La falta de liquidez obliga a Fabra a subir el IRPF y mutilar el Presupuesto
El vicepresidente valenciano admite que se gast¨® m¨¢s de lo que se ingresaba
La Comunidad Valenciana, que lleva muchos meses sufriendo los efectos de una crisis que ya se salda con 535.000 parados, cerr¨® ayer finalmente una ¨¦poca caracterizada por el despilfarro y una imagen de esplendor y se aplic¨® a recortar en 1.000 millones sus presupuestos y a la subida de impuestos. La Generalitat se vio forzada ayer, en un ejercicio ins¨®lito vistos los ¨²ltimos a?os, a quitarse la m¨¢scara de autonom¨ªa id¨ªlica que visti¨® en tiempos de los presidentes Eduardo Zaplana y Francisco Camps, sentado este ahora en un banquillo acusado de un delito de cohecho impropio por su buen trato con la trama mafiosa del caso G¨¹rtel.
El primer tajo se fij¨® en un ahorro de 379 millones en el cap¨ªtulo 1, el de gastos de personal. Y que en la pr¨¢ctica es el ¨²nico paquete, el de recortar a base del salario de los funcionarios, sobre todo de educaci¨®n y sanidad, que permite ganar en liquidez inmediata para frenar la lucha del Consell contra los mercados financieros.
El segundo paquete es el de los impuestos, denostado atajo para el PP que, una vez abierto por Rajoy, da v¨ªa libre a Fabra para recaudar m¨¢s con el tramo auton¨®mico del Impuesto de la Renta de las Personas F¨ªsicas. Se gravar¨¢ m¨¢s a las rentas altas (dos nuevos tramos a partir de 120.000 euros), en eliminar la desgravaci¨®n de la vivienda habitual y, sobre todo, en llevar al m¨¢ximo el denominado c¨¦ntimo sanitario, que grava los hidrocarburos (hasta 3,6 c¨¦ntimos por litro). No se recurre al impuesto de patrimonio. Por ¨²ltimo, otros 440 millones se sacar¨¢n de sanidad, con una central de compras de farmacia hospitalaria, optimizaci¨®n de la gesti¨®n o la revisi¨®n de los conciertos. Se renuncia por ahora al copago.
Sin posibilidad de echarle la culpa de la crisis valenciana a la herencia de un partido rival, el presidente Alberto Fabra ha tenido que asumir as¨ª impl¨ªcitamente los errores cometidos los ¨²ltimos 16 a?os, que han llevado a un endeudamiento insostenible (el mayor entre las autonom¨ªas, con un 19,9% del PIB) y a una falta de liquidez que ha forzado al Gobierno central a intervenir para no incurrir en el impago de una deuda financiera.
Y lo ha hecho haciendo trizas unos Presupuestos aprobados el pasado 21 de diciembre por los diputados de las Cortes Valencianas, con un recorte de 1.057 millones. El objetivo, obtener liquidez inmediata, puesto que los mercados ya no se f¨ªan de una comunidad aut¨®noma cuya deuda ronda la calificaci¨®n de bono basura para las agencias internacionales.
¡°Es evidente¡±, explic¨® ayer el vicepresidente de la Generalitat y portavoz del Consell, Jos¨¦ Ciscar, ¡°que si no hubi¨¦ramos gastado m¨¢s que lo que ingres¨¢bamos no existir¨ªa el d¨¦ficit¡±. Ciscar, que se estrenaba ayer como nuevo rostro del Consell, dado que Fabra sigui¨® la l¨ªnea del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de no desgastarse con el anuncio de las medidas m¨¢s dolorosas, a¨²n tuvo palabras para defender la necesidad de las infraestructuras creadas durante a?os de pol¨ªtica de grandes eventos. As¨ª, lleg¨® a asegurar que los valencianos prefieren, por ejemplo, tener d¨¦ficit a no tener la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
Pese a ese brindis a sus predecesores, el portavoz tuvo que hacer frente a la dura realidad y desgranar unas ¡°medidas excepcionales¡± motivadas por una ¡°situaci¨®n excepcional¡±. Un paquete de medidas que se sustancia en un recorte de 1.057 millones, que representan un 7% del Presupuesto, a¨²n sin estrenar, aprobado hace dos semanas, y que ya reduc¨ªa en un 6,5% el de 2011.
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