?Por qu¨¦ medir la forma de moverse en las ciudades?
Los medios de transporte se transforman y adaptan a los tiempos, circunstancias y necesidades de cada ¨¦poca, y eso les convierte en verdaderos agentes de cambio que hay que saber usar bien para lograr unas urbes mejores
Uno de los postulados principales de la gesti¨®n ¡ªque bien puede aplicarse a la p¨²blica¡ª es que aquello que no se mide no se puede gestionar, ni mejorar. Sin medici¨®n de los avances y retrocesos ?c¨®mo saber d¨®nde invertir mayores esfuerzos? ?C¨®mo conocer en qu¨¦ ¨¢mbitos se alcanza un buen desempe?o y en cu¨¢les no? ?C¨®mo evaluar sin la monitorizaci¨®n de los resultados obtenidos? Y lo que puede resultar a¨²n m¨¢s complicado, ?c¨®mo establecer par¨¢metros o referentes que permitan definir en qu¨¦ aspectos se alcanzan buenos resultados y cu¨¢les requieren mayor inversi¨®n o atenci¨®n?
Estas son preguntas cada vez m¨¢s frecuentes a las que se enfrentan administraciones p¨²blicas y entidades privadas o del tercer sector cuando quieren definir pol¨ªticas, estrategias y formas de intervenci¨®n en las ciudades, especialmente en un momento en el que se busca alcanzar altos est¨¢ndares de calidad de vida, cuidar de la salud de la poblaci¨®n y generar condiciones de vida alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las agendas urbanas nacionales o globales. Desarrollar un sistema que permita responder a estas preguntas para enfrentar los desaf¨ªos de las ciudades del siglo XXI es uno de los objetivos del ?ndice de Movilidad Sostenible (IMSCE), promovido por Idencity, transforming Cities, con el apoyo de una alianza p¨²blico-privada en la que participan el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, ALSA, ?reas, Ametic, Correos, Edinor, FCC, Fundaci¨®n ONCE, Ibil, Mobility City, VadeBike y Renfe.
El IMSCE es una herramienta de an¨¢lisis, medici¨®n, monitoreo y evaluaci¨®n que permite conocer el comportamiento de 82 ciudades de toda Espa?a y siete ?reas de Transporte P¨²blico Integrado (ATPI) a trav¨¦s de 138 indicadores que se encuentran agrupados en seis dimensiones clave para analizar la movilidad sostenible.
Esta es uno de los vectores clave de las econom¨ªas y las ciudades modernas, ya que permite la circulaci¨®n de personas, bienes y mercanc¨ªas, conectando lugares y haciendo posible la vida en las ciudades, tal y como la conocemos. Pero los sistemas de movilidad se transforman y adaptan a los tiempos, circunstancias y necesidades de cada ¨¦poca, lo cual los convierte no solo en dispositivos funcionales, sino tambi¨¦n en agentes de cambio urban¨ªstico, cultural, econ¨®mico y medioambiental que, en el momento actual, se encuentran permeados por las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n, nuevos modelos de negocio vinculados a formas de movilidad compartida y un cambio de paradigma que propugna por modelos de movilidad m¨¢s inclusivos y accesibles, al tiempo que menos contaminantes, tal como queda reflejado en la estrategia de la Comisi¨®n Europea.
Los sistemas de movilidad se transforman y adaptan a los tiempos, circunstancias y necesidades de cada ¨¦poca, lo cual los convierte no solo en dispositivos funcionales, sino tambi¨¦n en agentes de cambio.
En este momento de cambio, de apuesta colectiva por conseguir ciudades m¨¢s vivibles y sostenibles, pero tambi¨¦n de incertidumbre sobre el devenir y el impacto de las decisiones que administraciones, empresas y ciudadan¨ªa toman sobre los sistemas, la oferta y la demanda de movilidad, es necesario que esta visi¨®n del futuro se aterrice y desarrolle a trav¨¦s de pol¨ªticas p¨²blicas. Adem¨¢s, son fundamentales las estrategias que se estructuren incorporando indicadores de rendimiento que permitan establecer una l¨ªnea de base, as¨ª como la monitorizaci¨®n y evaluaci¨®n constante de su evoluci¨®n para determinar si se est¨¢ avanzando en la direcci¨®n esperada o si es necesario actuar para cambiar de rumbo.
De esta manera, los resultados arrojados por el ?ndice de Movilidad Sostenible (IMSCE) m¨¢s que estar abocados a la construcci¨®n de un ranking, est¨¢n dise?ados para ser una herramienta ¨²til en la toma de decisi¨®n para la formulaci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas, ofreciendo un conocimiento espec¨ªfico y detallado de cada ciudad analizada con datos p¨²blicos, fiables y analizados a partir de ¡°umbrales de rendimiento¡±. Es decir, identificando los est¨¢ndares de cumplimiento marcados por organismos internacionales, nacionales o institucionales acad¨¦micas para determinar si los resultados de cada ciudad se acercan o alejan de los valores ideales establecidos.
Cuando esto no es posible, el valor de referencia se establece a partir del rendimiento del universo de estudio. De este modo, la evaluaci¨®n no responde a criterios aleatorios, cambiantes o arbitrarios, sino que se alinea con principios, normas y pautas claras y transparentes. As¨ª mismo, hace comparables los resultados entre ciudades al utilizar fuentes homog¨¦neas y aplicar las mismas metodolog¨ªas al universo de estudio, generando una comunidad de aprendizaje urbano, transparente con la ciudadan¨ªa. En ¨²ltimas, se trata de una herramienta para fortalecer el gobierno urbano y que impulsa la veedur¨ªa ciudadana hacia la construcci¨®n de ciudades m¨¢s sostenibles.
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