Una ¡®pastilla del d¨ªa de antes¡¯ contra el SIDA
El uso de medicamentos antirretrovirales como prevenci¨®n ante el virus se extiende en EE UU, donde se debate su uso. Ese inter¨¦s llega a Espa?a
Suena una alerta en el m¨®vil. Es de un camello. Una foto y un mensaje: ¡°Mira, estas son¡±. En la imagen, un bote de pastillas con el nombre de Truvada. Este medicamento, una combinaci¨®n de antirretrovirales utilizada para tratar el VIH, tambi¨¦n empieza a usarse como prevenci¨®n ante el virus ya que reduce las posibilidades de infecci¨®n en un 92%, seg¨²n el Departamento de Salud de Nueva York. El asunto est¨¢ en pleno debate. Utilizada ya como pastilla del d¨ªa despu¨¦s en caso de haber tenido un contacto de riesgo (un mes de tratamiento), en Estados Unidos se est¨¢ extendiendo su uso como p¨ªldora del d¨ªa de antes. ¡°As¨ª no tienes que preocuparte si tienes sexo sin preservativo¡±, opina David Arrizon, enfermero en San Francisco y bajo tratamiento. All¨ª, algunos seguros m¨¦dicos incluyen la Truvada en su oferta de servicios al cliente. Sin embargo, ya han surgido voces que alertan del uso fr¨ªvolo de un medicamento que tiene efectos secundarios y que no previene del contagio de otro tipo de enfermedades de transmisi¨®n sexual.
En Espa?a el Ministerio de Sanidad calcula que hay entre 130.000 y 160.000 personas con VIH. Alrededor de un tercio de estos infectados lo desconoce. Este antirretroviral se usa para su tratamiento por lo que es imposible conseguirlo si no es por prescripci¨®n m¨¦dica. Aunque su tr¨¢fico es residual, su nombre empieza a resultar familiar en algunos c¨ªrculos, principalmente gais. Ya hay quien empieza a interesarse por la Truvada. ¡°?Cu¨¢ntas quieres?¡±, pregunta el camello al otro lado del tel¨¦fono. Tras varias semanas intentando comprar en Madrid estas pastillas de color azul, una persona en una red de contactos sexuales dice que las tiene. ¡°Pero hay que tomarlas con cuidado¡±, advierte el propio camello.
Los antirretrovirales pueden producir alguna reacci¨®n adversa en funci¨®n del paciente. ¡°Al principio tuve sensaci¨®n de hinchaz¨®n, pero luego se me pas¨®¡±, explica Arrizon, que lleva m¨¢s de dos meses tomando la pastilla. Adem¨¢s, cada tres meses se hace pruebas de ri?¨®n, la eliminaci¨®n del medicamento se realiza por v¨ªa renal, as¨ª como tests para controlar que no tiene ninguna enfermedad de transmisi¨®n sexual. Tres razones le motivan para consumirla: ¡°no siempre uso cond¨®n; saber que esta pastilla reduce las posibilidades de que me infecte de VIH me relaja y, adem¨¢s, ¨²ltimamente me cito con un chico que es positivo¡±. Algunos llaman despectivamente a estos usuarios truvada whores (en ingl¨¦s, putas de la Truvada) porque su uso est¨¢ relacionado ¨²nicamente con la pr¨¢ctica de sexo.
El camello finalmente cita al comprador en una esquina del barrio de Chueca. ¡°Tienes que tomarte una diaria, tres d¨ªas antes del encuentro o la org¨ªa en la que quieras participar¡±, explica. Vende cada pastilla por 20 euros y reconoce tener un par de clientes m¨¢s. ¡°Se las he pasado a unos chavalitos j¨®venes a los que les gusta practicar sexo sin cond¨®n¡±. Seg¨²n las cifras sobre la incidencia del VIH en Espa?a en 2013, el sexo entre hombres sin protecci¨®n representa m¨¢s de la mitad de los casos de contagio (51%). Hace cinco a?os la proporci¨®n era unos 10 puntos inferior.
La Truvada solo se receta en Espa?a si ha habido riesgo de contagio tras una relaci¨®n sexual de riesgo o un accidente sanitario. ¡°La profilaxis preexposici¨®n se reserva exclusivamente a parejas en las que uno de los miembros est¨¢ infectado¡±, explica una enfermera de un centro p¨²blico especializado en enfermedades de transmisi¨®n sexual. La subdirectora general de Promoci¨®n de la Salud, Elena Andradas, dijo ayer que el Ministerio de Sanidad no planea extender este uso.
El tratamiento con Truvada cuesta unos 6.000 euros al a?o. No hay opci¨®n de conseguirla fuera de un hospital. De ah¨ª, el emergente mercado negro. ¡°El primer d¨ªa te dejan un poco hecho polvo¡±, avisa el suministrador de la pastilla tomando una cerveza en un bar del barrio gay de la capital. ¡°Pru¨¦bala y si no te sienta mal, me pides m¨¢s", contin¨²a.?En cualquier caso, los expertos advierten que para que sea eficaz y proteja del contagio, hay que seguir un tratamiento m¨¦dico pautado. Antes de acabar su cerveza y pasar la pastilla, el camello da un ¨²ltimo consejo: "Si quieres tener sexo sin cond¨®n ¨¦chate un novio. Si no, prot¨¦gete. Esto es un medicamento fuerte".
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