Memorias de un testigo privilegiado
Antonio Garrigues hace balance de una vida apasionante al cumplir 80 a?os Deja un despacho de 1.800 abogados en el que ya nadie lleva su apellido
Ten¨ªa 16 a?os y el Atl¨¦tico de Madrid acababa de ofrecerle un contrato. Pero al volver a casa con la equipaci¨®n que le hab¨ªan regalado y una sonrisa de oreja a oreja, su padre le fren¨® en seco: sin levantar la vista de los papeles, le orden¨® devolver el regalo y comunicarle a quien se lo hab¨ªa dado que ten¨ªa que estudiar. Antonio Garrigues Walker, hijo, sobrino y hermano de abogados, estudi¨® Derecho por tradici¨®n, no por vocaci¨®n. Convirti¨® el despacho de su padre y su t¨ªo en un bufete con m¨¢s de 1.800 profesionales, y el pasado 30 de septiembre dej¨® la presidencia de la firma, en la que ya no queda ning¨²n Garrigues ¡ªprohibi¨® que los socios pudieran incoporar a sus hijos para "evitar nepotismo" y porque as¨ª se lo aconsejaron en su primer viaje a Nueva York para ver los grandes despachos que quer¨ªa imitar¡ª. Pero reci¨¦n cumplidos los 80 a?os, insiste: ¡°Yo, lo ¨²nico que he hecho realmente bien en la vida ha sido jugar al f¨²tbol¡±.
Hoy presenta nuevo libro, Antonio Garrigues Walker, testigo clave de medio siglo de nuestra historia (Editorial Pen¨ªnsula), escrito por Carlos Garc¨ªa-Le¨®n y Borja Mart¨ªnez Echeverr¨ªa. El futbolista frustrado, abogado de ¨¦xito, pol¨ªtico fracasado, amenazado por el GRAPO, superviviente del c¨¢ncer, fundador de la sucursal espa?ola de Transparencia Internacional y embajador honorario de la Marca Espa?a recibe a EL PA?S para recordar esos momentos clave de su biograf¨ªa que coincidieron con apellidos de leyenda, como Kennedy, o hechos hist¨®ricos, como el 23-F. Tambi¨¦n para hablar del presente y de futuro: "?Sabe que siete de cada diez beb¨¦s trabajar¨¢n en oficios que hoy a¨²n no existen?¡±, pregunta.
Franco y am¨¦n
Henry Ford II, nieto del fundador de la compa?¨ªa automovil¨ªstica, lleg¨® al Pardo el 27 de marzo de 1974 para resolver con Franco los ¨²ltimos obst¨¢culos de una larga y pol¨¦mica negociaci¨®n para instalar una f¨¢brica en Almussafes (Valencia). Al abogado Antonio Garrigues le toc¨® hacer de traductor. Ten¨ªa 40 a?os y estaba muy nervioso.
Garrigues y Ford llegaron a la cita con chaqu¨¦ ¡ªel empresario se lo hab¨ªa puesto a rega?adientes: ¡°No entiendo que haya que ponerse esta indumentaria para ver a un dictador¡±, se quej¨® a Garrigues¡ª. Franco les recibi¨® de uniforme militar.
¡°Ford se tir¨® 20 minutos explicandole a Franco que sent¨ªa quitar los naranjos ¡ªel bufete de Garrigues hab¨ªa tenido que negociar con los propietarios de 636 huertos¡ª, pero que iba a sembrar algo mucho m¨¢s importante [puestos de trabajo]¡±, recuerda Garrigues. ¡°Cuando termin¨®, Franco solo dijo: ¡®D¨ªgale al se?or Ford que am¨¦n¡±. Garrigues se volvi¨® loco para traducir aquello al ingl¨¦s. Habl¨® y habl¨® hasta que el dictador le interrumpi¨®: ¡°?Si yo solo he dicho am¨¦n!¡±.
Fue el rey Juan Carlos quien inaugur¨® la fabrica 11 meses despu¨¦s de la muerte de Franco. A Garrigues le sorprende que hoy sigan escribi¨¦ndose biograf¨ªas del dictador. ¡°Somos una democracia moderna, hablar todo el d¨ªa del franquismo es un aburrimiento¡±, dice. No obstante, cree que el Estado debe abrir las fosas de la Guerra Civil. ¡°No me pongo en el lugar de la gente que no tiene ese problema y dice: ¡®?para qu¨¦ remover? Mejor olvidarlo¡¯. Yo me pongo en el lugar de los que tienen esa desgracia y comprendo perfectamente que quieran esa tranquilidad [recuperar a su familiar]¡±.
Los Garrigues y los Kennedy. Durante su etapa como embajador de la Espa?a franquista en EE?UU, su padre, Antonio Garrigues D¨ªaz-Ca?abate, se hizo muy amigo de John F. Kennedy. Estaba convencido de que hab¨ªa salvado la vida una noche durante la Guerra Civil porque cuando les pararon milicianos armados, su acompa?ante, Joseph Kennedy sac¨® su pasaporte y dijo: ¡°Soy americano¡±. La ¨²ltima vez que Garrigues y JFK se vieron en la Casa Blanca, el presidente estaba a punto de dar una rueda de prensa. Garrigues le pregunt¨® qu¨¦ se sent¨ªa antes de someterse al examen de los periodistas. ¡°Debe ser algo muy parecido a lo que siente un torero cuando se dirige a la plaza¡±, le contest¨®. Dos d¨ªas despu¨¦s, fue asesinado en Dallas.
Garrigues sigui¨® viendo a Jackie Kennedy y los rumores se dispararon ¡ªel embajador estadounidense en Espa?a tuvo que desmentir p¨²blicamente el romance p¨²blicamente en 1966¡ª. Casi medio siglo despu¨¦s, Antonio Garrigues r¨ªe cuando se le pregunta si la viuda de Am¨¦rica estuvo a punto de ser su madrastra. ¡°?Nos habr¨ªa cambiado la vida! Los hermanos lo coment¨¢bamos entre nosotros, pero mi padre nunca habl¨® de eso, era un tema inc¨®modo para ¨¦l¡±.
La pol¨ªtica y el ¡°instinto criminal¡±. Su hermano Joaqu¨ªn dej¨® el bufete para entrar en pol¨ªtica y fue dos veces ministro con Adolfo Su¨¢rez. Antonio Garrigues intent¨® seguir sus pasos con otras siglas y peor suerte. ¡°He sido muy mal pol¨ªtico, por eso cuando otros partidos (no quiere decir cu¨¢les) me sugirieron que volviera, ten¨ªa una muy buena raz¨®n para decir que no¡±. Fund¨® el Partido Dem¨®crata Liberal, que en 1984 se integr¨® en el Partido Reformista Democr¨¢tico de Miquel Roca, hoy abogado de la Infanta. Fracas¨®. En el medio, Tejero intent¨® dar un golpe de Estado y Garrigues se pas¨® un d¨ªa entero convenciendo a sus clientes extranjeros de que aquello no iba a prosperar y ser¨ªa ¡°vacuna contra el veneno¡±. Seis meses despu¨¦s, Garrigues rechaz¨® la oferta de Leopoldo Calvo Sotelo para ser ministro de Justicia. Su hermano le dec¨ªa cari?osamente que le faltaba ¡°instinto criminal¡± para la pol¨ªtica. ¡°Mi sue?o era convertirme en una cu?a entre los grandes partidos¡±, recuerda hoy. Pero el bipartidismo no empez¨® a romperse hasta tres d¨¦cadas despu¨¦s.
No admira a ninguno de llos pol¨ªticos de hoy. De antes s¨ª: ¡°Felipe Gonz¨¢lez fue un factor de modernizaci¨®n decisivo en la vida espa?ola, pero en este pa¨ªs nos cuesta much¨ªsimo reconocer los m¨¦ritos ajenos¡±. Rajoy le parece ¡°honesto¡± aunque ¡°tiende al inmovilismo¡± y tiene ¡°demasiada calma¡±. De Pedro S¨¢nchez le gusta su juventud: ¡°Tiene buena capacidad, puede revitalizar el socialismo¡±. ?Pablo Iglesias? ¡°Veo el fen¨®meno Podemos como un rechazo a la pol¨ªtica cl¨¢sica m¨¢s que una aprobaci¨®n de su programa, que la mayor¨ªa no conoce¡±. Todos, insiste,est¨¢n obligados a hablar ingl¨¦s a la perfecci¨®n para poder comunicarse sin traductores con los l¨ªderes internacionales.
La corrupci¨®n. "Es lo que m¨¢s ensucia la marca Espa?a. Pero ahora hay menos que antes, aunque parezca m¨¢s. Los esc¨¢ndalos que estamos viendo corresponden a una ¨¦poca anterior, la de la borrachera econ¨®mica¡±, dice. ¡°La transparencia no es un favor que nos hacen, es un derecho ciudadano, y se terminar¨¢ imponiendo. Ser transparente, honesto e ¨ªntegro es la ¨²nica forma de ser inteligente, porque el corrupto tiene beneficios a corto plazo, pero todos acaban cayendo¡±, a?ade. Le ha sorprendido ¡°muy negativamente¡± el esc¨¢ndalo de Pujol, un personaje con el que tuvo una ¡°relaci¨®n especial¡±. Y cree que es ¡°una desgracia¡± que Espa?a tenga tantos aforados.
Monarqu¨ªa y refer¨¦ndum. Preguntado por el rey juan Carlos, dice: "Todos en la vida tenemos un activo y un pasivo. Hasta los m¨¢s santos son pecadores. Cometi¨® un error y pidi¨® disculpas, pero creo que su balance es positivo y que puede seguir siendo de ayuda¡±. De Felipe VI, a?ade: ¡°Me alegro una barbaridad de que tengamos un rey joven, que habla idiomas y que tiene una mente global. Todo lo que ha hecho hasta ahora est¨¢ muy bien hecho¡±. Do?a Letizia ¡°puede ser una magn¨ªfica reina, igual que do?a Sof¨ªa, a la que debemos agradecer su capacidad de resistencia y aguante¡±. Preguntado por si cree que habr¨¢ un refer¨¦ndum sobre la monarqu¨ªa en Espa?a dice: ¡°En Suiza se vota todo. Uno tiene que empezar a pensar en democracia directa y habr¨¢ que afrontarlo, incluido este refer¨¦ndum, con naturalidad. Vamos a otro estilo de democracia, de capitalismo, de Iglesia... Vamos a tener que votar sobre los temas que nos afectan sin esperar cuatro a?os¡±.
La crisis.? Tiene dos sobrinos en paro y le preocupa mucho la situaci¨®n econ¨®mica. Se pregunta qu¨¦ pasar¨ªa en Espa?a sin el colch¨®n familiar que no hay, por ejemplo, en su admirado EEUU, y le conmueve "la solidaridad activa de la sociedad espa?ola para soportar esta crisis con humanidad", pero a?ade: "Aqu¨ª sigue habiendo muchos hijos de pap¨¢". Propone cambiar de modelo productivo y confiar en que Europa tire del carro. "No podemos tolerar el grado de desigualdad en el que estamos".
Catalu?a y el amor.? Garrigues cree que se podr¨ªa haber evitado la situaci¨®n actual, y est¨¢ convencido de que Rajoy y Mas "comparten la culpa a medias". "La ciudadan¨ªa es mucho m¨¢s lista que su estamento pol¨ªtico", a?ade. "Hay que usar el lenguaje contrario y empezar con declaraciones de amor,es decir, reconocer las virtudes ajenas. Yo admiro y envidio la pasi¨®n de Catalu?a por su identidad propia, por su cultura. El nacionalismo nunca se va a arreglar, no ha muerto en Escocia despu¨¦s de la consulta, sigue latiendo. Lo que hay que hacer, como dec¨ªa Ortega, es conllevarlo y dialogar¡±.
Ahora quiere "leer, pensar y viajar m¨¢s". De momento, el pr¨®ximo verano, como es tradici¨®n, representar¨¢ una nueva obra de teatro en su casa de Sotogrande. Este a?o la ha titulado M¨¦ritos y culpas y es un balance de su propia vida. Lo que toca cuando uno se retira y cumple 80 a?os.
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