D¨ªa de difuntos en las cunetas
Familiares de v¨ªctimas del franquismo acuden a las fosas comunes donde fueron enterrados los suyos para dejarles flores Recuperados los restos de 60 fusilados en dos exhumaciones en Burgos y Ciudad Real
En lugar de visitar los cementerios, cientos de familiares de v¨ªctimas del franquismo han acudido hoy a las cunetas donde fueron fusilados y enterrados sin nombre sus seres queridos para dejarles flores. Otros muchos no han podido hacer ni eso porque, seg¨²n denuncia la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica, 75 a?os despu¨¦s del inicio de la Guerra Civil y 36 desde la muerte de Franco a¨²n ¡°quedan 113.000 hombres y mujeres enterradas en fosas comunes¡±.
El monte de La Pedraja (Burgos), donde en 1981 los familiares de cientos de desaparecidos de pueblos de la zona colocaron un monolito conmemorativo y donde el a?o pasado se recuperaron los restos de 104 fusilados, se ha llenado esta ma?ana de flores. Un equipo de forenses y arque¨®logos de la sociedad de ciencias Aranzadi est¨¢ exhumando los restos de otros 50. ¡°La primera vez que vine, me dijeron que aqu¨ª hab¨ªa enterrados m¨¢s de 300 fusilados. Pens¨¦ que era una exageraci¨®n, una leyenda. Ahora creo que es verdad. Hemos abierto dos fosas y no son las ¨²nicas¡±, explica el forense Francisco Etxeberria, que este 1 de noviembre, como el anterior, est¨¢ abriendo una fosa del franquismo. En este caso, de 14 metros de largo por dos de ancho.
¡°Mi padre est¨¢ aqu¨ª, pero no sabemos d¨®nde", explica Rafael Mart¨ªnez, de 89 a?os.? Lo detuvieron al d¨ªa siguiente del golpe, el 19 de julio de 1936 y lo fusilaron el 3 de octubre. Era presidente de la Agrupaci¨®n Socialista de Briviesca, contratista de obra p¨²blica, trabajaba para la Rep¨²blica y hab¨ªa reparado la carretera que une Burgos y Logro?o. Los asesinos organizaban cuadrillas entre los vecinos de los pueblos cercanos para que cavaran zanjas donde luego enterraban a las v¨ªctimas. Cuando vieron a mi padre, lo reconocieron y vinieron a mi casa, a dec¨ªrselo a mi madre. Yo ten¨ªa entonces tres a?os. Desde la democracia, venimos cada uno de noviembre aqu¨ª a dejarles flores".?
Los asesinos encargaban con antelaci¨®n a las cuadrillas de enterradores que cavaran las zanjas. Sab¨ªan que iban a llenarlas. En esta segunda fosa de La Pedraja, las 50 v¨ªctimas fueron llevadas all¨ª en seis grupos. Todav¨ªa no han concluido la identificaci¨®n gen¨¦tica de los 104 cuerpos recuperados en otra fosa en este mismo paraje el a?o pasado. Miguel ?ngel Mart¨ªnez, portavoz de la asociaci¨®n de familiares que ha promovido las exhumaciones, confiesa: "El Ministerio de la presidencia nos ha concedido provisionalmente una subvenci¨®n de? 60.000 euros, pero nos da miedo que el 20-N cambie el Gobierno y nos la quiten".
Asesinados por vecinos, dos meses despu¨¦s del final de la guerra
Adem¨¢s de esta fosa en La Pedraja, estos d¨ªas la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica est¨¢ exhumando otra en Chill¨®n (Ciudad Real) con nueve v¨ªctimas. "Fueron asesinados dos meses despu¨¦s del final de la Guerra Civil por falangistas y vecinos. Se mezcl¨® la pol¨ªtica con las rencillas personales: envidias, venganzas por tierras, ganado...", explica el investigador Luis Miguel Montes, autor, junto a Jer¨®nimo Mansilla, actual alcalde del pueblo, del libro El crimen del contadero: los nueve asesinados de Chill¨®n, que cuenta la historia de estas nueve v¨ªctimas. Montes es, adem¨¢s, bisnieto de una de ellas.
"La mayor¨ªa eran mineros afiliados a sindicatos o al Partido Socialista. Tambi¨¦n hab¨ªa un maestro, un zapatero y un labrador. Pero no todos ten¨ªan afinidades pol¨ªticas", explica Montes. "Detuvieron a ocho y las llevaron a una ermita que utilizaron a modo de c¨¢rcel. A mi bisabuelo lo fueron a buscar a casa a las dos de la madrugada. Lo subieron a un cami¨®n y ya nunca le vieron m¨¢s".
Entre ellos estaba el padre de Anselmo Capilla, socialista y afiliado a UGT.? "El d¨ªa que lo mataron yo ten¨ªa ocho a?os y mi padre, 39. Dicen en el pueblo que los asesinos lo celebraron con una buena juerga. Yo estoy contento de ver por fin la fosa abierta pero es una sensaci¨®n agridulce. Se te cae el alma a los pies al ver esto".
La Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica, como acostumbra cuando abre una fosa y halla restos humanos con signos de muerte violenta (como los inequ¨ªvocos agujeros de bala en el cr¨¢neo, los tiros de gracia) a presentar denuncia ante la Guardia Civil. La juez de Almad¨¦n ha visitado la exhumaci¨®n. Se han abierto m¨¢s de 150 fosas del franquismo y los jueces que han acudido a visitarlas se cuentan con los dedos de una mano.
Las familias han acordado volver a enterrarlos todos juntos, pero en un cementerio, con un pante¨®n en el que ponga bien claros sus nombres."Este es el ¨²ltimo a?o que tendremos que venir aqu¨ª a traerles flores".?
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