Brigadistas contra un ¡°verano regular¡±
Las altas temperaturas inquietan a los responsables de la lucha contra el fuego
Los bosques espa?oles se enfrentan a un ¡°verano regular¡± en materia de incendios. El vicepresidente Alfredo P¨¦rez Rubalcaba recurri¨® a esta expresi¨®n para mostrar su temor a que las altas temperaturas den al traste con los buenos resultados de 2010, cuando se declararon 3.788 fuegos, un 44% menos que la media de la ¨²ltima d¨¦cada. La inquietud de los brigadistas y de la Unidad Militar de Emergencias (UME) apunta a la meteorolog¨ªa. La primavera pasada registr¨® una temperatura media de 15,3 grados, la m¨¢s alta desde 1951. Este dato apuntalar¨ªa la regla del 30-30-30 sobre el combustible que alimenta las llamas: m¨¢s de 30 grados, menos del 30% de humedad y vientos superiores a 30 kil¨®metros por hora.
La lluvia de los dos ¨²ltimos a?os ha refrescado la vegetaci¨®n, pero tambi¨¦n ha alimentado el combustible (pastos y matorral)?
¡°Se prev¨¦n m¨¢ximas durante periodos de ocho d¨ªas consecutivos, lo que resulta peligroso¡±, advierte Ra¨²l de la Calle, secretario general de la Asociaci¨®n de Ingenieros T¨¦cnicos Forestales, que teme que se den las variables para nutrir los grandes incendios (m¨¢s de 500 hect¨¢reas). El pasado a?o la accidentada orograf¨ªa espa?ola encaj¨® 12 de estos fuegos, frente a los 58 del annus horribilis de 2006. Entonces, los remolinos de fuego succionaron el 0,5% de la superficie forestal, de 18 millones de hect¨¢reas. Galicia, envuelta en llamas, concentr¨® la tragedia.
La humedad se revela como otra llave. La lluvia de los dos ¨²ltimos a?os ha refrescado la vegetaci¨®n, pero tambi¨¦n ha alimentado el combustible (pastos y matorral). La chispa provocada por un cami¨®n, la colilla incandescente o los rescoldos de una barbacoa dominguera pueden transformar el bosque en un p¨¢ramo de desolaci¨®n y tierra quemada. ¡°La prevenci¨®n es clave y una v¨ªa desbrozada puede convertirse en el instrumento m¨¢s efectivo para evitar la cat¨¢strofe¡±, advierte Rafael Serrada, vicepresidente de la Sociedad de Ciencias Forestales, que como todos los expertos consultados contiene el optimismo y elude los pron¨®sticos.
El Gobierno ha destinado este a?o 80 millones de euros para limpiar 8.000 kil¨®metros de v¨ªa de tren, otros tantos de carreteras y desbrozar superficies pr¨®ximas al tendido el¨¦ctrico. El objetivo: conseguir que los pinos y eucaliptos centenarios no se transformen en columnas de humo y acu¨ªferos contaminados. Rubalcaba presumi¨® ayer en Santiago de Compostela de haber preparado con esmero el plan de este a?o, y lanz¨® una pulla al presidente gallego. ¡°Alguna vez alguien tendr¨¢ que decir lo que ha hecho la UME y lo que ha hecho la Xunta¡± en relaci¨®n con la lucha contra los incendios forestales en Galicia. ¡°Precisamente el domingo pasado estuve todo el d¨ªa con el tema de los incendios de Galicia¡±, recrimin¨® el vicepresidente confrontando esta actitud con la gesti¨®n de N¨²?ez Feij¨®o (PP).
El Gobierno ha destinado este a?o 80 millones de euros para limpiar 8.000 kil¨®metros de v¨ªa de tren, otros tantos de carreteras y desbrozar superficies pr¨®ximas al tendido el¨¦ctrico?
Tenga raz¨®n o no Rubalcaba en su queja, toda prevenci¨®n es poca, y se enfrenta a un grave escollo: el hombre. El mechero prendi¨® el a?o pasado el 95% de los siniestros. La quema incontrolada de rastrojos azuz¨® el 60%. Cazar al imprudente resulta una odisea. ¡°Con el incendio se esfuman tambi¨¦n las pruebas¡±, asegura Carlos del ?lamo, decano del Colegio de Ingenieros de Montes. El pasado a?o los jueces condenaron solo en 62 casos, el 0,6% del total, seg¨²n la Fiscal¨ªa de Medio Ambiente. El incendiario responde a un perfil definido, marcado, seg¨²n la Fiscal¨ªa. Se trata de un hombre, de m¨¢s de 60 a?os, casado, aut¨®nomo, familiarizado con el entorno rural, trabajador agr¨ªcola y sin antecedentes penales.
Su retrato robot se desmarca del pir¨®mano, el psic¨®pata del fuego, que causa el 5% de los incendios. El perfil de este ¨²ltimo responde a un hombre soltero, de entre 30 y 58 a?os, con escasa cualificaci¨®n (en ocasiones analfabeto), que abusa del alcohol y trabaja cerca del fuego, seg¨²n un informe de la Guardia Civil. ¡°El pir¨®mano sabe lo que hace y, cuando provoca el fuego, siente alivio, como el que libera una tensi¨®n¡±, afirma el psic¨®logo Jos¨¦ Antonio Molina.
Y a todo ello se suma la llamada cultura del fuego. ¡°La pervivencia del uso del fuego como herramienta para humanizar el territorio es la causa m¨¢s compleja en los incendios forestales y la m¨¢s dif¨ªcil de cambiar¡±, explica Miguel ?ngel Soto, de Greenpeace. Este uso del fuego en el monte devor¨® en Galicia en la ¨²ltima d¨¦cada 320.000 hect¨¢reas, el 16% de la masa forestal. ??
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