Converg¨¨ncia se queda sin delf¨ªn

La inocencia de Oriol Pujol Ferrusola es un asunto que no se discute en la calle C¨®rsega de Barcelona, donde se ubica la sede central de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya. Pero una cosa es la convicci¨®n del partido y otra su futuro pol¨ªtico. Su imputaci¨®n en marzo por un presunto delito de tr¨¢fico de influencias en el marco del caso ITVfue recibida con resignaci¨®n y la esperanza, cada vez m¨¢s difuminada, de que el asunto se solucionara pronto. Pero la nueva vertiente del caso, la petici¨®n de una nueva imputaci¨®n por parte del fiscal por un presunto delito de cohecho, ha tumbado los deseos iniciales del partido.

Se?alado como posible sucesor de Mas para cuando el presidente de la Generalitat abandonara sus funciones, el papel de delf¨ªn est¨¢ vacante en Converg¨¨ncia. S¨ª se busc¨® una soluci¨®n provisional para la estructura org¨¢nica del partido. Pujol qued¨® apartado de sus funciones de secretario general y de presidente del grupo parlamentario, quedando relegado al cargo (y sueldo) de diputado raso. Sus funciones se las repartieron entre la direcci¨®n: Llu¨ªs Corominas, vicesecretario de coordinaci¨®n y estrategia, y Josep Rull, secretario de organizaci¨®n, asumieron la secretar¨ªa general en funciones. Jordi Turull, el que hasta entonces era portavoz parlamentario, subi¨® un rango en el escalaf¨®n del grupo.

Pero en el terreno pol¨ªtico el liderazgo de Converg¨¨ncia pasa exclusivamente por Artur Mas. El partido ha puesto todo su futuro en sus manos y por ello el debate sobre su sucesi¨®n es pr¨¢cticamente inexistente. ¡°Con el l¨ªo que tenemos, ni nos lo planteamos¡±, admiten fuentes de la direcci¨®n. Tampoco se atisba en el horizonte alguien capaz de sustituirle, por el momento. Con Pujol apartado nadie en el partido est¨¢ preparado para asumir el liderazgo de Mas. Los dirigentes de Converg¨¨ncia est¨¢n convencidos de que el presidente de la Generalitat tiene cuerda para rato, pese a que el l¨ªder nacionalista asegur¨® que cuando acabara el proceso soberanista abandonar¨ªa la pol¨ªtica. ¡°Esto solo acaba de empezar¡±, apuntan desde la direcci¨®n de CDC.

Pero un presumible nuevo batacazo ¡ªlas encuestas anuncian una derrota de CiU en las siguientes elecciones¡ª pondr¨ªa en entredicho el liderazgo de Mas, con el partido en horas bajas y sin nadie capaz de hacerle sombra: el exconsejero Llu¨ªs Recoder, se?alado durante a?os como posible sucesor, vive apartado de la vida pol¨ªtica y un paso por su parte ser¨ªa incierto. El consejero de Presidencia, Francesc Homs, tiene adeptos en el partido, pero sus opciones de suceder a Mas pasan m¨¢s por convicci¨®n personal que por posibilidades reales. Rull puede ser sucesor de Mas en un futuro, pero el secretario de organizaci¨®n apenas lleva unos meses en los focos, y todav¨ªa est¨¢ granje¨¢ndose el favor de las bases.

Tampoco hay un sucesor claro para la otra cabeza visible de la coalici¨®n, Josep Antoni Duran Lleida, que lidera Uni¨® sin interrupci¨®n desde 1987. El l¨ªder democristiano ha hecho varios amagos de retirada en los ¨²ltimos meses coincidiendo con las fases m¨¢s duras de los enfrentamientos entre Uni¨® y Converg¨¨ncia. En el ¨²ltimo a?o ha habido movimientos internos con vistas a la posible marcha de Duran, pero ¨¦stos han quedado aparcados con la recuperada estabilidad de la coalici¨®n a ra¨ªz del acuerdo de diciembre sobre la pregunta y la fecha para un eventual refer¨¦ndum de independencia.

La paz interna en CiU parece asegurada al menos para todo este a?o. De ah¨ª que Duran haya insinuado esta semana que se mantendr¨¢ al frente del partido tras el Congreso de febrero. ¡°Como cualquier otro militante tengo derecho a continuar al frente de la direcci¨®n pero como muy pocos tengo el deber de continuar y no de dejarlo¡±, dijo mediante una carta a la militancia.

Mientras Duran no anuncie su marcha, los posibles sucesores guardar¨¢n silencio. Los que han jugado m¨¢s fuerte la carta de la sucesi¨®n son el consejero catal¨¢n de Interior, Ramon Espadaler, y el titular de Agricultura, Josep M. Pelegr¨ª. Ambos buscan la complicidad de Joana Ortega, vicepresidenta de la Generalitat, quien, si bien ha evitado entrar directamente en la pugna por el liderazgo, quiere mantenerse en un puesto destacado haciendo valer as¨ª el peso de su sector af¨ªn en el partido.

En cualquier caso y, seg¨²n numerosas encuestas, el sucesor de Mas o Duran en la primera l¨ªnea de la pol¨ªtica catalana es posible que no sea un pol¨ªtico de CiU. Oriol Junqueras, l¨ªder de ERC, amenaza con arrebatarles el trono.