Renuentes a la huelga

Los espa?oles se muestran claramente renuentes a recurrir, en las actuales circunstancias, a la huelga general como instrumento de movilizaci¨®n y protesta. Tras un cambio de Gobierno, con una dura reforma laboral en ciernes y con la generalizada convicci¨®n de que la crisis econ¨®mica no ha tocado a¨²n fondo, no pasan del 30% los espa?oles con trabajo (que son los que realmente pueden optar por ir o no a la huelga) que se declaran dispuestos a secundar la convocada para el pr¨®ximo jueves. Este porcentaje es, ciertamente, algo superior al 22% que a primeros de septiembre de 2010 se mostraba dispuesto a sumarse al paro general convocado para el 29 de aquel mes. Y tambi¨¦n es ahora levemente m¨¢s elevado que entonces (61% frente a 55%) el porcentaje que afirma que, con seguridad, no secundar¨¢ el llamamiento a la huelga.

Normalmente, las huelgas ¡ªcomo los referendos¡ª se convocan para ganarlos, pero en algunas ocasiones (como parece ser ahora el caso) tambi¨¦n porque no queda m¨¢s remedio. Los sindicatos son, sin duda, conscientes de la escasa predisposici¨®n de los espa?oles, tal y como ahora andan las cosas, a perder un d¨ªa de sus haberes por un tipo de protesta que tienden, crecientemente, a considerar obsoleto y poco eficaz. Pero si se convoc¨® una huelga general en septiembre de 2010 contra el Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero, dif¨ªcilmente podr¨ªa no hacerse ahora lo mismo contra el de Rajoy, por m¨¢s que se sepa que la convocatoria va a contrapelo del contristado ¨¢nimo ciudadano. Nadie disputa ¡ªlos sondeos disponibles al respecto son concluyentes¡ª la legitimidad y la necesidad en una democracia de las organizaciones sindicales, pero cada vez es m¨¢s amplio el cuestionamiento ciudadano de algunos de sus m¨¢s anta?ones modos y formas de proceder. Prueba de ello es que un 67% de los espa?oles considera que una huelga general no arregla nada en estos momentos, pudiendo en cambio empeorar a¨²n m¨¢s la situaci¨®n econ¨®mica (el dato procede del Clima Social publicado en estas p¨¢ginas el 4 del presente mes); y que el 61% desaprueba la forma en que, en general, los sindicatos est¨¢n actuando en esta crisis (el 62% dice por cierto lo mismo respecto de la patronal).

Si la nueva reforma laboral constituye o no justificaci¨®n suficiente para una huelga general es algo que divide de forma clara la opini¨®n ciudadana: un 51% cree que s¨ª, un 47% que no. Y en este punto lo que dicen los votantes de PP y PSOE se contrapone casi milim¨¦tricamente: el 73% de los primeros opta por el no, el 77% de los segundos por el s¨ª.

Asimismo, las respuestas var¨ªan ampliamente en funci¨®n de la edad: entre los m¨¢s j¨®venes (los m¨¢s castigados ahora por el desempleo), un 67% cree justificada la huelga, algo que solo opina en cambio el 39% de los mayores de 55 a?os. Teniendo en cuenta que en septiembre de 2010, en el conjunto de nuestra sociedad, constitu¨ªan una mayor¨ªa m¨¢s clara (58% frente a 34%) quienes cre¨ªan justificada la huelga entonces convocada, cabe concluir que la ciudadan¨ªa parece ahora algo m¨¢s predispuesta a justificar las reformas del PP que hace a?o y medio a justificar las del PSOE. Una posible explicaci¨®n es que en septiembre de 2010 las medidas adoptadas por el Gobierno de Zapatero suscitaron el rechazo no solo de los votantes populares, sino tambi¨¦n de parte de los propios votantes socialistas. En cambio, ahora, y al menos por el momento, los votantes del PP respaldan de forma masiva las iniciativas del actual Gobierno. En todo caso, una clara mayor¨ªa ¡ªy tanto ahora (59%) como hace a?o y medio (56%)¡ª coincide en considerar inoportuna la convocatoria de una huelga general. Aqu¨ª tambi¨¦n se registran diferencias significativas en funci¨®n de la edad: la mayor¨ªa (51%) de los m¨¢s j¨®venes la creen oportuna, frente a solo el 27% de los mayores de 55 a?os. En suma, el sondeo detecta poca predisposici¨®n a secundar una huelga cuya justificaci¨®n es debatida y que una mayor¨ªa considera inoportuna.

?Desgastar¨¢, pese a todo, en alguna medida, esta huelga al Gobierno de Mariano Rajoy? A corto plazo no parece probable, a diferencia de lo que aconteci¨® en oto?o de 2010 en el caso de Zapatero. Por un lado, un llamativo 46% de la ciudadan¨ªa eval¨²a positivamente, en estos momentos, la forma en que Rajoy est¨¢ desempe?ando sus funciones. Este porcentaje es 14 puntos superior al de quienes fueron sus votantes el 20-N y 12 puntos m¨¢s elevado que el que, a primeros de marzo, aprobaba la gesti¨®n del actual presidente del Gobierno. La ambivalencia, cuando no incomodidad, con que la ciudadan¨ªa parece acoger esta convocatoria de huelga, junto con la sensaci¨®n de serenidad que al respecto puede estar logrando transmitir el jefe del Ejecutivo quiz¨¢ explican este repunte al alza de su evaluaci¨®n. Por otro lado, de celebrarse ahora nuevas elecciones generales, el resultado que cabe estimar como m¨¢s probable a partir de los datos de este sondeo sigue siendo una victoria del PP con el mismo ¡ªo incluso ligeramente mayor¡ª margen que hace cuatro meses.

Jos¨¦ Juan Toharia es presidente de Metroscopia.