M¨¢s enfermedades cr¨®nicas y mentales por culpa de la crisis

La crisis que atraviesa Espa?a no solo se mide en magnitudes econ¨®micas. Tarde o temprano, los recortes se trasladan a la vida diaria y, entre otras cosas, acaban afectando a la salud de la poblaci¨®n. ?Es posible plasmar con indicadores objetivos c¨®mo la crisis est¨¢ malogrando el sistema sanitario? Un informe de la asociaci¨®n de economistas Fedea presentado hoy intenta dar respuesta a esa cuesti¨®n. Y lo que concluye es que la situaci¨®n "se puede catalogar de preocupante y podr¨ªa ser a¨²n peor cuando se incorpore plenamente el efecto de los recortes introducidos en julio de 2012 y profundizados en 2013 y 2014".

El estudio, dirigido por Sergi Jim¨¦nez, profesor de Econom¨ªa de la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona), emplea varios indicadores (estado de salud, riesgos, h¨¢bitos, uso y valoraci¨®n del sistema) y analiza si su evoluci¨®n ha sido positiva, preocupante o negativa. De los 43 estudiados, 29 los califica como de preocupantes o negativos. Entre otras cosas, la crisis parece haber influido en la prevalencia de las enfermedades cr¨®nicas, en las hospitalizaciones por enfermedad mental, el bajo peso de los beb¨¦s al nacer y en la tasa de obesidad, que no deja de crecer.?

Los indicadores generales de salud, como la esperanza de vida, no han sufrido ning¨²n deterioro, ha explicado esta ma?ana Jim¨¦nez. De hecho, los espa?oles han ganado, de media, 1,3 a?os m¨¢s de vida entre 2007 y 2012. Sin embargo, hay otros indicadores de salud "m¨¢s inmediatos" y m¨¢s sensibles a los recortes y la situaci¨®n econ¨®mica que s¨ª muestran un empeoramiento. La mortalidad infantil, por ejemplo, est¨¢ pr¨¢cticamente estancada desde 2009, cuando lo l¨®gico ser¨ªa que fuera descendiendo. El peso de los beb¨¦s al nacer ha empeorado durante los a?os de crisis. El porcentaje de ni?os nacidos con un peso anormalmente bajo ha aumentado entre 2007 y 2012.

Los a?os de recesi¨®n tambi¨¦n han pasado factura a los indicadores de prevalencia de enfermedades cr¨®nicas. En los ¨²ltimos tres a?os (el ¨²ltimo disponible es 2012) han aumentado dos puntos porcentuales. Un "clar¨ªsimo s¨ªntoma de la incidencia de la crisis", en palabras de Jim¨¦nez, es el n¨²mero de ingresos hospitalarios por enfermedades mentales, que repunta en 2013. Las cifras m¨¢s sorprendentes, destaca, se encuentran en el aumento de la depresi¨®n, la ansiedad y otros trastornos mentales, especialmente en la poblaci¨®n de 55 a?os o m¨¢s. "En el grupo de mayores (75 a?os o m¨¢s) el porcentaje de la poblaci¨®n que padece dicho problema ha aumentado en casi 10 puntos porcentuales", destaca el informe.

En el apartado de riesgos para la salud, hay indicadores positivos y otros negativos. Desciende el n¨²mero de fumadores y las muertes por accidente, pero en otros casos, como la obesidad, que se considera un factor de riesgo directo, o la pobreza y la desigualdad, que ser¨ªan riesgos indirectos, las cifras empeoran.

Tambi¨¦n la valoraci¨®n que hacen los ciudadanos sobre el sistema refleja los a?os de crisis. Todos los indicadores de opini¨®n que recoge el Bar¨®metro Sanitario "se est¨¢n deteriorando ostensiblemente", asegura el informe. La opini¨®n favorable sobre el sistema sanitario cae entre cuatro y cinco puntos porcentuales entre 2006 y 2013, dependiendo de la definici¨®n de la pregunta, a?ade. La valoraci¨®n del sistema, que ascend¨ªa hasta 2010, ha estado estancada desde entonces. El porcentaje de ciudadanos que creen que el problema de las listas de espera ha empeorado sustancialmente en apenas dos a?os: ha pasado de un 17% en 2011 a un 34% en 2013.

"Los indicadores generales a¨²n son buenos, pero los adelantados anticipan algunas deficiencias", ha explicado Jim¨¦nez. Si el pa¨ªs sale de la situaci¨®n de crisis, las consecuencias a largo plazo "ser¨¢n m¨ªnimas", ha a?adido. Pero cuidado, porque si los recortes "se mantienen o se agudizan, anticipamos un deterioro cierto de los resultados en salud".