La Audiencia investiga una paliza a un empresario espa?ol en Guinea
Su compa?¨ªa constru¨ªa la mansi¨®n de una sobrina de Obiang por 1,6 millones
Guinea Ecuatorial, pa¨ªs que visitar¨¢ el mi¨¦rcoles el presidente Mariano Rajoy, no es un lugar seguro para los empresarios espa?oles. No lo es jur¨ªdicamente, pero tampoco f¨ªsicamente. El titular del Juzgado Central de Instrucci¨®n n? 1 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, est¨¢ investigando la paliza sufrida en Guinea Ecuatorial por un empresario espa?ol que constru¨ªa una mansi¨®n para J. Atogo, sobrina del aut¨®crata Teodoro Obiang. Pedraz ha dirigido una comisi¨®n rogatoria a Malabo y ha reclamado al denunciante la documentaci¨®n acreditativa de que se vio obligado a transferir a sus extorsionadores 250.000 euros para que le dejaran salir del pa¨ªs.
No es la primera vez que un empresario espa?ol es extorsionado en Guinea Ecuatorial. Esta vez, sin embargo, se pas¨® de las amenazas a los hechos, ya J. M. Gonz¨¢lez fue v¨ªctima de una paliza que le caus¨® ¡°lesiones de car¨¢cter leve¡±, seg¨²n el informe m¨¦dico-forense emitido por la Audiencia Nacional. La v¨ªctima ha aportado una grabaci¨®n sonora, realizada con su propio m¨®vil, en la que se escuchan los golpes y las exclamaciones de dolor.
J. M. Gonz¨¢lez se asoci¨®, a trav¨¦s de su compa?¨ªa Africovi, con la consultora ecuatoguineana Afrinvest, propiedad de dos espa?oles residentes en la excolonia espa?ola (J. Carretero y J. R. Mart¨ªn-Sola) y de un ecuatoguineano (A. Nsue). Su objetivo era hacer obras de infraestructura civil en dicho pa¨ªs, cuya legislaci¨®n exige a las empresas extranjeras buscar socios locales.
En septiembre de 2012, Africovi firm¨® un contrato para construir la residencia de J. Atogo ¡ªhija de Armengol, hermano de Obiang y uno de los hombres m¨¢s poderosos del pa¨ªs¡ª por 1,6 millones de euros. Parte del anticipo (450.000 euros) se ingres¨® en una cuenta del Banco Santander en Espa?a, para atender el pago de materiales y maquinaria, y el resto (150.000) se qued¨® en Guinea Ecuatorial para hacer frente a los gastos locales. Tres meses despu¨¦s, seg¨²n la denuncia, el empresario comprob¨® que los due?os de Afrinvest hab¨ªan dispuesto sin justificaci¨®n del dinero ingresado en Malabo, hasta dejar la cuenta casi a cero, y que parte de los materiales se hab¨ªan desviado para la casa particular del socio ecuatoguineano. J. Gonz¨¢lez viaj¨® a Malabo acompa?ado de un gerente de obra y un controlador financiero, para romper con sus socios.
El constructor solo pudo regresar a Espa?a tras pagar 250.000 euros
No le ser¨ªa f¨¢cil. El empresario ha denunciado que fue amenazado de muerte y le advirtieron de que no saldr¨ªa del pa¨ªs hasta que repatriara el dinero depositado en el Santander. El 4 de febrero de 2013 se presentaron en su oficina de Malabo dos de sus socios. Tras echar a los empleados y cerrar con llave, el ecuatoguineano empez¨® a ¡°darle una paliza sin mediar palabra¡±. J. M. Gonz¨¢lez recibi¨® ¡°pisotones y patadas en la cabeza¡± hasta que dos empleados lograron entrar por una puerta trasera y detener la agresi¨®n, seg¨²n la denuncia.
El empresario busc¨® el amparo del c¨®nsul espa?ol en Malabo, pero ni siquiera este, pese a acompa?arle al aeropuerto, logr¨® que saliese de Guinea Ecuatorial: por dos veces la polic¨ªa de fronteras, en complicidad con los presuntos extorsionadores, le impidi¨® subir al avi¨®n pese a tener la documentaci¨®n en regla.
Solo cuando pag¨® todo el dinero que se le exig¨ªa pudo regresar a Espa?a. Afrinvest y sus tres socios, dos espa?oles y un ecuatoguineano, se qued¨® con la obra y la maquinaria, por un valor que el denunciante cifra en m¨¢s de 700.000 euros.
El hecho de que entre los denunciados haya espa?oles ha permitido al juez Pedraz investigar el caso, pese al recorte de la justicia universal. De momento, se ha dirigido a Guinea Ecuatorial para saber si, en dicho pa¨ªs, dar una paliza es un delito.
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