Esperanza Aguirre siempre gana

Es su peor pesadilla, y a pesar de que ¨¦l tiene todo el poder, nunca puede con ella, al menos no del todo. Mariano Rajoy lleva 10 a?os sufriendo los embates de Esperanza Aguirre, que con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar es el gran rival interno del presidente. Los marianistas la han dado por muerta muchas veces, sobre todo cuando dimiti¨® en septiembre de 2012, pero ella siempre revive. Ahora los fieles de Rajoy estaban convencidos de que Aguirre, con m¨¢s que probables dificultades para gobernar en el ayuntamiento de Madrid y ya sin el apoyo de su hist¨®rica mano derecha, Ignacio Gonz¨¢lez, enfilaba el camino de salida definitivamente vencida.

El pulso es pues definitivo y no se trata del programa electoral o las listas, sino del poder en una de las comunidades m¨¢s ricas de Espa?a

Pero ella se ha revuelto y ha colocado a la direcci¨®n nacional, y en especial a Mar¨ªa Dolores de Cospedal, en una posici¨®n imposible, seg¨²n analizan en privado varios dirigentes: si crea una gestora en Madrid -algo que en un comunicado el PP ha dejado claro que no contempla- Aguirre no ser¨¢ candidata y el PP tendr¨¢ un problema interno enorme. Si no la crea y deja que ella siga mandando, habr¨¢ quedado en rid¨ªculo porque Aguirre ha dejado claro p¨²blicamente que Cospedal se lo ha pedido y ella se ha negado. ¡°Si montas la gestora revientas Madrid y si no la montas dejas claro que manda ella¡±, resume un dirigente. Es un pulso en el que Aguirre gana en cualquier caso y la que queda peor parada es Cospedal, art¨ªfice de la operaci¨®n para intentar recuperar el control del PP madrile?o.

La presidenta del PP de Madrid lleva meses con perfil bajo, algo inusual en ella. Quer¨ªa ser candidata y sab¨ªa que eso depend¨ªa solo de Rajoy. Esperaba un comunicado: el que lleg¨® a las 20.00 del viernes anunciando que ser¨ªa la candidata. Una vez que lo ha conseguido, Aguirre ha vuelto a ser ella misma y desde el primer d¨ªa ha dejado claro que ella quiere seguir controlando el PP de Madrid al menos hasta las elecciones. Eso implica mucho poder: influir o controlar ¨Ccomo hizo en 2011 colocando a fieles suyos en Getafe o Alcorc¨®n- las candidaturas de las alcald¨ªas clave y situar a todos los aguirristas en puestos importantes. Y eso es lo que Rajoy y Cospedal no quieren.

El pulso es pues definitivo y no se trata del programa electoral o las listas al ayuntamiento, como ella dec¨ªa en la COPE para atacar a figuras como Manuel Cobo o Javier Arenas, sino del poder en una de las comunidades m¨¢s ricas de Espa?a y donde m¨¢s dinero se mueve en grandes operaciones urban¨ªsticas y de todo tipo, no en vano fue el epicentro del caso G¨¹rtel. Despu¨¦s del sobresalto inicial, Rajoy y Cospedal han tratado de buscar una soluci¨®n intermedia: en un comunicado, el PP se?ala que Aguirre se comprometi¨® a dejar la presidencia si llega a ser alcaldesa. Esto es, ella consigue controlar el partido al menos hasta las elecciones y colocar a los suyos, como hab¨ªa exigido esta ma?ana en la COPE. Despu¨¦s, acepta lo que parece una retirada pero eso s¨ª, siempre que consiga la alcad¨ªa, un nuevo centro de poder.

No es la primera vez que Cospedal -alentada por Rajoy- y Aguirre mantienen este pulso. En 2012, cuando dimiti¨®, Aguirre dijo que iba a dejar tambi¨¦n la presidencia del PP de Madrid porque ¡°eso de las bicefalias no me gusta, se lo dejo al PNV¡±. Pero ella quer¨ªa colocar all¨ª a Ignacio Gonz¨¢lez. El entorno de Rajoy le aconsej¨® dar una batalla e incluso se plante¨® la posibilidad de vetar a Gonz¨¢lez como presidente de Madrid. Rajoy, seg¨²n varios dirigentes, contest¨® a los suyos: no es posible, ellos controlan el grupo parlamentario, podr¨ªamos proponer a un candidato y que no saliera, demasiado arriesgado.

Entonces empez¨® otra operaci¨®n: impedir que Gonz¨¢lez se hiciera con la presidencia del PP de Madrid. Se plante¨® la posibilidad de colocar a alguien fiel a G¨¦nova como P¨ªo Garc¨ªa Escudero. Cospedal llam¨® a Aguirre. Y ella, como el viernes, le dijo que no, que se lo hab¨ªa pensado mejor y quer¨ªa seguir como presidenta. Al ver que los fieles a Rajoy intentaban controlar el PP de Madrid, Aguirre se hizo fuerte. Y volvi¨® a ganar. Como siempre. Esta vez parece que despu¨¦s de las elecciones al fin dejar¨¢ paso en el control del PP madrile?o. Pero con ella, sobre todo si se habla de poder, nada es definitivo. Lo ha vuelto a demostrar.