Una mujer empecinada
La infanta Cristina ha cerrado filas con su marido De momento no se plantea ni separarse ni renunciar a sus derechos din¨¢sticos
La infanta Cristina (Madrid, 1965) telefone¨® a su padre y le comunic¨® que al d¨ªa siguiente acudir¨ªa a verle al hospital con su marido, I?aki Urdangarin. Era noviembre de 2012, don Juan Carlos estaba ingresado en la cl¨ªnica Quir¨®n para ser intervenido por tercera vez de la cadera y La Zarzuela llevaba m¨¢s de un a?o intentando evitar lo que do?a Cristina estaba a punto de provocar: la aparici¨®n en p¨²blico de toda la familia real, incluido el imputado duque de Palma. Finalmente, la Reina, la Infanta, Urdangarin y el mayor de sus hijos llegaron en un coche y quince minutos despu¨¦s, en otro, los Pr¨ªncipes. Coincidieron en la habitaci¨®n del Rey, pero no ante las c¨¢maras porque los m¨¢s interesados, el equipo de La Zarzuela y los propios Pr¨ªncipes, lo evitaron. La an¨¦cdota, en cualquier caso, revela hasta qu¨¦ punto do?a Cristina ha cerrado filas con su marido.
Por la cabeza de la hija menor de los Reyes no pasa, seg¨²n fuentes de su entorno, la idea del divorcio. Tampoco piensa de momento renunciar a sus derechos, pese a que ser¨ªa un gesto meramente simb¨®lico, ya que do?a Cristina es la s¨¦ptima en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono, tras el Pr¨ªncipe, sus dos hijas, su hermana Elena y sus dos sobrinos.
La Zarzuela no pregunta por ella en las encuestas que recibe cada quince d¨ªas para pulsar el grado de popularidad de la instituci¨®n y del n¨²cleo duro de la familia real ¡ªReyes y Pr¨ªncipes¡ª, pero decidi¨® apartarla de la vida oficial de la Casa casi al mismo tiempo que a Urdangarin.
Durante mucho tiempo hab¨ªa sido la imagen de la modernidad en una instituci¨®n como la Corona. Fue la primera mujer de la monarqu¨ªa espa?ola con t¨ªtulo universitario ¡ªse licenci¨® en 1989 ciencias pol¨ªticas por la Universidad Complutense ¡ª. Aquel a?o, do?a Cristina manifestaba valorar ¡°la sencillez, el sentido del humor y la naturalidad¡±. Dos a?os m¨¢s tarde, en un desayuno con periodistas espa?oles en la sede de la Unesco en Par¨ªs, muy nerviosa ante su contacto con los medios, explicaba su deseo de tener una profesi¨®n y su intenci¨®n de casarse por amor.
En 1992 se traslad¨® a vivir en Barcelona, donde comparti¨® piso con una amiga del mundo de la vela, Vicki Fumad¨®, y en 1993 empez¨® a trabajar en La Caixa con un sueldo inicial de 1.200 euros mensuales.
Conoci¨® a Urdangarin en el verano de 1996, en un acto organizado por el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol, y anunciaron su compromiso el 30 de abril del a?o siguiente, tras nueve meses de relaci¨®n. Como regalo de boda, el Rey le concedi¨® el t¨ªtulo de duquesa de Palma.
Cuando se comprometieron, do?a Cristina ganaba 200.000 pesetas al mes en La Caixa y Urdangarin ten¨ªa una ficha de 10 millones de pesetas al a?o como juzgador de balonmano del Barcelona.
Pero su tren de vida subi¨®, como el de Urdangarin. Hasta que el matrimonio se compr¨®, con un pr¨¦stamo de La Caixa y otro del Rey, el monumental palacete de Pedralbes. Cost¨® seis millones de euros y en su reforma aseguran haber invertido otros tres.
Mientras estuvo en n¨®mina de La Zarzuela, es decir, mientras realiz¨® actos oficiales y cobr¨® por ello la asignaci¨®n en concepto de gastos de representaci¨®n que don Juan Carlos distribuye a su criterio entre los miembros de la familia, recibi¨® transferencias de la Casa del Rey por valor de 79.366,32 euros en 2007 y 75.877 euros en 2008. La Zarzuela no ofrece el desglose de esa asignaci¨®n que distribuye el Monarca pero los datos se hicieron p¨²blicos en el striptease de las cuentas de la Infanta que ha provocado la investigaci¨®n del caso N¨®os.
Desde finales del verano vive en Ginebra. El matrimonio hab¨ªa decidido meses antes que sus hijos no empezar¨ªan un curso escolar m¨¢s en Barcelona para alejarlos del esc¨¢ndalo y las burlas por la imputaci¨®n de su padre. Urdangarin pasa largas temporadas con ellos en el ¨¢tico de lujo en el que do?a Cristina vive ahora, pero ¨¦l mantiene su residencia en Barcelona. La Caixa encontr¨® acomodo para la Infanta en Suiza como antes hab¨ªa sido Telef¨®nica quien hab¨ªa buscado un puesto para el duque de Palma lejos de Espa?a, en Washington.
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