El Gobierno vuelve a la casilla de salida
El presidente retoma su idea inicial de hacer m¨ªnimos retoques a la ley de plazos en v¨ªsperas de las municipales y tras meses de disensiones internas en el PP
La llamada ley Gallard¨®n se gest¨® antes, mucho antes, de que el actual Gobierno llegara al poder en diciembre de 2011. Antes incluso de que el Ejecutivo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero consagrara en 2010 ¡ªy con un amplio consenso pol¨ªtico¡ª el derecho al aborto en Espa?a. No se hab¨ªa aprobado a¨²n la ley A¨ªdo, cuando el entonces l¨ªder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, llamaba a sus militantes a participar en la marcha Por la vida, la mujer y la maternidad celebrada el 17 de octubre de 2009 en Madrid.
¡°Esa manifestaci¨®n no la convoca ning¨²n partido ni la Conferencia Episcopal ni ninguna conferencia religiosa y no se quiere que se politice¡±, dijo. ¡°Ahora, eso no quiere decir que nosotros no animemos y apoyemos a todos aquellos militantes que quieran ir a esa manifestaci¨®n a defender nuestra posici¨®n¡±, subray¨®. Y defendi¨® la ley entonces en vigor, la de 1985, que permit¨ªa abortar en tres supuestos: violaci¨®n, riesgo para la salud f¨ªsica o ps¨ªquica de la madre y malformaci¨®n fetal. ¡°Este partido est¨¢ a favor de la vida y de la legislaci¨®n actual, es lo que dice nuestro programa y el del PSOE; este partido votar¨¢ no a una ley de plazos y la llevaremos al Constitucional¡±.
La ley de plazos lleg¨® y con ella el aborto libre hasta la semana 14 y hasta la 22 en caso de riesgo para la madre o malformaci¨®n del feto. El sector m¨¢s conservador del PP comenz¨® a revolverse contra una norma que, adem¨¢s, permite a las menores de 16 y 17 a?os abortar sin permiso de los padres. As¨ª que la direcci¨®n decidi¨® actuar. En junio de 2010, tres meses despu¨¦s de que la ley que acercaba Espa?a a Europa viera la luz, el PP presentaba un recurso ante el Constitucional por vulnerar el equilibrio entre los derechos del no nacido y los de la madre. El alto tribunal, que rechaz¨® suspender la aplicaci¨®n de la norma, a¨²n no se ha pronunciado.
El presidente dijo de la 'ley A¨ªdo' en 2011: "No voy a derogarla y a cambiarla toda"
En una entrevista concedida a EL PA?S en noviembre de 2011, Rajoy daba algunas pistas por d¨®nde pod¨ªa ir la reforma de la ley cuando llegara a la presidencia del Gobierno. ¡°Yo no he dicho que quiera volver a la anterior Ley del Aborto. Yo he dicho que no me gusta que una ni?a, sin el consentimiento y conocimiento de su madre, pueda abortar¡±, se?al¨®. ¡°Y creo que debemos de buscar alguna f¨®rmula que afirme la protecci¨®n del derecho a la vida. En eso estamos trabajando¡±. ?Sobre la base de la actual ley? ¡°No voy a derogarla y cambiarla toda. Pero creo que hay dos o tres cosas que hay que cambiar, y desde luego esta la tengo muy clara¡±.
Esa fue la contestaci¨®n. Instalado ya en La Moncloa, consinti¨® ¡ªhasta ayer¡ª que Ruiz-Gallard¨®n fuera mucho m¨¢s all¨¢. Tras dos complicados a?os de tramitaci¨®n y de divisiones en el seno del Ejecutivo, el Consejo de Ministros daba luz verde en diciembre de 2013 a su pol¨¦mica reforma, la m¨¢s restrictiva de la democracia, porque supon¨ªa, de hecho, un retroceso de tres d¨¦cadas en los derechos de las mujeres.
La contrarreforma, contestada por la oposici¨®n, los m¨¦dicos, las asociaciones de mujeres e incluso Gobiernos europeos, suprim¨ªa el derecho al aborto, recogiendo las tesis m¨¢s conservadoras que encarnan ministros como Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz. O dicho de otra manera: interrumpir el embarazo volv¨ªa a ser un delito despenalizado en ciertos supuestos, en l¨ªnea con la primera ley del aborto. Solo en l¨ªnea con, porque los dejaba limitados a dos: violaci¨®n o riesgo para la salud f¨ªsica o ps¨ªquica de la madre. El supuesto de malformaci¨®n fetal, que s¨ª contemplaba la norma de 1985, ca¨ªa de un plumazo, lo que desat¨® sonadas protestas de los profesionales m¨¦dicos y recelos entre miembros del propio Gobierno. ¡°Nadie tiene derecho a obligar al sufrimiento¡±, le espet¨® al ministro Gallard¨®n el neurocirujano infantil Javier Esparza en dos cartas publicadas en este peri¨®dico en julio de 2012 y diciembre de 2013.
Asociaciones de mujeres, m¨¦dicos y Gobiernos europeos criticaron el texto
La reforma de la ley del aborto arranc¨® con un fuerte respaldo del Gobierno que se ha ido diluyendo en estos meses. Rajoy la encarg¨®, la anunci¨® como candidato, la meti¨® en su programa electoral, la aprob¨® como anteproyecto y la defendi¨® incluso cuando voces discordantes del PP, en p¨²blico, se posicionaban en contra. El presidente extreme?o, Jos¨¦ Antonio Monago, por ejemplo, desatendi¨® las instrucciones del presidente de evitar debates p¨²blicos sobre la reforma al promover en el Parlamento de Extremadura un texto que afirmaba: ¡°Nadie puede negar a una mujer su derecho a ser madre, ni tampoco nadie puede obligarla a serlo¡±. No fue el ¨²nico en cuestionar la norma o su tramitaci¨®n. Dirigentes como el presidente gallego, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, clamaron por lograr un mayor consenso mientras decenas de mociones que rechazaban la reforma sal¨ªan adelante en los Ayuntamientos con apoyo del PP. El gran tal¨®n de Aquiles era, precisamente, la supresi¨®n del supuesto de malformaci¨®n fetal.
Tal era el rechazo que generaba ¡ªsalvo pr¨¢cticamente en la Conferencia Episcopal y las autodenominadas asociaciones provida¡ª que Gallard¨®n tuvo que hacer piruetas para matizar esta cuesti¨®n sin desdecirse a s¨ª mismo. Su ministerio decidi¨® en junio modificar el anteproyecto de ley del aborto sin crear un supuesto espec¨ªfico de malformaci¨®n fetal para que una mujer que quisiera interrumpir su embarazo por este motivo pudiera hacerlo sin tener que probar antes que eso le causa a ella un da?o psicol¨®gico. El Gobierno se resist¨ªa a aceptarlo como concepto y a reconocerlo ante los colectivos antiabortistas.
Este pasado fin de semana, una multitudinaria manifestaci¨®n en Madrid recordaba al presidente que ¡°los once millones de votos conseguidos¡± por el PP en las pasadas elecciones generales ¡°no son un cheque en blanco¡±. Los sucesivos aplazamientos en la aprobaci¨®n de la ley, las sucesivas comparecencias de la vicepresidenta esquivando la pregunta sobre su futuro, hab¨ªan inquietado al colectivo de antiabortistas. ¡°Rajoy, con aborto no hay voto¡±, clamaron. ¡°Si les matan, no les votes¡±.
Dos d¨ªas despu¨¦s de esa protesta y a ocho meses de las elecciones municipales, Rajoy vuelve a la casilla de salida. Igual que hace tres a?os anuncia que reformar¨¢ la ley de plazos para que las menores de 16 y 17 a?os no puedan abortar sin permiso paterno.
La fallida ley del aborto
- La ley Org¨¢nica de protecci¨®n para la vida del concebido y derechos de la mujer embarazada acababa con el aborto como derecho. Solo quedaba despenalizado en dos supuestos: violaci¨®n o riesgo para la salud f¨ªsica o ps¨ªquica de la madre.
- Abortar por malformaci¨®n del feto s¨®lo iba a ser posible si la mujer alegaba un grave riesgo para su salud mental.
- El Gobierno recuperaba la posibilidad del da?o psicol¨®gico de la ley de 1985, pero con un procedimiento m¨¢s complejo y largo. Deb¨ªa quedar acreditado en un informe por dos m¨¦dicos (ahora es uno) y obligaba a la mujer a reflexionar durante siete d¨ªas, frente a los tres actuales.
- Las menores hubiesen necesitado permiso paterno para abortar. Ahora solo deben informarles.
- El texto establec¨ªa el derecho a la objeci¨®n de conciencia generalizado.
- Seg¨²n la ley fallida, la mujer que abortara no tendr¨ªa reproche penal. S¨®lo cabr¨ªa castigar al m¨¦dico.
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