Riesgo de desapego

En v¨ªsperas de la renovaci¨®n del Tribunal Constitucional, la actual Sala ha decidido mantener en prisi¨®n a Arnaldo Otegi y sus compa?eros para no condicionar la futura decisi¨®n del pr¨®ximo tribunal en un asunto tan sensible como la revisi¨®n o reafirmaci¨®n de la condena del Supremo por colaboraci¨®n con banda armada a algunos de los principales dirigentes de la izquierda abertzale. El actual Constitucional ha decidido pasar la "patata caliente" al pr¨®ximo tribunal ante un asunto que levanta pasiones encendidas.

Otegi hab¨ªa pedido la excarcelaci¨®n al haber cumplido m¨¢s de la mitad de la condena que el Tribunal Supremo le hab¨ªa impuesto, de seis a?os y medio, por colaboraci¨®n con banda armada, al ser una pr¨¢ctica habitual en los casos de condenas no muy altas.

Personalidades relevantes como Baltasar Garz¨®n, instructor del caso Bateragune; el juez Javier G¨®mez Berm¨²dez, uno de los padres de la doctrina Parot, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco, Juan Luis Ibarra, han cuestionado la continuidad en prisi¨®n de Otegi por el delito de colaboraci¨®n con banda armada.

El fiscal del Tribunal Superior del Pa¨ªs Vasco, Javier Calparsoro, ha pedido al Constitucional que se pronuncie r¨¢pidamente sobre el fondo de la cuesti¨®n para no prolongar la estancia de Otegi en prisi¨®n indebidamente. La misma reclamaci¨®n han hecho el lehendakari, I?igo Urkullu, y el l¨ªder del PSE, Patxi L¨®pez, en coincidencia con la opini¨®n mayoritaria en Euskadi favorable a su excarcelaci¨®n.

Se da la paradoja de que la reorganizaci¨®n de Bateragune por la que se le acusa a Otegi de colaborar con banda armada fue para crear Sortu, un partido en cuyos estatutos se condena la violencia de ETA y que es legal desde hace m¨¢s de un a?o. Para mayor abundamiento, Otegi fue decisivo en el logro del cese definitivo de la violencia de ETA en octubre de 2011. El propio auto del caso Bateragune recoge las tensiones existentes entre la banda y Otegi durante la etapa que se juzga.

La Constituci¨®n espa?ola ampara la reinserci¨®n de los condenados, como ha puesto de relieve la democracia espa?ola en sus mejores a?os, y el de Otegi es un caso de libro. Una r¨¢pida resoluci¨®n del Tribunal Constitucional sobre esta cuesti¨®n puede paliar la decisi¨®n de ayer de rechazar la excarcelaci¨®n. De lo contrario, el riesgo de un incremento de la desafecci¨®n social en el Pa¨ªs Vasco hacia las instituciones espa?olas est¨¢ servido.