El Gobierno ocult¨® siete a?os un estudio de los t¨®xicos en el pescado

Que tiburones como el pez espada, el marrajo o la tintorera ten¨ªan altos niveles de mercurio no es una sorpresa. Un informe oficial de diciembre de 2003, elaborado por el Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa, hall¨® una concentraci¨®n muy superior a la permitida en muestras de las tres especies recogidas en el Atl¨¢ntico y el ?ndico. Sin embargo, el informe fue calificado como confidencial y todos los Ejecutivos desde entonces se han negado a hacerlo p¨²blico. La organizaci¨®n ecologista Oceana, tras un litigio de m¨¢s de tres a?os, ha logrado que la Audiencia Nacional le diera acceso al texto. Medio Ambiente sostiene que el informe era considerado interno.

El 5 de diciembre de 2003, el IEO dio por concluido su gran estudio de ars¨¦nico y metales pesados en pescados y mariscos de inter¨¦s comercial. El informe consta de tres tomos en los que analiza la contaminaci¨®n en 90 especies. Los observadores del IEO tomaron cientos de muestras, en alta mar y en la pescader¨ªa, de todo lo que se come en Espa?a. Sus 321 p¨¢ginas analizan la contaminaci¨®n de todas las especies posibles, desde el salm¨®n a la rosada, desde el mejill¨®n a la sepia.

Sin embargo, fuera qued¨® un anexo etiquetado como confidencial, el que se recog¨ªan niveles m¨¢s alarmantes de mercurio, muy por encima del nivel de un miligramo de mercurio por cada kilo de peso h¨²medo de pescado. Se trata de los an¨¢lisis de marrajo (que se vende como caz¨®n), pez espada (emperador) y tintorera. En ocasiones, y de forma fraudulenta, se pueden vender unos por otros en las pescader¨ªas.

El resultado no dejaba dudas. El 62,5% de las 128 muestras de marrajo superaba el nivel m¨¢ximo permitido de mercurio. El 54,2% de las muestras de pez espada estaban por encima del l¨ªmite legal en mercurio y el 79% exced¨ªan el l¨ªmite de cadmio. En la tintorera, el n¨²mero de muestras con concentraci¨®n superior a la permitida baja hasta el 50%.

Los niveles de metales en at¨²n rojo, en cambio, son mucho menores, ya que solo cuatro muestras superaron el l¨ªmite.

En 2006, Oceana tuvo conocimiento de la existencia del dictamen y lo pidi¨® a Medio Ambiente, seg¨²n recuerda Xavier Pastor, director de la organizaci¨®n ecologista. ¡°No nos lo quer¨ªan dar porque era alarmante y as¨ª se ha visto. La contaminaci¨®n por metales pesados en grandes pel¨¢gicos es un tema serio, pero tem¨ªan el impacto que podr¨ªa tener sobre el sector pesquero si se hac¨ªa p¨²blico¡±, explica Pastor.

La Ley de Acceso a la Informaci¨®n Ambiental, de 2006, obliga a que todos los documentos de Medio Ambiente sean p¨²blicos, como estableci¨® el Convenio Internacional de Aarhus. Sin embargo, el ministerio se neg¨® y Oceana recurri¨® a la Audiencia Nacional. En diciembre de 2009 obtuvo un fallo favorable pero a¨²n as¨ª el departamento decidi¨® enviar un a?o despu¨¦s un informe mutilado. En marzo pasado, tras la queja p¨²blica de Oceana, el ministerio le remiti¨® el informe.

El 14 de abril, con el informe en manos de la ONG, la Agencia Espa?ola de Seguridad Alimentaria y Nutrici¨®n, del Ministerio de Sanidad, redact¨® la recomendaci¨®n de que los ni?os menores de tres a?os y las embarazadas no comieran ni at¨²n rojo ni pez espada, tibur¨®n o lucio.

Una portavoz del departamento que dirige Rosa Aguilar explic¨® ayer que durante todos estos a?os, el ministerio consider¨® que se trataba ¡°de un dictamen interno para ser remitido a la Comisi¨®n Europea¡± para que decidiera.

En organizaciones ambientalistas como Ecologistas en Acci¨®n llevan a?os alertando del problema del mercurio. Pastor pide a Medio Ambiente que proh¨ªba el uso de c¨¦lulas de mercurio en las plantas qu¨ªmicas que producen cloro, una de las formas por las que el metal llega a la cadena tr¨®fica de los grandes peces, y critica que el Gobierno pactara con los fabricantes extender la vida de estas instalaciones.

Adem¨¢s, Pastor explica que en EE UU grandes cadenas de supermercados como Walmart han suscrito acuerdos con Oceana para que en sus pescader¨ªas figure en un gran letrero la recomendaci¨®n de que los ni?os no consuman estos productos: ¡°Esperemos lo mismo en Espa?a¡±.