¡°Es un disparate vincular las balanzas fiscales con el sistema de financiaci¨®n¡±

?ngel de la Fuente, uno de los expertos escogido por el Gobierno para elaborar la nueva f¨®rmula con la que calcular las balanzas fiscales, ha asegurado este lunes que ¡°ser¨ªa un disparate vincular las balanzas fiscales con el sistema de financiaci¨®n¡±.

El investigador del CSIC ha insistido en que el nuevo modelo de financiaci¨®n no deber¨ªa basarse en el resultado del c¨¢lculo que est¨¢ realizando (junto a otros dos acad¨¦micos) sobre la diferencia entre lo que cada comunidad aporta al sistema y lo que recibe.

La novedad del m¨¦todo en el que trabaja De la Fuente, Barber¨¢n y Uriel es que presentar¨¢ los datos desagregados por partidas de gasto. De esta forma, las comunidades podr¨¢n saber cu¨¢nto les cuesta cada pol¨ªtica. Esto permitir¨¢ conocer ¡°si el gasto en infraestructura o el gasto en polic¨ªa, por ejemplo, est¨¢ mal repartido¡±.

Durante las ¨²ltimas semanas, los pol¨ªticos de diferentes comunidades (Madrid, Extremadura, Catalu?a¡­) ha presentado sus remedos de balanzas fiscales para tratar de influir en el debate sobre el sistema de financiaci¨®n. Una cuesti¨®n que rechaza De la Fuente: ¡°Los ciudadanos de las comunidades con saldo fiscal negativo tienen los mismos derechos que los ciudadanos que viven en comunidades con saldo fiscal positivo¡±. E insiste: ¡°No tendr¨ªa sentido que la calidad de los servicios de los colegios o del sistema sanitario dependiera de si se vive en una comunidad rica o pobre. Todas deben tener la financiaci¨®n suficiente para prestar los mismos servicios. Quien quiera prestar m¨¢s que se los pague¡±.

¡°Las balanzas fiscales de 2008 ¨Cque present¨® el ex ministro socialista Pedro Solbes con datos de 2005¡ªeran una foto. Con la nueva metodolog¨ªa podremos ampliar la foto y ver que contiene cada pixel¡±, ejemplifica ?ngel de la Fuente, que a?ade: ¡°Queremos saber si la tarta est¨¢ bien repartida¡±. ?Pero qui¨¦n dice si est¨¢ bien repartida? ¡°Una cosa es la estad¨ªstica y otra es el an¨¢lisis¡±, ha explicado el catedr¨¢tico de la universidad de Barcelona, que ha precisado que su trabajo consiste en presentar los datos y cada administraci¨®n se encargar¨¢ de analizar de c¨®mo le afectan si le benefician o perjudican. De la Fuente ha admitido que puede haber varios criterios para determinar si una determinada pol¨ªtica (infraestructura o gasto) est¨¢ bien o mal repartido.

El acad¨¦mico ha explicado las conclusiones del seminario sobre balanzas fiscales celebrado el pasado viernes en el Instituto de Estudios Fiscales en Madrid donde un nutrido grupo de expertos y acad¨¦micos discutieron sobre la metodolog¨ªa presentada por De la Fuente y sus colaboradores. Hay consenso en que el sistema debe tener ¡°transparencia absoluta¡±. La mayor¨ªa de expertos coincide, seg¨²n cuenta De la Fuente, en que el Gobierno debe publicar anualmente las balanzas fiscales actualizadas. Otra de las conclusiones es que la mayor parte de los acad¨¦micos acordaron que el m¨¦todo utilizado para calcular el saldo fiscal de las comunidades debe de ser el ¡°carga-beneficio¡±, que tiene en cuenta qui¨¦n se beneficia del gasto. Y ha rechazado calcularlas con el m¨¦todo del ¡±flujo monetario¡±, que solo tiene en cuenta criterios geogr¨¢ficos para la imputaci¨®n del gasto.

Para ello, ha puesto de ejemplo la base militar de Mor¨®n de la Frontera, ubicada en Sevilla. Ha explicado que con el m¨¦todo flujo monetario los gastos del Estado en esta base solo se imputar¨ªan a Andaluc¨ªa mientras que de la actividad de la defensa se beneficia todo el Estado. Por eso, apuesta por el m¨¦todo carga-beneficio que reparte el coste de la base militar entre todos los territorios.

Precisamente este debate, el del m¨¦todo escogido carga-beneficio frente a flujo-monetario, es el que enfrenta a los expertos de Montoro con la Generalitat catalana que pide que se publiquen las balanzas con los dos m¨¦todos como hizo Solbes en 2008, con datos de 2005. ¡°no tiene sentido hacer un c¨¢lculo que pensamos que est¨¢ mal hecho y que generalmente se utiliza de forma torticera¡±.

De la fuente considera que la elaboraci¨®n de la metodolog¨ªa no tiene porqu¨¦ aprobarse por consenso entre todas las comunidades. Primero, dice, porque no se pondr¨ªan de acuerdo. Y en segundo lugar, continua, porque ¡°el Gobierno tiene derecho a escoger la metodolog¨ªa que crear oportuno y las comunidades tiene derecho a hacer lo que les salga de las narices con ella¡±.

En este punto, el acad¨¦mico ha admitido que ¡°el sistema de financiaci¨®n actual es fuente de inequidad. Es una especie de Frankenstein¡±. Y revela las diferencias entre unas comunidades y otras. Si la media es 100, la Comunidad Valenciana est¨¢ en 92 y Cantabria y La Rioja en 120. ¡°Hay m¨¢s de 30 puntos de diferencia entre unas y otras¡±, ha criticado. ¡°Si metemos las forales la diferencia se agranda¡±, ha continuado. De la Fuente ha manifestado que una de las virtudes de la nueva metodolog¨ªa para calcular las balanzas fiscales es que se podr¨¢n conocer los datos de financiaci¨®n de las comunidades forales. ¡°Estas comunidades est¨¢n mejor tratadas que el resto¡±, ha afirmado el acad¨¦mico que sigue la estela de la Comunidad de Madrid que la semana pasada ped¨ªa que Pa¨ªs Vasco y Navarra aportaran al sistema com¨²n. ¡°El c¨¢lculo del cupo es marciano¡±, ha precisado.

No obstante, De la fuente ha admitido que el sistema de financiaci¨®n actual tiene cosas buenas. El modelo de financiaci¨®n consta de varios fondos de reparto. El primero, el m¨¢s cuantioso, denominado Fondo de Garant¨ªa de Servicios Fundamentales, tiene por objeto asegurar que cada comunidad percibe los mismos recursos para financiar los servicios p¨²blicos fundamentales del Estado de Bienestar (sanidad, educaci¨®n y servicios sociales). Este sistema consigue un reparto m¨¢s o menos proporcional y no crea grandes diferencias entre las comunidades. El problema surge con el reparto del resto de fondos (suficiencia, convergencia, competitividad, cooperaci¨®n...) que distorsiona todo el sistema. En este sentido, De la Fuente se ha mostrado partidario de un sistema de financiaci¨®n donde prime la igualdad.