Granados admite en una carta que traspas¨® su cuenta suiza a Marjaliza

Granados sostiene en la misiva que el relato que hace de los hechos ¡°es la verdad¡± y que espera ¡°poder demostrarlo¡±. ¡°Yo creo en la justicia, pero tambi¨¦n en la consecuci¨®n de la misma. No todo vale en una causa con docenas de detenciones, m¨¢s de 100 imputados, filtraciones interesadas¡­¡±. ¡°No me permiten ni pagar la hipoteca, y no les importa si me cortan la luz o el gas o si mis hijas pueden seguir estudiando¡±. Asegura que su familia vive de lo que su madre y sus suegros les dan.

Y concluye: ¡°Rato, Urdangarin, Olivas, Blesa... Todos tienen probado dinero en para¨ªsos y est¨¢n en la calle¡±. ¡°El juez sabe que yo no lo tengo y estoy aqu¨ª¡±.

Por su parte, Jos¨¦ Luis Olivas, expresidente de la Generalitat de Valencia, entre 2002 y 2003, ha enviado hoy un comunicado a este peri¨®dico donde explica que "con motivo de la nota manuscrita de Francisco Granados, en la que me atribuye junto a otras personas que est¨¢ probado que tengo cuentas en para¨ªsos fiscales, tengo que manifestar que dicha afirmaci¨®n es absolutamente falsa, exigiendo por ello al se?or Granados su inmediata rectificaci¨®n, dejando reservadas cuantas acciones legales me correspondan. Igualmente y ya que rompo mi silencio con esta noticia, deseo manifestar que conf¨ªo plenamente en la Justicia y defiendo por ello mi mas absoluta inocencia".

La carta que Francisco Granados dirige a este peri¨®dico comienza con un alegato en defensa de su inocencia. Esta es, dice el que fue senador, consejero de la Comunidad de Madrid, alcalde de Valdemoro y secretario regional del Partido Popular madrile?o, ¡°mi versi¨®n¡±. ¡°Me considero una persona inocente a efectos penales. Seguro que he cometido muchos errores, cuando se investiga toda una vida (como est¨¢ siendo mi caso), esos errores, que la mayor¨ªa cometemos, pueden dar apariencia de lo que no es¡±.

¡°Adelanto¡±, se?ala Francisco Granados en su escrito, ¡°que tengo muy pocos datos del sumario, porque lleva ?a?o y medio! declarado secreto y, por tanto, solo s¨¦ lo que me preguntaron en mi declaraci¨®n hace ocho meses y lo que se ha publicado¡±. En la misiva manuscrita, el exconsejero de Esperanza Aguirre recuerda c¨®mo se llev¨® a cabo su arresto y las siguientes horas a la detenci¨®n. ¡°Hace m¨¢s de ocho meses que la Guardia Civil me detuvo en la puerta del colegio de mi hija peque?a, registr¨® mi casa sin encontrar absolutamente nada, ni documentos incriminatorios, ni dinero, ni obras de arte, y me llev¨® a un calabozo del cuartel de Las Rozas [Madrid]¡±. As¨ª estuvo en el cuartelillo cinco d¨ªas ¡°encerrado a zumo y galletas¡±, sin posibilidad de lavarse y ¡°sin posibilidad de que me tomara declaraci¨®n el juez¡±. ¡°Yo no soy abogado, pero siempre pens¨¦ que el l¨ªmite es de 72 horas excepto para el terrorismo¡±, sostiene.

Luego, y tras declarar ¡°menos de dos horas¡±, respondiendo preguntas ¡°surrealistas¡±, fue enviado a prisi¨®n: ¡°Donde llevo m¨¢s de ocho meses [la carta es de julio de este a?o] sin saber a¨²n de qu¨¦ hechos concretos se me acusa¡±.

Granados admite, igualmente, que vendi¨® a David Marjaliza (del que ¡°tampoco era tan ¨ªntimo como se dice¡±, escribe) unas parcelas en Valdemoro, municipio del que hab¨ªa sido alcalde.

Sin embargo, niega tajantemente que la operaci¨®n fuese ¡°un pelotazo¡± ¡°Las hered¨¦ de mi padre cuando ya eran urbanas, las recalific¨® un alcalde socialista [anterior a su llegada a la alcald¨ªa en 1999], las vend¨ª a precio de mercado, pagu¨¦ mis impuestos y lo declar¨¦ en el Registro de Intereses de la Asamblea [de Madrid] y luego, en el Senado¡±.

Sostiene, adem¨¢s, que la casa que posee en Marbella la compr¨® ¡°hace unos a?os a trav¨¦s de un banco¡± y que ¡°desde hace much¨ªsimo¡± no tiene ¡°un solo euro fuera de Espa?a, ni en Suiza, ni en Singapur, ni en ning¨²n sitio¡±.

Francisco Granados tambi¨¦n niega que dejase ¡°un sucesor¡±, Jos¨¦ Miguel Moreno, en el Ayuntamiento de Valdemoro para continuar cobrando de la trama. ¡°Al rev¨¦s, hice lo posible para que no lo fuera, y eso me cost¨® nuestra amistad. As¨ª que eso de que lo manejaba desde la Comunidad de Madrid es otra mentira¡±.

¡°Y doy mi palabra de que esta es la verdad, y que espero poder demostrar todo¡±, porque ¡°es evidente que la presunci¨®n de inocencia en este caso, al menos, no existe¡±.