Procesado un jefe de la Guardia Civil por temerario en Afganist¨¢n
El oficial ¡°puso en riesgo la vida de sus hombres¡± sin necesidad
Poner en peligro de manera injustificada la seguridad de los subordinados es uno de los actos m¨¢s graves que puede cometer un militar en zona de conflicto. Y eso es lo que hizo, presuntamente, el capit¨¢n de la Guardia Civil I. G. M. P., que fue jefe del Equipo Policial de Asesoramiento (PAT) en Herat (Afganist¨¢n), la principal base del contingente espa?ol, entre abril y noviembre de 2012. La titular del Juzgado Togado Militar Territorial n¨²mero 12 ha dictado auto de procesamiento contra el citado capit¨¢n, al que imputa los delitos de extralimitaci¨®n en el ejercicio del mando, abuso de autoridad y deslealtad. La juez ha dictado la libertad provisional del oficial, pero le ha impuesto una fianza de m¨¢s de 20.000 euros.
Seg¨²n el auto de procesamiento, durante el tiempo que el capit¨¢n estuvo al frente del equipo de la Guardia Civil ¡°habr¨ªa ordenado al personal bajo su mando actuaciones operativas ajenas a su misi¨®n [...], tanto en su ¨¢mbito territorial como fuera del mismo. Estas actuaciones tampoco estar¨ªan ordenadas por el COMPS [Comandante del Mando de Operaciones], ni por el coronel jefe de Herat, y para su acometimiento no concurr¨ªa motivo de fuerza mayor, humanitario, situaci¨®n excepcional o de emergencia¡±. Por el contrario, el capit¨¢n ¡°habr¨ªa ordenado estas actuaciones por su sola voluntad, sin respaldo jur¨ªdico alguno, [simplemente, ¡°a modo de favor¡± a otros mandos] cuando su cumplimiento llevar¨ªa aparejada, presuntamente, una infracci¨®n de las normas de Protecci¨®n de la Fuerza [...], poniendo en serio y concreto peligro de manera innecesaria la vida y la integridad de los componentes de esta unidad. Pese a que el personal a sus ¨®rdenes, y particularmente los jefes de Seguridad, le habr¨ªan expuesto reiteradamente de forma subordinada todas estas circunstancias, el oficial les habr¨ªa ignorado, continuando con su comportamiento [...] con la ¨²nica justificaci¨®n de que, como ¨¦l era el jefe de la Unidad, las ordenaba¡±.
Lejos de atender las advertencias de sus subordinados, el capit¨¢n pidi¨® el relevo de todos los suboficiales a sus ¨®rdenes, o al menos del sargento primero P. L. O., a quien acus¨® de ser el presunto cabecilla de una supuesta subversi¨®n entre los agentes para reclamar un permiso. La Direcci¨®n General de la Guardia Civil dio por buena la versi¨®n del capit¨¢n y orden¨® la repatriaci¨®n anticipada del sargento primero, quien tambi¨¦n perdi¨® su destino en Espa?a.
La denuncia presentada por el letrado Antonio Su¨¢rez-Vald¨¦s, en nombre del sargento primero, fue secundada por un brigada, quien a?adi¨® que, tras lograr de manera torticera la repatriaci¨®n del jefe de seguridad, el capit¨¢n ¡°habr¨ªa seguido comport¨¢ndose de la misma manera, poniendo en peligro, por su sola voluntad, la vida de sus hombres¡±.
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