨¢s bien de autonom¨ªa estrat¨¦gica abierta o, directamente, de pol¨ªtica industrial, lo que lleva indefectiblemente a un cierto control sobre la cantidad o variedad de importaciones.

Por su parte, la aproximaci¨®n del texto al desarrollo sostenible se centra en el clima, la salud y la pandemia, o la carrera espacial, sin apenas menci¨®n a los modelos de desarrollo econ¨®mico, con la ¨²nica excepci¨®n de una menci¨®n a la necesidad de no utilizar la pol¨ªtica clim¨¢tica como una barrera comercial encubierta. De nuevo, el libre comercio.

La aproximaci¨®n del texto de los BRICS al desarrollo sostenible se centra en el clima, la salud y la pandemia, o la carrera espacial, sin apenas menci¨®n a los modelos de desarrollo econ¨®mico

Por supuesto, no se pueden tomar todas y cada una de las ideas de la declaraci¨®n en su literalidad, como si estas fueran parte de una hoja de ruta com¨²n. En este sentido, hay que tener en cuenta que las referencias a la libertad, la equidad de g¨¦nero, o la democracia son frecuentes. Sin embargo, esta visi¨®n del desarrollo como fruto del comercio internacional v¨ªa la explotaci¨®n de las ventajas comparativas de los pa¨ªses que integran la alianza puede comprenderse en el marco del patr¨®n comercial entre los miembros del grupo.

Seg¨²n datos de la UNCTAD, China es el primer socio comercial de cinco de los BRICS+ (Arabia Saud¨ª, Brasil, Ir¨¢n, Rusia y Sud¨¢frica); el segundo de otros tres (Argentina, Emiratos, India). Estados Unidos, por su parte, es primer o segundo socio comercial de seis de estos pa¨ªses, China entre ellos. A China se exportan productos agr¨ªcolas (Argentina, Brasil) y energ¨¦ticos (Arabia Saud¨ª, Emiratos, Rusia), metales preciosos (Emiratos, Sud¨¢frica). Adem¨¢s, tambi¨¦n se comercializan productos qu¨ªmicos para la manufactura con pl¨¢sticos (Ir¨¢n) o servicios de telecomunicaciones (India), de modo que China pueda ser el primer productor y exportador mundial de productos de consumo y otras manufacturas que el conjunto del planeta, en general, y sus socios BRICS+, en particular, necesitan.

Desde esta ¨®ptica, un sistema multilateral, garante del libre acceso a mercados de exportaci¨®n, estar¨ªa en el inter¨¦s de los BRICS+. Sin embargo, esta l¨®gica, de un Sur quiz¨¢s m¨¢s radial que global, con China en el centro, tambi¨¦n cristaliza capacidades productivas y exportadoras de mayor valor a?adido en el gigante asi¨¢tico que en el resto de sus socios y, con ello, limita en estos ¨²ltimos las posibilidades de un desarrollo econ¨®mico basado en la creaci¨®n de mayores y mejores capacidades productivas. Si la declaraci¨®n hace 37 referencias a aspectos comerciales, la industria o los procesos de industrializaci¨®n, se mencionan solo 11. En definitiva, la declaraci¨®n de Johanesburgo no termina de abordar la necesaria autonom¨ªa estrat¨¦gica de muchos de los BRICS+.

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