¡°Trabajas en negro por dinero y por salud mental¡±
Aina Guinard, parapl¨¦jica y bi¨®loga con dos m¨¢sters, lleva dos a?os en paro
Hace dos a?os que Aina Guinard se qued¨® en paro. Una licenciatura en Biolog¨ªa y dos m¨¢steres no son suficientes en estos tiempos de sangr¨ªa laboral. Trabajaba en una oficina de informaci¨®n ambiental para una administraci¨®n p¨²blica, pero finaliz¨® el periodo del concurso que hab¨ªa ganado una empresa privada. Con los recortes, no se volvi¨® a convocar el concurso: el servicio desapareci¨®. El paro se le termin¨® en agosto pasado y pidi¨® los 400 euros del Plan Prepara dentro de plazo: "Son 15 d¨ªas, ni uno m¨¢s ni uno menos, si te pasas, los pierdes", alerta.
Son 400 euros que en su caso representan el alquiler. Sin pareja ni hijos, paga 300 euros por un piso compartido en Barcelona. Guinard es parapl¨¦jica y aunque se declara completamente aut¨®noma, no puede vivir en cualquier barrio (no si las calles son empinadas) ni en cualquier piso (tiene que tener ascensor s¨ª o s¨ª). Si el Gobierno retira esta ayuda, tendr¨¢ que volver a casa de su madre. "Con su pensi¨®n deber¨¢ asumir parte del coste de mi vuelta a casa", dice Guinard, que tiene otro hermano en paro y su hermana es interina, as¨ª que teme lo peor. "Por lo menos ellos tienen pareja, quieras que no amortigua".
Durante estos dos a?os de paro ha trabajado en negro. "Al principio no quieres hacerlo, pero pasa el tiempo, te olvidas de contratos fijos, los temporales a veces son enga?os y los criterios se van rebajando. Primero por cuesti¨®n econ¨®mica, de supervivencia, pero tambi¨¦n por salud mental, porque necesitas trabajar". Ella ha estado sin contrato en empresas de traducci¨®n y de publicidad: "Nada que ver con lo m¨ªo".
Guinard ha reducido todos los gastos al m¨ªnimo. Ya no tiene donde recortar. Apenas toca el coche y si tiene que hacerlo aprovecha el viaje para varias gestiones. Todav¨ªa tiene algo de ahorros. "Ten¨ªa un buen sueldo y no me met¨ª en cr¨¦ditos ni hipotecas".
Pese a su situaci¨®n, asegura que no necesita tanto como observa en su entorno. "Vivo de forma sencilla, no tengo ni el ¨²ltimo m¨®vil, ni un ordenador blanco con una manzana¡ y llevo muchos a?os comprando de segunda mano y en mercados de intercambio", explica, y opina que "mucha gente deber¨ªa comenzar a renunciar a cosas".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.