La ciudad como puente hacia una sociedad digital
Teletrabajo, venta ¡®online¡¯, comunicaci¨®n y entretenimiento virtual... La manera en la que vivimos est¨¢ cambiando y las urbes tienen que transformarse para encajar en este nuevo paradigma
Los cambios en las ciudades casi siempre se han producido a consecuencia de las revoluciones sociales. As¨ª ha sucedido en muchos casos, como en la medieval o (m¨¢s actual) en la urbe surgida de la Revoluci¨®n Industrial. Esto parece l¨®gico, dadas las dificultades de hacer ensayos en urbanismo y a las naturales resistencias a cambiar h¨¢bitos y sistemas de vida muy condicionados por una organizaci¨®n determinada del espacio f¨ªsico en el que vivimos. El momento actual es particularmente interesante porque todos los indicios nos llevan a pensar que se est¨¢ produciendo otra mudanza m¨¢s importante todav¨ªa que la industrial: la sociedad digital.
Algunos urbanistas, m¨¢s o menos visionarios, como Peter Hall, ya lo plantearon hace algunos decenios en lo que se refiere, por ejemplo, al teletrabajo. Sin embargo, ha sido precisamente a ra¨ªz de la actual pandemia, cuando estas tendencias se han intensificado. De forma que se est¨¢n produciendo cambios muy relevantes en este ¨¢mbito (sobre todo en los pa¨ªses m¨¢s avanzados) que, de momento, no han tenido pr¨¢cticamente ninguna repercusi¨®n en la forma en la que se construyen y organizan nuestras ciudades. Pero esta transformaci¨®n en una disciplina tan conservadora como es el urbanismo siempre empieza por hacer preguntas e intentar responderlas.
Una parte importante de la organizaci¨®n de las metr¨®polis actuales se basa en la consideraci¨®n de los desplazamientos residencia-trabajo. Desde la pandemia, el teletrabajo no solo se ha visto como una propuesta viable, sino deseable e, incluso, sostenible. Hasta tal punto que se ha aprobado en Espa?a el Real Decreto-ley 28/2020 del trabajo a distancia. Cabr¨ªa preguntarse sobre las repercusiones que este cambio tiene sobre la forma de planificaci¨®n. Son evidentes sobre la movilidad, pero tambi¨¦n sobre otros elementos relacionados con las propuestas que se han hecho en otros lugares acerca de la ciudad de proximidad, tambi¨¦n conocida como de ¡°los 15 minutos¡±.
Se est¨¢n produciendo cambios muy importantes que no han tenido pr¨¢cticamente ninguna repercusi¨®n en la forma en la que se construyen y organizan nuestras ciudades
El comercio tambi¨¦n se ver¨ªa afectado. Ya se hab¨ªa producido un cierto desplazamiento de las pautas comerciales del negocio de proximidad a los grandes hipermercados. Pero, ahora mismo, se empieza a imponer el de distancia, mediante la venta por Internet. Esto cambia de manera radical muchas cosas. Se necesitan espacios que atiendan a una log¨ªstica diferente a la de distribuci¨®n a los grandes centros comerciales y al peque?o comercio y tambi¨¦n se modifica la accesibilidad domiciliaria. Por tanto, el cibercomercio no solo afecta a la movilidad sino a otros elementos del proyecto y la planificaci¨®n urbana.
Claro que las compras a distancia no se refieren tan solo a los productos electr¨®nicos o alimentos no perecederos, sino que se est¨¢n ampliando al sistema tradicional de hacer la compra, incluso se extienden a la actividad de hacer la comida. De forma que empiezan a proliferar las llamadas cocinas fantasma, que han cogido desprevenidas a las ordenanzas urban¨ªsticas, creando problemas a los residentes pr¨®ximos. Los retos son muchos y el tiempo para plantear modificaciones en la organizaci¨®n urbana (y mucho menos en su estructura f¨ªsica) apremia. Ahora mismo los propios comerciantes se empiezan a poner de acuerdo junt¨¢ndose en plataformas de venta a distancia intentando emular a grandes firmas como Amazon, Alibaba o Zalando.
Ya hace muchos a?os que en Espa?a existe la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED), encargada de abrir brecha en el sector educativo. Pero ahora mismo ya no existen exclusivamente universidades p¨²blicas y privadas con educaci¨®n a distancia, sino tambi¨¦n Formaci¨®n Profesional y otros tipos de cursos no reglados.
Incluso algunas universidades se empiezan a plantear, exista o no pandemia, la posibilidad de una formaci¨®n mixta: presencial y virtual. Los actos acad¨¦micos tambi¨¦n est¨¢n dando un giro de 180 grados. Jornadas, congresos, simposios, lectura de tesis doctorales¡ Ya se empiezan a llevar a cabo habitualmente de forma no presencial o semipresencial. El caso de la educaci¨®n es particularmente importante porque la planificaci¨®n urbana en muchos casos ha partido precisamente del ¨¢mbito educativo para ordenar la estructura f¨ªsica. As¨ª, la escuela se ha considerado casi siempre el centro de toda unidad vecinal, aunque la llamada libertad de elecci¨®n de centro haya distorsionado el modelo.
Por otro lado, el entretenimiento se ha desplazado al hogar y la pantalla de televisi¨®n se ha convertido en su centro. Ya no solo la televisi¨®n tradicional, sino los contenidos en streaming, tanto pel¨ªculas como obras de teatro o conciertos, est¨¢n sustituyendo en parte a este tipo de acontecimientos. As¨ª, el declive en las salas de proyecci¨®n cinematogr¨¢ficas se acompa?a de un descenso considerable en los espectadores de ocio en directo que ya casi ¨²nicamente pueden subsistir en grandes capitales. Pero es que hasta las relaciones sociales han cambiado de forma muy importante: WhatsApp, Telegram, Facebook, Twitter, Instagram¡ Ya se empieza a hablar de etnograf¨ªa virtual frente a antropol¨®gica.
Hitos tan importantes deber¨ªan ya de estar empezando a suscitar preguntas acerca de c¨®mo repercuten en la organizaci¨®n y construcci¨®n f¨ªsica de la ciudad y el territorio. Porque tambi¨¦n afectan al ¨¢mbito rural. En relaci¨®n con muchos de los elementos mencionados, vivir en una urbe ha dejado de ser imprescindible. Aunque, de vez en cuando, ser¨¢ necesario acudir a la capital, particularmente para temas de salud (pero tambi¨¦n empiezan a proliferar las consultas a distancia) y de educaci¨®n. En muchos casos, adem¨¢s, ser¨¢ necesario evaluar la sostenibilidad de los nuevos h¨¢bitos: ?qu¨¦ es m¨¢s ecol¨®gico, ir a comprar o que venga la compra a tu domicilio? De cualquier forma, probablemente estemos en v¨ªsperas de ver un modelo distinto al actual, que es todav¨ªa el resultado de la Revoluci¨®n Industrial. La sociedad digital necesita una metr¨®polis adaptada al nuevo contexto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.