La Defensora pide aclaraciones a Interior por la entrega de inmigrantes a Marruecos
Soledad Becerril abre investigaci¨®n sobre el desalojo de Isla de Tierra El ministerio niega que utilizara porras el¨¦ctricas aunque muchos llegaran maniatados
No hay prejuicios, pero tampoco vendas en los ojos. Esta es la actitud con la que la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, afronta la investigaci¨®n que ha abierto sobre los avatares que han rodeado la expulsi¨®n de territorio espa?ol y su entrega a Marruecos de 73 subsaharianos que llegaron a la Isla de Tierra, en el archipi¨¦lago de Alhucemas, en la creencia de que Espa?a los acoger¨ªa. ?Ha habido irregularidades como numerosas ONG y asociaciones de derechos humanos denuncian?
Este es el asunto a dilucidar por lo que la Defensora, a trav¨¦s de su adjunto primero, Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n, a quien corresponde el ¨¢rea de Inmigraci¨®n y Derechos Humanos, ha abierto un expediente a iniciativa propia. En la Secretar¨ªa de Estado de Seguridad, del Ministerio del Interior, ya existe una carta de Becerril, en la que se piden explicaciones y aclaraciones. ¡°sobre el procedimiento¡± por el que se produjo la entrega a Marruecos de 73 subsaharianos que clamaban por quedarse en Espa?a. Un peque?o grupo de mujeres y ni?os lo consigui¨®, fruto del reparto pactado entre los gobiernos espa?ol y marroqu¨ª.
La expulsi¨®n se produjo de manera colectiva, actuaci¨®n prohibida en la Ley de Extranjer¨ªa que obliga a realizar expedientes individuales de expulsi¨®n con asistencia de letrado e int¨¦rprete. En la Oficina del Defensor del Pueblo, en la que el ¨¢rea de Inmigraci¨®n es muy activa, se inform¨® inmediatamente a Soledad Becerril de las denuncias que llegaban de asociaciones de Derechos Humanos y de diferentes ONG con el argumento de que hab¨ªa una vulneraci¨®n flagrante de la ley. Un convenio de 1999 firmado entre Espa?a y Marruecos para la entrega a este pa¨ªs de inmigrantes irregulares puede ser el argumento que el Gobierno utilice, seg¨²n prev¨¦n en fuentes de esta instituci¨®n. Pero el procedimiento utilizado impidi¨® a los subsaharianos intentar la solicitud de asilo, por si esa era la causa de su entrada clandestina en Isla de Tierra. La investigaci¨®n tiene que dar como resultado el esclarecimiento del instrumento jur¨ªdico que el Gobierno espa?ol utiliz¨® para entregar a agentes marroqu¨ªes a los 73 subsaharianos.
La Defensora tambi¨¦n se interesa por el trato que recibieron los inmigrantes antes de ser expulsados, entre los que hab¨ªa mujeres embarazadas y ni?os. Lo cierto es que desde la instituci¨®n se reconoce que la Guardia Civil inform¨® a sus responsables de ¨¢rea de inmigraci¨®n de la atenci¨®n que prestaba a los subsaharianos. Pero antes de que llegara esa atenci¨®n los inmigrantes estuvieron a su suerte durante unos d¨ªas.
La expulsi¨®n o desalojo del islote se produjo en la madrugada del martes pasado cuando todos ellos se manten¨ªan en el per¨ªmetro en el que era visible la bandera espa?ola. Estos denuncian que fueron entregados a Marruecos con enga?os y arrojados a Oujda, en la frontera con Argelia, sin dinero ni alimentos. Desde ese lugar aseguran que la Guardia Civil les minti¨® porque les aseguraron que su destino era Melilla. No fue as¨ª. Las zodiac les alejaron de Melilla, de Espa?a.
Interior, por su parte, neg¨® ayer a EL PA?S que las quejas de los inmigrantes sobre el desalojo sean reales. Aseguran que no se usaron porras el¨¦ctricas en ning¨²n caso y que no se at¨® a ning¨²n inmigrante de pies o manos con cuerdas ni cordones. Este diario, sin embargo, vio c¨®mo muchos inmigrantes llegaban desde la lancha espa?ola hasta la costa marroqu¨ª de madrugada con las manos inmovilizadas en la espalda. Uno de los inmigrantes mostraba anteayer un cord¨®n trenzado que aseguraba era el material utilizado por los agentes con aquellos que se resist¨ªan a subir en la lancha. Interior no especific¨® ayer qu¨¦ se us¨® para inmovilizarlos. Finalmente, sobre la queja de los inmigrantes de que se les enga?¨® dici¨¦ndoles que les iban a llevar a Melilla, el ministerio solo indic¨® que ¡°no le consta¡±.
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