Construir nuestro futuro desde ahora

¡°Miramos hacia el futuro porque es ah¨ª donde vamos a pasar el resto de nuestra vida¡±. Eso afirmaba un actor norteamericano, expresando muy seriamente el hecho de que reflexionar sobre el futuro no es un ejercicio caprichoso o especulativo sino una exigencia ineludible en cualquier situaci¨®n. Y lo es, especialmente, en la complicada realidad actual, en la que estamos sometidos al fuego cruzado de las crisis econ¨®mica, financiera y presupuestaria, el resultado de las cuales es hoy dif¨ªcil de vaticinar.

Lo que es indudable es que la velocidad del cambio se ha acelerado bruscamente en los ¨²ltimos a?os y que el proceso todav¨ªa no ha terminado. De todo ello emerger¨¢ una nueva realidad cuya naturaleza exacta todav¨ªa desconocemos, pero que ya podemos empezar a adivinar. En el apartado econ¨®mico-financiero podemos identificar tres ¨¢mbitos en los que se est¨¢ materializando este proceso de cambio. En primer lugar, est¨¢n las finanzas p¨²blicas, que saldr¨¢n radicalmente transformadas de la crisis actual de deuda y del saneamiento que inevitablemente debe culminarse. Si en los a?os expansivos el presupuesto p¨²blico se hallaba bien nutrido de ingresos gracias a una coyuntura que ahora sabemos que era excepcional, ya en estos momentos hay que reorganizar todas las partidas en funci¨®n de unas expectativas presupuestarias muy distintas, y de ah¨ª el complicado ajuste que debe producirse entre los fines y los medios disponibles.

Algo parecido sucede en el ¨¢mbito del sistema bancario, que, como todos los sectores de la econom¨ªa, est¨¢ aprendiendo a desenvolverse en una realidad mucho m¨¢s complicada que la acontecida en los felices a?os expansivos, con la dificultad a?adida de que el sector se halla sometido a un proceso de concentraci¨®n y saneamiento que lo llevar¨¢ a mudar su faz y que lo har¨¢ dif¨ªcilmente reconocible cuando se compare con el existente antes de la crisis.

El tercer ¨¢mbito es la actividad empresarial y directiva, que tambi¨¦n est¨¢ involucrada plenamente en este proceso de cambio. La funci¨®n econ¨®mica y social del empresario y de los directivos tendr¨¢, si cabe, una importancia superior, en el entorno m¨¢s duro y competitivo que nos espera y su contribuci¨®n ser¨¢ a¨²n m¨¢s decisiva.

En lo que coinciden estos tres ¨¢mbitos es en la exigencia de que todos debemos esforzarnos m¨¢s en sacar adelante las tareas que nos corresponden y que, adem¨¢s, debemos hacerlo de forma m¨¢s eficiente, rentable y efectiva. No ser¨¢ una opci¨®n, sino un imperativo ineludible cuya recompensa ser¨¢ constatar que, en circunstancias tan dif¨ªciles, hemos conseguido, de nuevo, construir nuestro futuro.