M¨¢s promesas que relatos
El coste de una campa?a electoral tan program¨¢tica ha sido la debilidad de los relatos
Los partidos pol¨ªticos despidieron ayer la campa?a electoral m¨¢s dif¨ªcil de los ¨²ltimos tiempos. La volatilidad de los apoyos, el alto n¨²mero de indecisos y los nuevos partidos han dejado desfasadas las recetas tradicionales de asesores y analistas. Adem¨¢s, el grado de exposici¨®n de los candidatos ha sido m¨¢s intenso que nunca, en parte debido a su incursi¨®n en nuevos formatos televisivos y tambi¨¦n porque la explosi¨®n de las redes sociales en los ¨²ltimos cuatro a?os ha multiplicado las fuentes de revisi¨®n de la actividad, presente y pasada, de los partidos pol¨ªticos.
El nivel de escrutinio y comparaci¨®n al que han estado sometidos los programas electorales ha sido m¨¢s intenso que en comicios anteriores. Ello es consecuencia de una mayor demanda informativa, pero tambi¨¦n de la necesidad de diferenciaci¨®n entre los partidos: cuando el espacio ideol¨®gico se llena de competidores, a los candidatos no les queda m¨¢s remedio que hilar algo m¨¢s fino a la hora de explicar qu¨¦ les hace distinto del resto. Esto ha dado lugar a una interesante combinatoria de propuestas y partidos, en la que las nuevas formaciones aparec¨ªan conectadas en ciertas cuestiones, mientras que en otras se impon¨ªa la tradicional divisi¨®n izquierda-derecha, mezclando viejos y nuevos partidos en el mismo grupo ideol¨®gico. Esto ha revertido positivamente en la transparencia de las candidaturas y seguramente va a permitir un mejor seguimiento del cumplimiento de promesas durante la legislatura.
El coste de una campa?a tan program¨¢tica ha sido la debilidad de los relatos: la historia de lo que le ha ocurrido a un pa¨ªs que en 2009 se enorgullec¨ªa de estar en el G8 y hoy compite por los primeros puestos en niveles de desigualdad y en crecimiento de la pobreza. La transformaci¨®n del pa¨ªs ha sido tan profunda y de tal calado, que parec¨ªa inevitable que los partidos ofrecieran durante estas semanas una amplia reflexi¨®n sobre el pasado reciente, que incluyera la Uni¨®n Europea y que conectara con su visi¨®n de futuro m¨¢s all¨¢ de las propuestas concretas para la acci¨®n de gobierno. Es posible que se trate una tarea incompatible con las din¨¢micas y el formato de los debates actuales, aunque existen diferencias entre partidos. Ciudadanos ha sido la formaci¨®n m¨¢s program¨¢tica y menos interesada en el diagn¨®stico, mientras que Podemos naci¨® y creci¨® sobre un potent¨ªsimo relato que se ha ido estrechando durante la campa?a. Al PSOE se le ha visto limitado en el alcance de una reflexi¨®n que pasa necesariamente por una revisi¨®n de su responsabilidad en el gobierno durante las pasadas legislaturas, mientras el PP ha proporcionado una representaci¨®n tan simple como sesgada de la trayectoria del pa¨ªs. En esta campa?a se ha perdido una oportunidad para proporcionar a los espa?oles una explicaci¨®n cre¨ªble sobre qu¨¦ nos ha pasado como sociedad y a qu¨¦ podemos aspirar en el futuro.
Sandra Le¨®n es profesora de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad de York.
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