Ser superdotado en Andaluc¨ªa y no en Catalu?a
Las comunidades usan distintos m¨¦todos para medir la inteligencia Una perito cifra en 160.000 los casos ocultos. Muchas ni?as fingen para ser aceptadas
Un superdotado tiene un cociente intelectual a partir de 130 ¡ªdesde 120 se considera que una persona posee ¡°altas capacidades¡± y 100 es lo normal¡ª. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) calcula que un 2% de la poblaci¨®n es superdotada. En Espa?a, el Informe 2014 sobre el Estado del Sistema Educativo, elaborado por el Ministerio de Educaci¨®n, cifraba en 12.490 los alumnos con ¡°altas capacidades¡± sobre un total ocho millones de estudiantes en el curso 2012-2013. La perito Carmen Sanz, presidenta del gabinete psicol¨®gico y la fundaci¨®n El Mundo del Superdotado, que eval¨²a y ofrece terapia a este colectivo, asegura que ¡°hay m¨¢s de 160.000 ni?os superdotados que no han sido detectados¡± y que no reciben, por tanto, la educaci¨®n espec¨ªfica que prev¨¦ la ley. ¡°Si hablamos de alta capacidad son a¨²n muchos m¨¢s, en torno al 10% sin detectar¡±, lamenta.
¡°El principal problema es que la ley estatal no define qu¨¦ es un ni?o de altas capacidades y cada comunidad aut¨®noma ha puesto su propio criterio y metodolog¨ªa. Un alumno puede ser superdotado en Andaluc¨ªa, pero no en Madrid¡±. La estad¨ªstica apoya su teor¨ªa: Andaluc¨ªa (8,38 millones de habitantes) suma 3.957 alumnos de alta capacidad; en Catalu?a (con una poblaci¨®n de 7,4 millones) son 233, seg¨²n las cifras ministeriales.
¡°Fallan los sistemas de detecci¨®n porque suele confundirse superdotaci¨®n con alto rendimiento, con sacar sobresaliente en todo. Y es rid¨ªculo, porque un ni?o superdotado suele estar desmotivado y aburrido. Lo m¨¢s probable es que termine engrosando las estad¨ªsticas de fracaso escolar, porque, como no les identifican a tiempo, se acostumbran a no esforzarse, y cuando llegan a la ESO suspenden pues no han aprendido a estudiar¡±, dice Sanz.
A juicio de esta experta, que eval¨²a a m¨¢s de 200 superdotados al a?o, falla tambi¨¦n la atenci¨®n una vez que han sido descubiertos. ¡°Los equipos de orientaci¨®n de las consejer¨ªas tardan en ponerse en marcha. En general, hay pocos recursos y los que hay se destinan a los otros alumnos con necesidades educativas especiales, los que est¨¢n por debajo de la media. Es muy dif¨ªcil que suban de curso a los superdotados, pese a que es la mejor medida. Algunas comunidades, como Madrid, tienen clases especiales los s¨¢bados. Est¨¢ bien, pero es insuficiente. Otras no hacen nada¡±.
Para el deporte s¨ª hay centros de alto rendimiento, pero para la inteligencia no, se queja un padre
Madrid cuenta en estos momentos con 1.200 alumnos de entre 6 y 17 a?os que acuden a esas clases ¡°de enriquecimiento educativo¡±. Jos¨¦ Carlos Gibaja, de la direcci¨®n general de Infantil y Primaria de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, explica que esta comunidad realiza pruebas individuales cuando profesores o padres sospechan que un ni?o puede ser superdotado. No se hacen test generalizados o cribados para apreciar las altas capacidades. ¡°Cuando hemos hecho alguna prueba piloto de este tipo en un colegio, nos ha salido casi un 3,5% de ni?os con altas capacidades. No cabe duda de que muchos superdotados pasan desapercibidos, no son detectados y acaban en fracaso escolar. Lo ideal es detectarlos cuanto antes y no descartamos adoptar m¨¦todos de cribado en el futuro¡±, apostilla.
En cualquier caso, si esas pruebas se generalizaran ahora no habr¨ªa recursos para atender a todos los superdotados que se constatar¨ªan. ¡°No hay medios para dar una respuesta inmediata a esos ni?os. Es un tema relativamente reciente y queda mucho por hacer, sobre todo en la formaci¨®n del profesorado y en la respuesta educativa que se da a estos alumnos¡±, admite Gibaja.
Diego Rodr¨ªguez, presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Altas Capacidades Intelectuales, se queja de que ¡°cuando un ni?o muestra un talento deportivo, r¨¢pidamente todo se pone en marcha: hay escuelas especiales, centros de alto rendimiento...¡±. Pero cuando se trata de inteligencia, ¡°es todo lo contrario. Se camufla, porque no hay medios¡±.
Carmen Sanz, que tambi¨¦n es superdotada, cree que efectuar pruebas generalizadas resultar¨ªa muy ventajoso no solo para los alumnos, sino tambi¨¦n para que el Gobierno elevara su reputaci¨®n: ¡°Mejorar¨ªamos en la estad¨ªstica de alumnos excelentes y reducir¨ªamos la de fracaso escolar¡±. Pero, sobre todo, advierte de las consecuencias de no descubrir a tiempo a esos ni?os. ¡°No se adaptan porque su edad mental es superior. Muchos sufren acoso escolar, tienen baja autoestima, problemas de ansiedad, caen en depresiones. He atendido a ni?os medicados por hiperactividad que en realidad no eran hiperactivos, sino superdotados aburridos. E incluso a alg¨²n predelincuente, de centros de menores¡±.
El descubrimiento precoz de los casos ayudar¨ªa a reducir el fracaso escolar
¡°La inteligencia puede ser una maldici¨®n¡±, sostiene. As¨ª titul¨®, de hecho, un libro (La maldici¨®n de la inteligencia, Editorial Plataforma Actual) en el que recoge toda esta problem¨¢tica y su experiencia con ni?os y adultos superdotados con problemas psicol¨®gicos. La obra est¨¢ dedicada a ellos. A Juan, ¡°que est¨¢ todos los d¨ªas en una esquina del patio y se siente muy infeliz¡±; a Luis, ¡°al que ya han expulsado de tres colegios por rebelde y cuyos padres est¨¢n desesperados¡±; a Isabel, ¡°que se gana la vida en un supermercado¡±; a Rosana, ¡°que se hace la tonta para caer bien a los chicos...¡±.
Este ¨²ltimo caso resulta muy com¨²n y tambi¨¦n aflora en la estad¨ªstica del ministerio. Seg¨²n sus datos, el 66,4% de los identificados como alumnos de altas capacidades son varones, frente al 33,6% de mujeres. ¡°Ellas tienden a disimular su inteligencia para ser aceptadas, sobre todo en la adolescencia¡±, enfatiza Sanz.
Lo reconoce Marina, superdotada, de 20 a?os. ¡°S¨ª, me hac¨ªa la tonta en el colegio. A¨²n lo hago a veces. Te aceptan mejor, aunque llega un momento que ya no finges; te lo acabas creyendo¡±, mantiene. No sufri¨® acoso escolar, pero recuerda que sus compa?eras ¡°ten¨ªan un mu?eco al que pegaban¡± y al que hab¨ªan puesto su nombre. Marina ha estado en tratamiento por depresi¨®n, porque despu¨¦s de sacar siempre buenas notas empez¨® a suspender en la Universidad, donde estudia una ingenier¨ªa. Tampoco ella fue detectada a tiempo. ¡°Todos los d¨ªas pienso si no ser¨ªa mejor ser menos inteligente. Todos¡±.
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