La econom¨ªa china y la expansi¨®n de los BRICS
El posible fin de la acelerada expansi¨®n econ¨®mica de China es un fen¨®meno que puede tener enormes implicaciones para el mundo
En las ¨²ltimas semanas han aparecido los primeros indicios de un fen¨®meno que podr¨ªa tener enormes implicaciones para la econom¨ªa mundial: el posible fin de la acelerada expansi¨®n econ¨®mica de China. Para nadie es un secreto que uno de los motores m¨¢s importantes de la actividad econ¨®mica mundial en las ¨²ltimas d¨¦cadas ha sido el ascenso de China en el orden econ¨®mico global. Las enormes tasas de crecimiento de China de los ¨²ltimos a?os han arrastrado a toda la econom¨ªa mundial en su conjunto debido al tama?o e importancia de ese pa¨ªs.
Ahora, sin embargo, las primeras se?ales de una importante desaceleraci¨®n econ¨®mica han comenzado a aflorar. La inversi¨®n extranjera casi se ha detenido en los meses recientes. La contrapartida del nearshoring que tanto se ha celebrado en algunos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina ha sido el creciente desinter¨¦s en invertir en China o de plano la salida de empresas ya establecidas en ese pa¨ªs. Esta situaci¨®n, combinada con tendencias demogr¨¢ficas preocupantes (bajas tasas de natalidad, desequilibrios de g¨¦nero, bajas tasas de nupcialidad, etc.), eventualmente podr¨ªan llevar a un colapso del crecimiento econ¨®mico con consecuencias econ¨®micas, pol¨ªticas y sociales muy dif¨ªciles de prever.
Adem¨¢s de lo anterior, hay otros temores que afectan a la econom¨ªa china: muchos sectores econ¨®micos est¨¢n altamente endeudados; algunas de las grandes empresas constructoras est¨¢n muy apalancadas y enfrentan riesgos inminentes de quiebra; la amenaza de la deflaci¨®n est¨¢ latente (de hecho, ya en julio de este a?o se tuvo una ca¨ªda en los precios en su comparaci¨®n anual); las tasas de desempleo juvenil est¨¢n por encima del 20% y la oficina de estad¨ªsticas de China ha anunciado que dejar¨¢ de publicar estas cifras por cuestiones metodol¨®gicas, un eufemismo que es considerado como un intento de ocultar una realidad indeseable.
As¨ª, varios de los elementos que hoy caracterizan a la econom¨ªa de China son reminiscentes de lo que ocurri¨® en Jap¨®n o en otros pa¨ªses asi¨¢ticos hace algunos a?os. El r¨¢pido crecimiento econ¨®mico basado en una fuerte acumulaci¨®n de capital, sin que necesariamente vaya acompa?ado de aumentos en la productividad o en crecimientos equivalentes en el consumo, tarde o temprano se enfrenta a sus propios l¨ªmites.
En parte por estas preocupaciones, pero tambi¨¦n motivada por cuestiones geopol¨ªticas, China est¨¢ buscando ampliar en forma acelerada la esfera de sus relaciones econ¨®micas, financieras y pol¨ªticas con otros pa¨ªses. Es en este contexto en el que se debe entender el inter¨¦s de China por incrementar su influencia en otros pa¨ªses a trav¨¦s de la expansi¨®n del grupo conocido como los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sud¨¢frica). Este grupo recientemente sostuvo su cumbre anual en Sud¨¢frica y, al t¨¦rmino de esta, anunci¨® la inclusi¨®n de 6 nuevos pa¨ªses miembros en la organizaci¨®n: Argentina, Ir¨¢n, Etiop¨ªa, Egipto, Arabia Saudita y los Emiratos ?rabes Unidos.
Es evidente que la expansi¨®n del grupo favorece la posici¨®n geopol¨ªtica de Rusia y China. En el caso de Rusia es un intento claro por reducir su aislamiento internacional, el cual se ha visto recrudecido a partir de la invasi¨®n a Ucrania. Para China es una expansi¨®n de su influencia en distintas dimensiones. Los nuevos pa¨ªses miembros, por su parte, buscan beneficiarse de un mayor acceso a financiamiento (como en el caso de Argentina, Etiop¨ªa o Egipto) o bien de tratar de establecer una cierta independencia de los Estados Unidos (como en el caso de los pa¨ªses petroleros).
El grupo ampliado de los BRICS consiste en una extra?a mezcla de pa¨ªses cada vez m¨¢s heterog¨¦nea, que combina un buen n¨²mero de reg¨ªmenes autoritarios con algunos cuantos reg¨ªmenes democr¨¢ticos, los cuales tienen objetivos muchas veces contrastantes. Se dice que hay decenas de otros pa¨ªses emergentes o en desarrollo buscando afiliarse a esta agrupaci¨®n, lo que se ha planteado como un intento de los pa¨ªses del llamado sur global por buscar formar un contrapeso de otras organizaciones en las que no participan (como el G-7, por ejemplo). Esto ¨²ltimo resulta un argumento un tanto extra?o considerando que los cinco pa¨ªses que dan lugar al acr¨®nimo de BRICS ya forman parte del G-20 y que otros 2 de los nuevos miembros tambi¨¦n participan en dicha agrupaci¨®n.
En cualquier caso, para muchos pa¨ªses en desarrollo la existencia de una agrupaci¨®n con abundantes recursos econ¨®micos y dispuesta a incrementar su influencia global, se les presenta como una alternativa pol¨ªtica y econ¨®micamente atractiva. As¨ª, el discurso que plantea la necesidad de buscar un orden econ¨®mico m¨¢s justo e incluyente, que busca reducir la influencia del d¨®lar en el comercio mundial y que plantea cr¨ªticas al rol de las instituciones financieras multilaterales que prestan recursos econ¨®micos sujetos a ciertas condicionalidades, resulta un canto de las sirenas irresistible para muchos pa¨ªses y gobiernos que se consideran afectados, olvidados o menospreciados por el actual orden econ¨®mico internacional.
En el caso de M¨¦xico, afortunadamente no hemos ca¨ªdo en la pretensi¨®n de acercarnos demasiado a un grupo como este que, bajo un aparente discurso de desarrollo e inclusi¨®n, en realidad solo pretende empujar la agenda pol¨ªtica y econ¨®mica de reg¨ªmenes con los que no necesariamente compartimos objetivos o valores. Para M¨¦xico, su estrecha relaci¨®n econ¨®mica (y no s¨®lo geogr¨¢fica) con Norteam¨¦rica no deber¨ªa ponerse en riesgo mediante un acercamiento innecesario con los BRICS. Si bien no son nuestros adversarios, debemos tener claro que nosotros, a diferencia de Brasil y Argentina, estamos en una situaci¨®n econ¨®mica distinta y hemos optado por una v¨ªa de inserci¨®n econ¨®mica mundial en la que tendr¨ªamos mucho m¨¢s que perder que ganar si opt¨¢ramos por acercarnos a dicha agrupaci¨®n.
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