Municipio busca vecinos
Una de las localidades m¨¢s envejecidas de Espa?a subasta solares ¡®low cost¡¯
Se vende solar de 205 metros cuadrados, con posibilidad de levantar una vivienda de tres plantas y s¨®tano, en un municipio tranquilo y sin tr¨¢fico. Precio: desde 1.300 euros. ?El metro? ¡°?Nooo, todo enterito! Y en lo mejorcito del pueblo¡±, asegura Jos¨¦ Luis Regacho, alcalde de Olmeda de la Cuesta (Cuenca). "?Lo que se descansa aqu¨ª en vacaciones!", a?ade. El Ayuntamiento abrir¨¢ esta semana el proceso para subastar ocho terrenos urbanos low cost ¡ªel precio de salida apenas cubre el coste de desescombro¡ª para atraer a m¨¢s vecinos e intentar salvar el pueblo.
El proceso no lleva aparejada una oferta laboral, como ha sucedido en otras localidades que inclu¨ªan tambi¨¦n facilidades para adquirir una casa e incrementar el censo. Pero los promotores de la idea est¨¢n convencidos de que Olmeda es un lugar ideal para aut¨®nomos con pretensiones ¡ªun artesano que precise espacio para sus productos, un escritor que busque silencio¡ª o como un lugar tranquilo de vacaciones para familias.
Porque Olmeda se muere. Hay 35 empadronados. La edad media ronda los 75 a?os (frente a los 42 de la media espa?ola). De ellos, solo 15 residen todo el a?o en el municipio: la mayor¨ªa son jubilados nonagenarios o que est¨¢n a punto de serlo y viven de sus pensiones; cuatro son agricultores entre 40 y 50 a?os, y el ¨²ltimo es el alguacil municipal, de 47. Hace unos a?os Olmeda empez¨® a ser conocido como el pueblo m¨¢s envejecido de Espa?a. ¡°Vinieron las televisiones y todo¡±, recuerda el alcalde socialista, de 47 a?os. ¡°Este pueblo era enorme y ahora es nada¡±, se lamenta Flora Vergara, de 88 a?os, una de las veteranas. En la entrada del Consistorio hay una foto de esa ¨¦poca de oro, en los a?os cuarenta y cincuenta del siglo XX, cuando lleg¨® a tener 500 habitantes, su r¨¦cord.
El declive de Olmeda recuerda al de muchos otros pueblos v¨ªctimas de la despoblaci¨®n rural, un proceso que Castilla-La Mancha ha sufrido especialmente. El paulatino abandono de la agricultura, cada vez menos rentable, y la b¨²squeda de calidad de vida, con mejores estudios y empleo, han llevado a miles de personas a mudarse a la ciudad. En el caso de Olmeda, casi todos a Madrid (a 154 kil¨®metros), Cuenca (53 kil¨®metros) o Valencia (251 kil¨®metros). El propio alcalde vive en la capital conquense, donde trabaja de funcionario municipal. En la plaza se encuentran todos los servicios que quedan en el pueblo: la iglesia (misa una vez por semana), el consultorio m¨¦dico (solo los martes) y el bar (abierto los fines de semana), adem¨¢s del Ayuntamiento. Fuera de ah¨ª, Olmeda no va m¨¢s all¨¢ de cuatro o cinco calles.
El cierre del colegio hace cuatro d¨¦cadas, por la falta de alumnos, complic¨® a¨²n m¨¢s la supervivencia de la localidad. ¡°Eso mat¨® al pueblo¡±, sentencia el alcalde. Reabrir la escuela parece un imposible. La Junta de Castilla-La Mancha establece un m¨ªnimo de 11 alumnos. ¡°Construir un pueblo cuesta mucho¡±, advierte. ¡°Destruirlo, no tanto¡±.
Olmeda se resiste a desaparecer. La venta de solares a precio de ganga es un intento de repoblar el municipio. El a?o pasado se sacaron a subasta 15 terrenos ¡ªcedidos por el Consistorio¡ª y se vendieron seis, por entre 600 y 3.500 euros. Cuatro fueron a parar a familiares de habitantes del municipio; dos a familias de fuera. La pr¨®xima subasta se abrir¨¢ el 20 de agosto; se pueden presentar ofertas por ocho solares: los m¨¢s baratos son dos de 60 metros, a 200 euros cada uno, y el m¨¢s caro uno de 205 metros, a 1.300 euros. El principal criterio de adjudicaci¨®n es el precio y no hace falta estar empadronado en el municipio. Basta con depositar un aval de 150 euros para presentar ofertas y comprometerse a construir una vivienda o negocio en dos a?os y medio.
Una de las compradoras de la puja del a?o pasado es Marimar Regacho, de 50 a?os, hermana de Jos¨¦ Luis. Pag¨® 4.000 euros por 212 metros. Est¨¢ pendiente de iniciar la obra. ¡°Queremos una casa c¨®moda, con jard¨ªn¡±, explica. ¡°Siempre me ha gustado este pueblo y los chicos est¨¢n deseando venir¡±, cuenta. Los chicos son Paula y Alonso, sus hijos, de 12 y 10 a?os. Marimar y su esposo, funcionarios en Aranjuez, aprovechan cualquier momento libre para ir a Olmeda, donde se alojan ahora en casa del alcalde. Paula y su amiga Raquel explican que aqu¨ª es donde mejor est¨¢n, porque pueden jugar en la calle todo el d¨ªa; se sienten libres.
En una visita por el municipio, Jos¨¦ Luis Regacho muestra algunos de los solares que se van a sacar a subasta. Es pleno agosto, la una de la tarde, y el sol pega fuerte; se est¨¢ mejor a la sombra. El alcalde lamenta que no haya una piscina, pero no hay presupuesto. ¡°Estoy pensando en poner una desmontable¡±, cuenta. ¡°Hay un par de excursiones cerca muy interesantes¡±, destaca.
La edad media ronda los 75 a?os. De los 35 empadronados, solo 15 viven todo el a?o en la localidad
El entusiasmo con el que Regacho habla del potencial del pueblo choca con la realidad. El ¨²nico trabajo que se puede encontrar en Olmeda es en el campo y para ello habr¨ªa que hacerse primero con unas hect¨¢reas. Por otra parte, poner un negocio es arriesgado. El a?o pasado una peluquera se interes¨® por abrir un sal¨®n. ¡°Cuando vio que casi no viv¨ªa nadie y que el alcalde era medio calvo¡ abandon¨® la idea¡±, bromea. De hecho, en Olmeda no hay ninguna tienda de productos de primera necesidad (alimentaci¨®n, droguer¨ªa, etc¨¦tera), como en otros pueblos, porque no hay suficientes vecinos. ¡°Aqu¨ª podr¨ªa vivir sin problemas un artesano; una pareja que hace miniaturas se interes¨® el a?o pasado por la subasta porque buscaban un sitio para su taller, pero al final la cosa no cuaj¨®¡±, recuerda.
El alcalde cuenta que ha recibido decenas de correos electr¨®nicos de gente preguntando si la subasta viene acompa?ada de un trabajo. ¡°He recibido mensajes de Argentina, Venezuela, M¨¦xico, Estados Unidos, Rusia¡¡±, asegura. ¡°Lamentablemente, no les puedo ayudar¡±.
Parece haber consenso entre los vecinos de que la subasta de solares puede dar vida al municipio. ¡°La idea es que el pueblo no desaparezca¡±, concluye Regacho, que pone cara de estar pensando ya en otras iniciativas para intentar reanimar su envejecida Olmeda.
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