Resina para proteger los bosques

En los a?os ochenta, el fuerte empuje de las importaciones de resina desde China hab¨ªa quebrado una forma de vida ¡°sin mucha holgura¡± para los habitantes de los municipios de Castrocontrigo, Luyego y de Quintana y Congosto, en el sur de Le¨®n, cuyos pinos ha destrozado este agosto un terrible incendio. Ahora, dos f¨¢bricas abandonadas en Nogarejas y Castrocontrigo dan testimonio de esa actividad desaparecida. La competencia del producto tra¨ªdo de Brasil hab¨ªa terminado por deshacer la industria. Acabaron tiempos en los que, como indica el alcalde de Castrocontrigo, Aureliano Fern¨¢ndez, ¡°los montes estaban m¨¢s limpios, libres de tanto brezo¡±. Y con el fin de la resina, se hicieron cada vez m¨¢s frecuentes los fuegos, ya comunes en un terreno en el que abundan las tormentas secas.

La crisis de la industria de la resina impuls¨® a muchos j¨®venes a abandonar el medio rural y a probar suerte, sobre todo, en el Pa¨ªs Vasco, en Catalu?a y en Madrid. ¡°La vida por aqu¨ª se ve¨ªa un poco atrasada, y ahora m¨¢s, claro¡±, explica Esteban Ares Rubio, habitante de Torneros de Jamuz, de 85 a?os, quien fue resinero desde los 12. Un dato facilitado por CESEFOR (Centro de Servicios y Promoci¨®n Forestal y de su Industria de Castilla y Le¨®n), ayuda a entender las dimensiones del hundimiento de la producci¨®n: En 1957, funcionaban 87 f¨¢bricas de destilaci¨®n de resina en toda Espa?a. En 2008, solo lo hac¨ªan cuatro. Ahora, el sector resinero atravesaba una segunda oportunidad.

De acuerdo con CESEFOR, en 2011 se extrajeron 4.500 toneladas en Castilla y Le¨®n, una cantidad que se pod¨ªa equiparar a la obtenida en 1998. Hab¨ªa 64 resineros que se hab¨ªan incorporado a la actividad ese a?o, de los 320 que se contabilizan en la comunidad con mayor actividad resinera. ?Los motivos? El estancamiento de la producci¨®n china, por consumo interno, factores de insostenibilidad y mercado err¨¢tico, como expone F¨¦lix Pinillos, t¨¦cnico de CESEFOR.

Pinillos afirma que es esencial apoyar el renacimiento de la resina, como forma de crear empleos estables en el medio rural. Adem¨¢s del valor medioambiental de un producto ¡°natural y renovable, con una menor emisi¨®n de di¨®xido de carbono (CO2)¡±, destaca la necesidad de establecer un v¨ªnculo con el monte, que fomente su preservaci¨®n y, como consecuencia, la prevenci¨®n de los incendios forestales. El proyecto Sust Forest de la Uni¨®n Europea en cooperaci¨®n con Portugal y Francia, impulsa el desarrollo de la actividad a trav¨¦s de la mecanizaci¨®n de la extracci¨®n de la resina. ¡°Hay que buscar los medios de proteger ciclos largos de producci¨®n, como este, de situaciones coyunturales¡±, insiste Pinillos. El ingeniero a?ade que parte del esp¨ªritu del proyecto es encontrar empleos estables durante el invierno para aquellos que se dediquen a la resina.

La extracci¨®n de la resina es un proceso manual y tremendamente laborioso que se realiza desde febrero y marzo, hasta pr¨¢cticamente la llegada del invierno. Al arranque de la campa?a, las subidas al monte son para ir preparando los pinos, para que ¡°sangren¡± o ¡°lloren¡±, como se dice en terminolog¨ªa resinera. Muchas veces, es necesario contratar m¨¢quinas que abran camino en las zonas m¨¢s abruptas y olvidadas. Cada quince d¨ªas, los resineros alisan la corteza con hachas, sin llegar a la madera, y se le aplica una pasta para acelerar el proceso que, con la llegada del calor, terminar¨¢ de culminar. La recolecta se realiza en tres meses: en julio ¡ªcuando los trabajadores ven dinero por primera vez en el proceso¡ª, en agosto y en noviembre. Mientras tanto, es necesario seguir picando los ¨¢rboles.

Como explica el informe elaborado por CESEFOR, ¡°La resina: Herramienta de conservaci¨®n de nuestros pinares¡±, la colofonia (resina s¨®lida) se emplea en el acabado del papel, como emulsionante en la fabricaci¨®n de caucho sint¨¦tico, como goma base de chicles, jabones, productos depilatorios, y pinturas, entre otros usos. El aguarr¨¢s, l¨ªquido resultante de la destilaci¨®n de la miera, se destina a fragancias, a aromas alimentarios o incluso a vitaminas.

Adem¨¢s de la posibilidad que brinda para que los j¨®venes encuentren una actividad que les permita asentarse en los pueblos, Luis Gil, catedr¨¢tico de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, defiende una gesti¨®n forestal que proteja pinares y pinares que han sido descuidados. Su ausencia, argumentaba en un reciente art¨ªculo de opini¨®n de EL PA?S, es una ¡°ruleta rusa¡± ante futuros incendios y la desertificaci¨®n de gran parte del paisaje espa?ol. Gil explica que en Espa?a hay una superficie de 600.000 hect¨¢reas que se puede resinar, y que deber¨ªa ser beneficiaria de subvenciones. En su opini¨®n, hay que erradicar el estigma de franquista que persigue a la pol¨ªtica forestal. Al mismo tiempo, denuncia el hecho de que en las ¨²ltimas tres generaciones ha calado la idea de que el pino es malo. ¡°Hay una desinformaci¨®n sobre la realidad forestal¡±, alega, ¡°debemos empezar reconociendo que el 70% de nuestro territorio no es productivo¡±. Y que el pino es un ¨¢rbol ¡°adaptado a recuperar suelos esquel¨¦ticos¡±.

Asaja (Asociaci¨®n Agraria de J¨®venes Agricultores) de Le¨®n ha denunciado en una declaraci¨®n tras la cat¨¢trofe de Castrocontrigo "la forestaci¨®n irracional ocupando terrenos agr¨ªcolas". Estas masas forestales, a?ade, "se encuentran en el m¨¢s absoluto abandono y son un riego de propagaci¨®n de incendios". La asociaci¨®n reclama m¨¢s limpieza del monte y presencia de cortafuegos.

Por su parte, la organizaci¨®n ecologista WWF (World Wide Fund for Nature) ha pedido este lunes al ministro de Agricultura, Miguel Arias Ca?ete, que lidere una estrategia que vertebre una pol¨ªtica forestal. La organizaci¨®n insta al Gobierno a poner fin a "d¨¦cadas de abandono y descoordinaci¨®n" en la lucha contra el fuego. El secretario de WWF Espa?a, Juan Carlos del Olmo, ha denunciado que la magnitud de los grandes incendios forestales de los ¨²ltimos meses "est¨¢ directamente relacionada con la forma en la que se han gestionado los montes en los ¨²ltimos 30 a?os".

El Ministerio de Agricultura, Alimentaci¨®n y Medio Ambiente ha informado este lunes de que, hasta el 19 de agosto de 2012, se han quemado casi 150.000 hect¨¢reas de superficie forestal en los 11.652 incendios que ha habido en Espa?a. Gil anima a las autoridades a analizar cu¨¢nto dinero p¨²blico se ha gastado en las tareas de extinci¨®n, en la recuperaci¨®n del terreno da?ado y en indemnizaciones por los fuegos. Pinillos advierte de que, hasta que no pasen cincuenta a?os, no se va a poder resinar en la zona del sur de Le¨®n devorada por el incendio. El tronco de un pino debe ser de treinta cent¨ªmetros de ancho como m¨ªnimo para su explotaci¨®n.

La Junta de Castilla y Le¨®n ha cifrado en al menos un mill¨®n de euros los costes de la extinci¨®n del incendio forestal del sur de la provincia de Le¨®n que ha quemado un per¨ªmetro de unos sesenta kil¨®metros.