Bono comparte confidencias ¡°sin ajustar cuentas¡±

D¨ªa a d¨ªa, desde el 8 de abril de 1992 el pol¨ªtico socialista Jos¨¦ Bono ha escrito sus experiencias, sus conversaciones, sus desencuentros y confidencias con los personajes que han protagonizado la pol¨ªtica espa?ola. Le anim¨® a hacerlo el presidente del PSOE, Ram¨®n Rubial, en el viaje de prueba del AVE de Madrid a Ciudad Real, despu¨¦s de que Bono le contara el encontronazo que hab¨ªa tenido en la ejecutiva del PSOE con el entonces n¨²mero dos del partido, Alfonso Guerra, que marc¨® la ruptura entre ambos para siempre. El libro, o diario, como el autor lo define, llega hasta 1997, despu¨¦s de que Felipe Gonz¨¢lez perdiera las elecciones y se abr¨ªa el camino de su sucesi¨®n. Otros dos tomos, previstos para los dos pr¨®ximos a?os, reflejar¨¢n su etapa de ministro de Defensa y, el ¨²ltimo, su tiempo como presidente del Congreso y el final del gobierno de Zapatero. Pero la etapa escogida refleja las cuitas internas del PSOE, la etapa de los GAL y la sempiterna tensi¨®n con los nacionalistas. ¡°Hago una cr¨®nica de la realidad como defensa de la pol¨ªtica, hecha por seres humanos con errores e imperfecciones¡±

El libro Les voy a contar, que edita Planeta, estar¨¢ en las librer¨ªas el 25 de septiembre, y no supone ¡°un ajuste de cuentas con nadie¡±, seg¨²n el autor. Ahora bien, muchos de los citados probablemente hubieran preferido que sus reflexiones o comentarios no salieran a la luz. Felipe Gonz¨¢lez es la figura que sobresale por encima de todos los personajes de esta obra, porque Bono no tiene dudas de que el expresidente ¡°es seguramente el pol¨ªtico m¨¢s importante de Espa?a del siglo XX¡±, ha dicho a EL PA?S, en la ronda de breves conversaciones que ha tenido con los medios de comunicaci¨®n. Pero en su af¨¢n de ¡°fidelidad con la realidad¡± desvela comentarios de Gonz¨¢lez que al expresidente pueden incomodar. Por ejemplo, Bono deja claro que Gonz¨¢lez nunca tuvo mucha fe en Raimon Obiols, actual eurodiputado, en su etapa de l¨ªder y candidato del PSC a la Generalitat de Catalu?a. ¡°Felipe habla de la indefinici¨®n de Obiols, que padece el s¨ªndrome del eterno candidato que sabe que nunca ganar¨¢ las elecciones. Tienes t¨² ¨C me dice- como castellano o como manchego, m¨¢s posibilidades de presidir Catalu?a que ¨¦l¡±.

De Catalu?a hay pasajes muy significativos de estos a?os que recoge Bono. Sus conversaciones con el entonces presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, marcan la l¨ªnea constante de incomodidad con la soluci¨®n a la que se lleg¨® en la transici¨®n. As¨ª Pujol lamenta ante Bono, presidente de Castilla¨CLa Mancha, el 23 de noviembre de 1996, cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar llevaba muy pocos meses en la presidencia del Gobierno despu¨¦s de desbancar al PSOE tras 14 a?os en el poder, haber aceptado ¡°el caf¨¦ para todos¡±, es decir igualar, poco a poco, a todas las autonom¨ªas en competencias. Cuenta Bono que Pujol le dijo: ¡°Catalu?a es diferente y mientras Espa?a ha tenido cuatro siglos de decadencia, Catalu?a no ha participado en esa decadencia y ahora que Espa?a va bien no puede darse un trato inc¨®modo a Catalu?a¡±. Con pocos meses de gobierno del PP ya se ve¨ªa que Pujol estaba satisfecho. ¡°He obtenido mucho menos de los socialistas que del PP... Buena parte de lo que el PP me ha dado es la financiaci¨®n que me hab¨ªa prometido el PSOE¡±, concluye Bono, seg¨²n recuerda de su conversaci¨®n con Pujol.

Este primer tomo termina con una apreciaci¨®n de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba en 1999, cuando todo eran especulaciones sobre quien ser¨ªa el sucesor de Felipe Gonz¨¢lez, que, finalmente fue Joaqu¨ªn Almunia. Toda la ejecutiva socialista viaj¨® a Bilbao el 25 de mayo de ese a?o para asistir a un homenaje a Ram¨®n Rubial, presidente del PSOE, fallecido meses antes. Rubalcaba avanzaba por el pasillo del avi¨®n de vuelta a Madrid y coment¨®, seg¨²n Bono: ¡°Me dan ganas de quedarme en el aeropuerto porque si se produce un accidente yo ser¨ªa el ¨²nico sustituto de todos vosotros¡±. Rubalcaba fue candidato 12 a?os despu¨¦s.