Bono pide un tratamiento diferenciado para Catalu?a y Pa¨ªs Vasco

La presentaci¨®n de su libro Les voy a contar ha supuesto para Jos¨¦ Bono la ocasi¨®n de abogar por la defensa de la pol¨ªtica en un d¨ªa en el que muchos manifestantes abominan de ella, al menos, en su representaci¨®n institucional. El expresidente del Congreso no quita ni un ¨¢pice de gravedad a la situaci¨®n que vive Espa?a tanto por la actitud de CiU y otros partidos de pedir a las claras la independencia de Catalu?a como por el descr¨¦dito de la pol¨ªtica.

No lejos del Congreso de los Diputados, en un hotel de Madrid, Jos¨¦ Bono pide la derogaci¨®n de la ley electoral para dotar de mayor autonom¨ªa a los diputados y para acercar m¨¢s a los ciudadanos a sus representantes aunque precis¨® que nadie puede echar por tierra la legitimidad de los diputados y senadores, representantes de la soberan¨ªa popular.

Con la ley en la mano se puede hablar de todo, tambi¨¦n de m¨¢s autogobierno. ¡°El caf¨¦ para todos fue un disparate y creo tambi¨¦n hoy que Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco precisan de un tratamiento diferenciado¡±. Esta es la opini¨®n de Bono, que a?adi¨®: ¡°Quiz¨¢ tambi¨¦n Galicia¡±.

La expectaci¨®n era m¨¢xima en los medios de comunicaci¨®n en la presentaci¨®n oficial del primer tomo de los diarios de Jos¨¦ Bono que van entre 1992 y 1997, aunque con una separata sobre acontecimientos relevantes de 1999. A pesar de que la editorial Planeta hab¨ªa facilitado durante el fin de semana un resumen de las partes m¨¢s llamativas de las 640 p¨¢ginas que tiene este libro, el inter¨¦s no ha deca¨ªdo por preguntar al autor precisiones sobre episodios del libro pero, sobre todo, por conocer su criterio en torno a Catalu?a.

No ech¨® le?a al fuego sino que advirti¨® que el asunto le parec¨ªa tan grave que sus palabras solo pretend¨ªan buscar el acuerdo ante un tema ¡°de la m¨¢xima gravedad¡±. ¡°A m¨ª me duele ver a cientos de miles de catalanes manifestarse porque no quieren ser espa?oles, pero tambi¨¦n digo que son muchos m¨¢s los catalanes que s¨ª quieren ser espa?oles¡±. Su respeto, no obstante, hacia los primeros para cuya satisfacci¨®n hay que encontrar una soluci¨®n.

?C¨®mo se consigue ese tratamiento diferenciado que propugna para Catalu?a, Pa¨ªs Vasco y quiz¨¢ Galicia? No dio la f¨®rmula, pero s¨ª puso dos condiciones. Primero que la soluci¨®n se busque ¡°con la Constituci¨®n en la mano, con la ley. Y, despu¨¦s, que el resultado no vulnere la igualdad de derechos de los ciudadanos. ¡°La diferencia no puede traer desigualdades¡±, concluy¨® no sin antes hacer un canto por el arreglo ya que no concibe Catalu?a sin Espa?a y al rev¨¦s. ¡°No imagino a Iniesta [jugador del Barcelona] y a Montilla [expresidente de la Generalitat] como extranjeros, aunque comprendo que los sentimientos no se pueden regular con leyes¡±.

En torno al mismo asunto hubo otra apreciaci¨®n de Bono que le llev¨® a evocar a su etapa de ministro de Defensa. ¡°Sancion¨¦ y arrest¨¦ a un teniente general de Sevilla por pronunciarse cr¨ªticamente sobre el estatuto de Catalu?a, del que yo tambi¨¦n era cr¨ªtico, pero hizo un pronunciamiento inconveniente¡±. Las autonom¨ªas y las aspiraciones de Catalu?a, singularmente, ¡°no son asunto de la milicia¡±. Se refer¨ªa Bono a pronunciamientos de los ¨²ltimos d¨ªas de una asociaci¨®n de militares que en una interpretaci¨®n muy forzada de la Constituci¨®n reclamaron el papel de las Fuerzas Armadas como garantes de la unidad de Espa?a. De ese asunto ni hablar por parte de los militares.