Un coste insoportable
Espa?a e Italia tendr¨¢n que reestructurar la deuda si se exigen primas superiores al 7%
La econom¨ªa espa?ola se aproxima r¨¢pidamente al diferencial de deuda por encima del cual la financiaci¨®n p¨²blica y privada se ve abocada a una reestructuraci¨®n o quita. Ayer, la prima de riesgo se dispar¨® hasta los 499 puntos b¨¢sicos y solo la intervenci¨®n decidida del Banco Central Europeo (BCE) consigui¨® reducirla a 458. Pero, mientras tanto, los costes financieros que tiene que pagar Espa?a crecen sin tasa ni medida. El Tesoro tuvo que pagar ayer el 7,088% para la colocaci¨®n de 3.563 millones en bonos a 10 a?os. Es una situaci¨®n insostenible; la econom¨ªa no puede permitirse ese coste de financiaci¨®n durante mucho tiempo. E Italia se encuentra en una situaci¨®n similar de asfixia financiera. Hoy ya no es impensable que, si no se enfr¨ªa de forma permanente la temperatura de la especulaci¨®n contra las deudas perif¨¦ricas, Espa?a e Italia tengan que recurrir a una quita de sus deudas.
Si esa hip¨®tesis se convirtiera en real, las consecuencias para la zona euro ser¨ªan desastrosas. Para empezar, hundir¨ªa a varios bancos (espa?oles e italianos, por supuesto, pero tambi¨¦n alg¨²n banco alem¨¢n), arrastrar¨ªa a pa¨ªses del n¨²cleo duro del euro (Francia sufr¨ªa ayer un diferencial de 202 puntos), situar¨ªa a los pa¨ªses afectados en una depresi¨®n econ¨®mica duradera y, por supuesto, romper¨ªa el euro por la mera incapacidad de resolver el problema. El caso para Espa?a se complica porque durante varias semanas, a partir de las elecciones del domingo, se encontrar¨¢ en una fase de transici¨®n pol¨ªtica, con su capacidad de respuesta reducida. Con el agravante, adem¨¢s, de que como la deuda espa?ola es m¨¢s reducida que la italiana, permitir¨ªa una intervenci¨®n m¨¢s r¨¢pida de las instituciones internacionales.
La amenaza es grave. Tanto que ya ha pasado el tiempo en el que pod¨ªa conjurarse con la aceptaci¨®n de los eurobonos europeos y la creaci¨®n de un Tesoro para la eurozona. Aunque Angela Merkel se desdijera de su empecinamiento ortodoxo (ayer mismo rechaz¨® de nuevo la idea de que el BCE se convierta en ¨²ltimo garante de la deuda y volvi¨® a insistir en que el ¨²nico camino es la austeridad y las reformas estructurales), del que Francia empieza a apartarse, y aceptara los eurobonos, ser¨ªa necesario que mientras se articulan legal e institucionalmente el Banco Central Europeo siga haciendo lo que Alemania dice que no puede hacer. Hay que insistir en que, en estos momentos, solo la intervenci¨®n del BCE comprando deuda espa?ola e italiana ¡ªy, adem¨¢s, haci¨¦ndolo saber¡ª separa al euro de su desmantelamiento efectivo.
En el caso de Espa?a, hay que contar con que el cambio de Gobierno no mejorar¨¢ per se la situaci¨®n. Solo desde el propagandismo obtuso puede sostenerse que la mera llegada de un nuevo presidente a La Moncloa reducir¨¢ el riesgo de impago de la deuda. Es m¨¢s, el cambio puede ser contraproducente si el nuevo Ejecutivo no explica con rapidez de d¨®nde sacar¨¢ los 41.000 millones necesarios para cumplir con el objetivo de d¨¦ficit en 2013.
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