El jaque de los maestros

En aquella ocasi¨®n, en diciembre de 2013, el campeonato de ajedrez de Palma se organiz¨® por gremios y enfrent¨® a bomberos con abogados, a parados con pol¨ªticos¡­. Pablo Mart¨ªn y Joan Ram¨®n Galiana, disc¨ªpulo y maestro, estaban all¨ª. Tras m¨¢s de un a?o de clase, Mart¨ªn segu¨ªa sin ganarle. Nunca lo ha conseguido, aunque el aut¨¦ntico jaque lo protagonizaron juntos fuera del tablero.?

En marzo se intercambiaron unos correos para quedar.

¡ªPablo, Kasp¨¢rov se ha reunido con el ministro Wert y me llegan noticias de que se est¨¢ desarrollando un proyecto nacional para que el ajedrez llegue a todas las escuelas del pa¨ªs. No s¨¦ si participas.

¡ªJoan, si te va bien, quedamos a mediod¨ªa.

Adem¨¢s de un jugador medio de ajedrez, Mart¨ªn es pol¨ªtico. Diputado socialista en el Congreso, m¨¢s concretamente. Y Galiana, maestro de la Federaci¨®n Internacional de Ajedrez y gestor de emergencias de bomberos, fue el primero al que le mostr¨® el borrador de una proposici¨®n no de ley que insta al Gobierno ¡°a implantar el programa Ajedrez en la Escuela en el sistema educativo espa?ol, de acuerdo con las recomendaciones del Parlamento Europeo¡±.

Galiana sigui¨® la sesi¨®n de la Comisi¨®n de Educaci¨®n del 11 de febrero desde el ordenador de casa. A trav¨¦s de su pantalla fue testigo de un inusual respaldo por unanimidad a un texto oficial que, como pasa a veces con la pol¨ªtica, lleg¨® bastante despu¨¦s que la realidad.

Ya en los a?os ochenta del pasado siglo, Pilar San Miguel ense?aba ajedrez a los ni?os en el recreo. ¡°Cuando hac¨ªa mal tiempo, era imposible sacarlos al patio e insoportable tenerlos en el aula sin hacer nada; eran un torbellino¡±. Profesora de Ciencias y Matem¨¢ticas, con casi cuatro d¨¦cadas de docencia a las espaldas, es una entusiasta del asunto en cuesti¨®n. El plan para entretener a los chicos fue creciendo. Pas¨® a convertirse en una actividad extraescolar y, poco a poco, la introdujo en otras ¨¢reas. ¡°Prepar¨¦ problemas de matem¨¢ticas para que los chicos calcularan el ¨¢rea de un tablero y le ped¨ª al profesor de Historia que contara que, en honor a Isabel la Cat¨®lica, la pieza de la dama cogi¨® fuerza en el juego¡±. San Miguel es una de los centenares de docentes que apoyan esta materia. Ella ha formado a profesores y la ha defendido en jornadas con Leontxo Garc¨ªa, periodista especializado que escribe en EL PA?S y que tambi¨¦n ha luchado por llevar al Parlamento una disciplina que act¨²a sobre la inteligencia pero tambi¨¦n sobre las emociones.

Al peque?o Javier, de ocho a?os, le iba muy mal en el cole. ¡°?Y si le apuntamos a tu clase de ajedrez?¡±, le preguntaron a Lorena Garc¨ªa, maestra y psicopedagoga en Tacoronte (Tenerife). La primera sesi¨®n fue un desastre: ¡°Yo no quiero jugar a ese juego est¨²pido¡±, dijo nada m¨¢s entrar. Estuvo dos d¨ªas as¨ª; al tercero, se enganch¨®, y ahora est¨¢ en un club profesional.

Lorena, que recuerda a su alumno m¨¢s testarudo, es la autora del estudio en la Universidad de La Laguna que relaciona el ajedrez con la capacidad emocional, las frustraciones o los afectos. Su trabajo tambi¨¦n impuls¨® la proposici¨®n del Congreso. ¡°Hay ni?os que no saben perder, y aqu¨ª aprenden a aceptar la derrota tanto como el ¨¦xito¡±. Empiezas de pe¨®n y puedes acabar de dama, alfil o caballo. A veces, incluso, la victoria llega envuelta de justicia po¨¦tica. En el torneo con el que arrancaba esta historia, el de los gremios, los parados ganaron y los pol¨ªticos quedaron los ¨²ltimos.