Rajoy pacta con Mas negociar en secreto
Gobierno y Generalitat designan interlocutores para buscar una salida al ¨®rdago soberanista
Mariano Rajoy y Artur Mas se han comprometido a buscar una salida que evite el choque de trenes por la convocatoria de una consulta soberanista ilegal en 2014. Los contactos se llevar¨¢n a cabo de manera reservada y estar¨¢n en manos de personas de la m¨¢xima confianza de ambos dirigentes, seg¨²n han confirmado fuentes del PP y de CiU.
El encuentro reservado que mantuvieron el presidente del Gobierno y el de la Generalitat el pasado 29 de agosto no propici¨® ning¨²n acuerdo de fondo, pero su importancia estriba en que, por primera vez desde que Mas anunci¨® ¨®rdago soberanista, se avanz¨® en la posibilidad de desbloquear la situaci¨®n de enfrentamiento, muy enconada desde que el presidente Rajoy rechaz¨® en La Moncloa el pacto fiscal que le propuso el presidente catal¨¢n.
El ¨²ltimo encuentro ha supuesto un paso, el primero, para tender puentes hacia una soluci¨®n y para evitar el enfrentamiento institucional. Ambos coincidieron en la necesidad de trabajar para lograr esa salida, en la que trabajar¨¢n personas designadas por ambos.
El interlocutor catal¨¢n en la negociaci¨®n con el Gobierno central es Jordi Vilajoana, actual secretario general de la Presidencia de la Generalitat y hombre de la m¨¢xima confianza de Mas. Vilajoana conoce los entresijos de la pol¨ªtica espa?ola, es una persona de car¨¢cter dialogante y, lo que es muy importante, est¨¢ muy bien visto por Uni¨® Democr¨¤tica y por su l¨ªder, Josep Antoni Duran. No en vano Vilajoana form¨® parte de la candidatura nacionalista al Congreso en las elecciones generales de 2004 y fue vicepresidente segundo de la C¨¢mara baja toda la legislatura.
El Ejecutivo est¨¢ preparado para responder a la Diada con un tono bajo
En 2008 fue elegido senador por designaci¨®n auton¨®mica y ratificado en ese cargo, hasta que en enero de 2013 Artur Mas form¨® su segundo Gobierno y le llam¨® para que se convirtiera en su hombre de m¨¢xima confianza. Vilajoana es, adem¨¢s, amigo personal del presidente catal¨¢n, y su relaci¨®n trasciende el ¨¢mbito pol¨ªtico. Ambos ya coincidieron en el ¨²ltimo Gobierno de Jordi Pujol, donde Vilajoana fue consejero de Cultura.
Una de las pruebas de fuego a las que deber¨¢ enfrentarse esta voluntad de entendimiento reci¨¦n estrenada ser¨¢ la Diada, que se celebra el 11 de septiembre. Desde La Moncloa ya se cuenta con que ser¨¢ un ¨¦xito rotundo de exaltaci¨®n independentista y de respaldo en la calle. Ante esto, Mariano Rajoy ha impuesto la estrategia de tono bajo y de seguir buscando salidas de manera discreta. El encuentro del d¨ªa 29 sirvi¨®, siempre seg¨²n fuentes populares, para tender un puente de contacto que no exist¨ªa desde hac¨ªa meses. Las ¨²ltimas declaraciones de Mas en las que admit¨ªa, por primera vez, la posibilidad de convocar elecciones plebiscitarias en 2016 si no fuera posible la consulta en 2014, se entienden desde el Ejecutivo de Rajoy como un gesto muy positivo y de buena voluntad, un gesto para facilitar ese acuerdo.
La Moncloa pretende ligar la salida de la crisis institucional a la financiaci¨®n
Con esas nuevas fechas no solo se ganar¨ªa tiempo, sino que se establecer¨ªa un nuevo calendario, en el que habr¨ªa antes un proceso electoral en Catalu?a y otro en Espa?a y, adem¨¢s, es de prever que para entonces se produzca una mejora econ¨®mica que facilite la b¨²squeda de una salida pol¨ªtica. El Gobierno da por hecho, no obstante, que en los d¨ªas previos, en la Diada y en las jornadas posteriores se producir¨¢n declaraciones soberanistas y gestos a favor de la consulta. Pero, en todo caso, la consigna ser¨¢ evitar una escalada de tensi¨®n manteniendo el argumento de la defensa de la legalidad. Obviamente, Rajoy no se ha movido de sus posiciones, que pasan por el rechazo a la celebraci¨®n de la consulta. M¨¢s a¨²n si esta consiste en preguntar sobre la salida de Catalu?a del Estado.
El presidente sigue en la tesis de no aceptarla, y as¨ª se lo hizo saber a Mas, aunque se mostr¨® dispuesto a estudiar salidas. La Moncloa sigue considerando que esa salida podr¨ªa estar ligada al sistema de financiaci¨®n, que ha de ser revisado en breve y que podr¨ªa tener un tratamiento diferenciado para Catalu?a, como ya ocurri¨® con el objetivo de d¨¦ficit. En el an¨¢lisis del Gobierno se incluye la percepci¨®n de las dificultades de Mas para gestionar la situaci¨®n y su necesidad de buscar una salida pactada. Es decir, entiende que ese previsible ¨¦xito de la Diada desborde sus posiciones y lo siga rentabilizando ERC, adem¨¢s de que corre el riesgo de romper CiU. Dicho de otra forma, la negociaci¨®n reservada que se abre est¨¢ entre las exigencias radicales de ERC a CiU y la imposibilidad del Gobierno de acceder a la consulta. Hay v¨ªas intermedias complicadas, que incluyen, en un futuro, la presentaci¨®n en el Parlamento de una nueva reforma del Estatuto, con posterior refer¨¦ndum; pero el Gobierno admite que una vez desatado el fervor independentista no ser¨¢ f¨¢cil encauzarlo hacia esa v¨ªa.
El Ejecutivo ha recibido la propuesta de una parte de CiU para reconducir la consulta, de tal forma que incluya tres preguntas: una sobre financiaci¨®n, otra sobre la lengua y otra sobre el encaje legal de Catalu?a, pero excluyendo la independencia. Esta opci¨®n est¨¢ tambi¨¦n sobre la mesa. Fuentes del PP explican que en los ¨²ltimos meses muchos empresarios, personalidades y l¨ªderes de opini¨®n han contactado con La Moncloa y con los dirigentes de CiU para facilitar esa v¨ªa de acuerdo que impida el choque legal. El mensaje, al que ahora han sido sensibles las dos partes, era precisamente el de sentarse sin focos para buscar una soluci¨®n.
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