Nuevo rev¨¦s de la justicia a la Fundaci¨®n Francisco Franco

El ¨²ltimo round le ha salido caro a la Fundaci¨®n Francisco Franco. Tras casi cuatro a?os de litigios judiciales contra el escultor Eugenio Merino, autor de obras como Punching Franco y Always Franco, la Audiencia Provincial de Madrid ha puesto coto a la capacidad de la entidad para ofenderse con los artistas que ironizan sobre la figura del dictador. En una sentencia a la que ha tenido acceso EL PA?S y adelantada por la Cadena Ser, el tribunal se?ala que la fundaci¨®n carece de legitimidad para defender el honor del militar golpista.

Los magistrados, que reconocen el derecho al honor de la entidad, explican que los demandantes no pueden considerar que una supuesta ofensa contra el dictador suponga "autom¨¢ticamente" un da?o al honor de la fundaci¨®n ¡ªya que sobre este ¨²ltimo s¨ª se encuentran "legitimados", insisten los jueces, para acudir en los tribunales¡ª. De hecho, la Audiencia rechaza los argumentos presentados por la acusaci¨®n, que dec¨ªa que el?Punching Franco de Merino ¡ªun punching ball con la cabeza del dictador como receptor de los pu?etazos¡ª supone una "mofa" y "escarnio" que "da?a el honor de la fundaci¨®n".

Con esta sentencia, firmada el 13 de octubre de 2015 y que responde a un recurso presentado por la organizaci¨®n franquista contra el dictamen judicial que absolvi¨® al artista por Punching Franco, "no cabe recurso ordinario". Y cierra as¨ª otro cap¨ªtulo de la pelea que mantienen, desde 2012, el escultor y la Fundaci¨®n Francisco Franco. El enfrentamiento empez¨® en la edici¨®n de la Feria Arco de ese a?o, cuando el escultor present¨® Always Franco y meti¨® una figura del dictador en un frigor¨ªfico decorado con el dise?o de Coca-Cola. "Franco en una nevera es la imagen de su permanencia en nuestra cabeza", subray¨® entonces Merino.

La Fundaci¨®n Francisco Franco ya recurri¨® en ese momento a los tribunales. Pero la jueza de Primera Instancia desestim¨® la demanda al considerar que no "da?aba la reputaci¨®n u honor" del golpista, sino que era una "obra cr¨ªtica" que ten¨ªa por objeto "llevar a la reflexi¨®n". "Todo lo m¨¢s que podr¨ªa considerarse es como caricaturesca, ir¨®nica o humor¨ªstica", apunt¨® la magistrada, que s¨ª reconoci¨® entonces el derecho de la fundaci¨®n a defender el honor del caudillo. Una tesis que niega ahora la Audiencia Provincial.

Eugenio Merino volvi¨® a sentarse en los banquillos en febrero de 2014. De nuevo, acusado por la misma entidad. Y, otra vez, por supuestamente da?ar el honor del dictador con la obra Punching Franco. "No se puede injuriar a personas relevantes en Espa?a y en Europa", aleg¨® en la vista Jaime Alonso Garc¨ªa, vicepresidente del colectivo denunciante. A lo que respondi¨®, tambi¨¦n en la sesi¨®n, el escultor: "Hab¨ªa una actitud art¨ªstica detr¨¢s de esas hostias". As¨ª lo entendieron tambi¨¦n los tribunales, que desestimaron la denuncia de la organizaci¨®n franquista: "No pretende representar unos hechos reales sino que se trata de una composici¨®n extravagante y caricaturesca que no excede los usos sociales propios de nuestra realidad cultural". Pero la fundaci¨®n no se cans¨® de perder.