Rabat intenta controlar a los hijos de sus inmigrantes en 100 colegios p¨²blicos
Marruecos utiliza la religi¨®n para controlar a sus inmigrantes en Espa?a Las autoridades de Rabat entorpecen la integraci¨®n social de los marroqu¨ªes
Marruecos ha elaborado ¡°una estrategia de gran magnitud¡± en Espa?a. ¡°Dise?ada y desarrollada por el r¨¦gimen, su objetivo es extender su influencia e incrementar el control sobre las colonias marroqu¨ªes utilizando la excusa de la religi¨®n¡±, subraya el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en un informe secreto remitido en mayo por su director, el general F¨¦lix Sanz Rold¨¢n, a los ministros de Interior, Exteriores y Defensa.
Los ministerios del Interior y de Justicia comparten esta opini¨®n del servicio secreto. Rabat ¡°tiene como objetivos prioritarios el control de su colonia [unas 760.000 personas, a las que hay que a?adir otras 70.000 que adquirieron la nacionalidad] para detectar movimientos opositores al r¨¦gimen y evitar la aparici¨®n de corrientes islamistas ajenas a la dominante¡± en Marruecos, se?alan en otro informe confidencial elaborado conjuntamente en 2009.
La ¡°principal herramienta de control¡± que emplea Rabat es, seg¨²n el CNI, la Federaci¨®n Espa?ola de Entidades Religiosas Isl¨¢micas, cuyo presidente, Mohamed Ali, es un espa?ol ceut¨ª que propugna la ¡°devoluci¨®n¡± de la ciudad a Marruecos.
La Federaci¨®n distribuye sus fondos ¡°no solo entre sus miembros, sino entre aquellas asociaciones que se muestran dispuestas a seguir las directrices de Rabat¡±. En Catalu?a, sin embargo, el principal destinatario de las subvenciones marroqu¨ªes es el Consell Isl¨¤mic Cultural de Catalunya.
Al dinero p¨²blico se a?ade el de los particulares. ¡°Empresarios marroqu¨ªes afines al r¨¦gimen y afincados en Espa?a¡± hacen tambi¨¦n sus contribuciones. ¡°Las aportaciones de Marruecos a las comunidades musulmanas alcanzan cantidades sumamente importantes¡±, concluye el servicio secreto, sin dar estimaciones globales.
En Marruecos se practica el Islam malekita, considerado moderado en relaci¨®n al wahabita o salafista que rige en Arabia Saud¨ª. Interior y Justicia se?alan que Rabat controla centenares de las 998 mezquitas registradas en Espa?a, a las que se a?aden cientos de oratorios cuyo rito es siempre el malekita.
Pero no ejerce tanto esa supervisi¨®n a trav¨¦s de la Federaci¨®n, como sostiene el CNI, sino ¡°a trav¨¦s de su Embajada y consulados (¡), personal af¨ªn y de la Fundaci¨®n Hassan II¡± que preside la princesa Lalla Meryem, hermana del rey Mohamed VI, y cuyo presupuesto no se somete al control del Parlamento marroqu¨ª.
En su informe de mayo sobre La financiaci¨®n del islamismo en Espa?a, el CNI brinda otro ejemplo de la utilizaci¨®n del islam con fines pol¨ªticos. En noviembre 2008, recuerda, ¡°el Ministerio de Asuntos Isl¨¢micos de Marruecos convoc¨® y financi¨® ¨ªntegramente una reuni¨®n, en Marraquech, a la que asisti¨® un gran n¨²mero de imanes y responsables de comunidades isl¨¢micas en Espa?a¡±.
Una fundaci¨®n real imparte bajo cuerda clases de islam en colegios espa?oles
All¨ª se les prometi¨® ¡°financiaci¨®n para sus asociaciones y mezquitas a cambio de someterse al control del r¨¦gimen y adherirse a sus postulados¡±. La estrella de aquel encuentro fue Yassin Mansouri, jefe del principal servicio secreto exterior marroqu¨ª (DGED), que dio incluso una charla al clero.
Un buen n¨²mero de imanes residentes en Europa rehus¨® acudir a esa cita. Los Pa¨ªses Bajos protestaron incluso ante Marruecos por esa ¡°intromisi¨®n¡± en sus asuntos internos, pero Espa?a opt¨® por no hacerlo.
Los musulmanes y las comunidades musulmanas de Espa?a, Interior y Justicia se muestran, por su parte, muy cr¨ªticos con las clases de lengua y cultura marroqu¨ª que, costeadas por la Fundaci¨®n Hassan II, se imparten en m¨¢s de un centenar de centros escolares p¨²blicos con fuerte proporci¨®n de alumnado inmigrante.
Esas clases obstaculizan, seg¨²n el informe, la integraci¨®n de los chavales inmigrantes en la sociedad espa?ola. ¡°Es una herramienta para ense?ar a los hijos de sus emigrantes a ser marroqu¨ªes¡± y no espa?oles, recalca.
¡°El car¨¢cter perif¨¦rico de las clases (fuera del horario lectivo y con un alumnado compuesto solo por hijos de inmigrantes marroqu¨ªes), un profesorado exclusivamente marroqu¨ª y la utilizaci¨®n de materiales y pedagog¨ªas habituales en Marruecos, pero muy diferentes a las utilizadas en Espa?a, son elementos que contribuyen a que estos j¨®venes interioricen profundamente la diferencia¡± con los espa?oles, constatan ambos ministerios.
¡°En definitiva, al Estado marroqu¨ª se le permite seguir manteniendo el control sobre sus ciudadanos en el exterior¡±, prosigue el informe. ¡°Control que, con respecto a los ni?os, se ejerce a partir del aprendizaje de la lengua y cultura oficial del Estado¡±.
Pero esas clases llevan aparejada ¡°la ense?anza religiosa musulmana¡±. Para Interior y Justicia, ese a?adido es ¡°dif¨ªcil de aceptar desde el punto de vista de la configuraci¨®n de la ense?anza de la religi¨®n en nuestro sistema educativo¡±.
Si Marruecos imparte subrepticiamente clases de islam es en parte debido a que ninguna de las comunidades aut¨®nomas que tienen la educaci¨®n religiosa transferida cumplen con su deber, seg¨²n el informe ministerial.
No lo hace ni siquiera Catalu?a, donde est¨¢n escolarizados decenas de miles de musulmanes pese a que la legislaci¨®n estipula que basta con que haya diez solicitudes en un centro para que se proporcione a esos alumnos un profesor de religi¨®n.
All¨ª donde esa competencia no est¨¢ transferida (Andaluc¨ªa, Arag¨®n, Pa¨ªs Vasco, Canarias, Cantabria, Ceuta y Melilla), el Estado s¨ª tiene en su n¨®mina a medio centenar de profesores de islam que no dan abasto.
?Por qu¨¦ hacen dejaci¨®n de funciones las autonom¨ªas y dejan en manos ajenas la formaci¨®n religiosa? Interior y Justicia dan cuatro razones: para ahorrar, porque desconf¨ªan del profesorado disponible, porque desconf¨ªan de los contenidos de los libros de texto (el grueso de los cursos solo est¨¢n disponibles en ¨¢rabe), y porque ¡°se percibe al islam como amenaza y un asunto de extranjeros¡±.
Los Ayuntamientos tampoco tienen, seg¨²n el informe ministerial, un enfoque ¡°positivo y acogedor¡± de las comunidades musulmanas. Les obligan con frecuencia a inscribirse en sus registros, algo innecesario si ya est¨¢n apuntadas en el de Justicia. Cuando quieren dar de alta un templo, les aplican la normativa de locales de ocio, incluso la de discotecas, o les mandan al pol¨ªgono industrial, algo que nunca har¨ªan con la Iglesia cat¨®lica.
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