Un a?o sin ¡®Jimmy¡¯, un caso resuelto y atascado en la Justicia
Cuando se cumple un a?o de la muerte a palos del hincha de Riazor Blues los cinco acusados del homicidio contin¨²an libres
Se cumple un a?o de la muerte de Jimmy, el caso de violencia en el deporte que ha marcado un antes y un despu¨¦s en el mundo del f¨²tbol, que conmocion¨® a sus m¨¢ximos representantes y a la sociedad en su conjunto y que culmin¨® con una bater¨ªa de medidas para el control de los ultras en los estadios y enormes sanciones econ¨®micas para los violentos. Sin embargo, cinco imputados por homicidio y m¨¢s de un centenar de detenidos despu¨¦s, Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy, est¨¢ muerto y sus asesinos en la calle.
Lo mataron a palos en las inmediaciones del Vicente Calder¨®n la ma?ana del 30 de noviembre pasado. Los hinchas gallegos de Riazor Blues hab¨ªan llegado aquel domingo a Madrid en autob¨²s para acudir a las 12.00 al encuentro ¡ªno calificado de alto riesgo¡ª entre el Atl¨¦tico de Madrid y el Deportivo. Los ultras del Frente Atl¨¦tico, de extrema derecha, esperaban a sus hom¨®logos, de extrema izquierda, en la zona. Supuestamente, unos y otros, se hab¨ªan citado por WhatsApp y acud¨ªan a la cita armados con porras, pu?os americanos, bengalas, y todo cuanto encontraron a su paso. Cientos de ultras rojiblancos contra algunos menos del equipo gallego despertaron con sus gritos y sus brutales agresiones aquella ma?ana a los vecinos y transe¨²ntes de esa zona del Manzanares, que grabaron v¨ªdeos caseros que, m¨¢s tarde, servir¨ªan de prueba a la polic¨ªa.
A Jimmy, de 43 a?os, lo cogieron entre varios, lo apalearon brutalmente y lo arrojaron al r¨ªo, de donde lograron sacarlo los servicios de emergencia casi media hora m¨¢s tarde al filo de la muerte. Falleci¨® poco despu¨¦s en el hospital. ¡°Traumatismo craneoencef¨¢lico¡±, dictamin¨® el examen forense. Y, al igual que la bestial agresi¨®n, las im¨¢genes de su cabeza amoratada ocuparon telediarios y p¨¢ginas de peri¨®dicos en los d¨ªas posteriores. Una muerte en directo.
Le hemos reventado, sin porra me he quedado
Aparte de las m¨²ltiples detenciones del d¨ªa de autos, en la llamada Operaci¨®n Neptuno hubo dos oleadas posteriores de arrestos en Galicia, Madrid y ciudades lim¨ªtrofes. Los ultras hab¨ªan llegado hasta de Valencia para pegarse. La mayor¨ªa fueron acusados por ri?a tumultuaria, pero los agentes de la Brigada Provincial de Informaci¨®n de Madrid, tras un minucioso an¨¢lisis de los v¨ªdeos y de las intervenciones telef¨®nicas y geolocalizaciones de m¨®viles, lograron identificar a cinco individuos. Cuatro en las primeras pesquisas y un quinto tras posteriores indagaciones.
Los imputados
Los cuatro primeros imputados por homicidio, del Frente Atl¨¦tico, fueron: Ismael L¨®pez P¨¦rez (un taxista de Parla padre de dos hijos), Sergio Santiago Mart¨ªnez (un joven de Alcobendas trabajador de una compa?¨ªa de seguros), Francisco Javier Jim¨¦nez Linares (estudiante tambi¨¦n de Parla) y Jos¨¦ Luis Zarzoso (alias Zarpe). Ingresaron en prisi¨®n, inicialmente, pero el pasado 21 de mayo, el cuarto juez que se hac¨ªa cargo del asunto en el juzgado n¨²mero 20 de Plaza Castilla, los dejaba en libertad ¡°por falta de pruebas¡±.
El puto respeto que nos hemos ganado hoy, somos putos dioses
Despu¨¦s se supieron varias cosas. La primera que hubo un error en la identificaci¨®n de la v¨ªctima. Los distintos v¨ªdeos analizados por la polic¨ªa, mostraban a dos personas que eran arrojadas al r¨ªo, Jimmy fue el segundo en caer y no el primero, como se recog¨ªa en los informes iniciales presentados por los agentes. Sin embargo ¡°el grupo agresor en ambos casos era el mismo¡±, seg¨²n los polic¨ªas. Ambas agresiones sucedieron con 15 segundos de diferencia y a escasos metros una de la otra. El primer ultra de Riazor Blues en ser arrojado salv¨® la vida. El segundo, Jimmy, muri¨®.
Ese error fue usado por la defensa para desbaratar las acusaciones. Se trata de dos poderosos letrados. El conocido fiscal de la Audiencia Nacional Ignacio Gordillo, miembro de la junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Madrid con 30 a?os llevando casos de terrorismo y que en 2010 se pas¨® a la empresa privada; y Margarita Santana, tambi¨¦n especialista en derecho penal. Ambos llevan una defensa ¡°coordinada¡±, seg¨²n reconoci¨® Santana, y sus honorarios son sufragados ¡ªal menos en parte y en el caso de dos de los acusados¡ª por el Frente Atl¨¦tico, que hizo hasta una colecta para tal fin.
Los mayores d¨¢ndonos la enhorabuena, en plan que cojones le hab¨¦is echado
El juez Pedro Marchante Somalo, reci¨¦n llegado de Guadalajara, no instruy¨® ninguna diligencia complementaria ni tan siquiera les imput¨® un delito de tentativa de homicidio. E Ismael L¨®pez Perez, incluso mont¨® una capea el pasado mes de junio para sus colegas del Frente Atl¨¦tico a modo de celebraci¨®n. Antes paz y despu¨¦s gloria.
Entretanto, y a pesar del juez, las pesquisas policiales continuaron. En el mes de julio aparec¨ªa un testigo protegido, que habr¨ªa participado en la descomunal reyerta y que identific¨® a dos de los agresores de Jimmy, confirmando las averiguaciones policiales. Pero adem¨¢s, se?alo a un quinto presunto autor. Un menor ¡ªpor aquel entonces, ahora ya ha cumplido los 18 a?os¡ª llamado ?lvaro y apodado Kitkat. Se trata del l¨ªder de las juventudes del Frente Atl¨¦tico. Un chaval que el d¨ªa de autos le mandaba WhatsApp a su novia y a otro amigo del tipo: ¡°Le hemos reventado, sin porra me he quedado¡±. ¡°El puto respeto que nos hemos ganado hoy, somos putos dioses¡±. ¡°Los mayores d¨¢ndonos la enhorabuena, en plan que cojones le hab¨¦is echado¡±¡ Una sarta de mensajes que describ¨ªan con pelos y se?ales los pormenores de la descomunal agresi¨®n y que resultaban escalofriantes si se tiene en cuenta que sal¨ªan del tel¨¦fono m¨®vil de un chico de 17 a?os.
El juicio contra el menor, debi¨® haberse celebrado el pasado 24 de noviembre, pero tampoco fue as¨ª. Su defensa present¨® un recurso. Tampoco el juez Somalo, ha llamado a declarar al testigo protegido, ni en calidad de testigo a secas. En resumidas cuentas, la polic¨ªa da por esclarecida una complicada y pol¨¦mica muerte y la justicia mantiene de momento a los presuntos culpables en la calle.
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