El Rey llama al di¨¢logo sin aludir a la crisis pol¨ªtica ni a la corrupci¨®n
Felipe VI llama al di¨¢logo para una legislatura que requiere de todos
![Miquel Alberola](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fa29aa3db-bdfa-43fb-82cd-ed3342eb1dbd.jpg?auth=5abbbc17544c795fb929dc58b4a96da576443647cc5afcf26c1f57fbc542efb3&width=100&height=100&smart=true)
El Rey ha hecho una llamada al entendimiento en su tradicional mensaje de Navidad ante las incertidumbres que proyecta el resultado de las elecciones, aunque sin aludir directamente a la crisis pol¨ªtica. En un momento no exento de dificultades, Felipe VI invoc¨® la ¡°pluralidad pol¨ªtica expresada por las urnas¡±, una nueva realidad que trae ¡°sensibilidades, visiones y perspectivas distintas¡± y que comporta ¡°una forma de ejercer la pol¨ªtica basada en el di¨¢logo¡±. El discurso, que fue grabado en el Palacio Real y no en La Zarzuela, como es habitual, tampoco cit¨® expresamente la crisis catalana ni la corrupci¨®n.
El incierto tiempo surgido de las urnas el pasado domingo impregn¨® el contenido del mensaje de Nochebuena de Felipe VI, el segundo tras su llegada al trono.
Para disipar preocupaciones, propuso apreciar los logros de Espa?a, valorar su pluralidad pol¨ªtica y diversidad ling¨¹¨ªstica y reconocerse en todo lo que comparten los espa?oles sobre el cimiento de la Constituci¨®n. Espa?a est¨¢ ante una nueva legislatura que ¡°requiere todos los esfuerzos, todas las energ¨ªas, todas las voluntades democr¨¢ticas¡± de las instituciones espa?olas ¡°para asegurar y consolidar¡± la posici¨®n alcanzada. Pero tambi¨¦n para ¡°adecuar¡± su progreso pol¨ªtico ¡°a la realidad de la sociedad espa?ola de hoy¡±.
Don Felipe quiso transmitir ¡°un mensaje de esperanza en que la reflexi¨®n serena, el contraste sincero y leal de las opiniones, y el respeto tanto a la realidad de nuestra historia, como a la ¨ªntima comunidad de afectos e intereses entre todos los espa?oles, alimenten la vigencia de nuestro mejor esp¨ªritu constitucional¡±.
El Rey, apart¨¢ndose del foco en que se le sit¨²a ante la desconfianza que levanta la fragmentaci¨®n pol¨ªtica para que los partidos encuentren una salida, situ¨® en el centro de la soluci¨®n a las Cortes Generales, ¡°como depositarias de la soberan¨ªa nacional¡± en la Monarqu¨ªa parlamentaria. Como ¡°titulares del poder de decisi¨®n sobre las cuestiones que conciernen y afectan al conjunto de espa?oles¡±, son la instancia en la que los partidos deben debatir y dialogar para ¡°decidir los asuntos esenciales¡±, como los que tiene planteados en este momento.
Mudanza al Palacio Real, s¨ªmbolo de la "grandeza de Espa?a"
La grabaci¨®n del mensaje, que tuvo lugar el martes, se realiz¨® por primera vez fuera de su lugar habitual, el Palacio de La Zarzuela. El lugar escogido fue el Sal¨®n del Trono del Palacio Real de Madrid. Es donde la Corona celebra los actos de Estado en los que, seg¨²n destac¨® el Rey en su mensaje, ¡°quiere expresar, con la mayor dignidad y solemnidad, la grandeza de Espa?a¡±. La elecci¨®n estaba carga de intenci¨®n. En una coyuntura pol¨ªtica saturada de interrogantes la Casa del Rey quiso aportar contenidos de proximidad a?adidos a las palabras de Felipe VI en una especial caja de resonancia. Mientras que La Zarzuela es un s¨ªmbolo inaccesible para el pueblo, por ser la residencia del Rey el Palacio Real es el monumento m¨¢s visitado del Patrimonio Nacional. Un mill¨®n de personas ha estado en sus dependencias el ¨²ltimo a?o, lo que lo convierte en uno de los emplazamientos m¨¢s pr¨®ximos a los ciudadanos.
Caminar juntos
En sus palabras, el Monarca reclam¨® dinamismo a las instituciones y concordancia con la sociedad, de forma ¡°que caminen siempre al mismo paso del pueblo espa?ol al que sirven y representan¡±. Pero sin eludir una apelaci¨®n a la honradez: sensibilidad ¡°con las demandas de rigor, rectitud e integridad que exigen los ciudadanos para la vida p¨²blica¡±.
Fue la ¨²nica insinuaci¨®n acerca de la corrupci¨®n. Si en el discurso de 2014, la regeneraci¨®n de la vida pol¨ªtica, deteriorada por la eclosi¨®n de los esc¨¢ndalos que no han cesado de aflorar, constituy¨® uno de los principales retos de su alocuci¨®n, el Rey eludi¨® las menciones expl¨ªcitas.
En cambio, don Felipe tuvo palabras de una profunda carga social en otro de los polos del mensaje navide?o: la inquietud por la situaci¨®n econ¨®mica, cuya mejora defendi¨® como ¡°una prioridad para todos¡±. El Rey record¨® el deber de las instituciones con ¡°los ciudadanos, las familias y especialmente los m¨¢s j¨®venes¡± para que puedan recuperar ¡°la tranquilidad y la estabilidad con las que afrontar el futuro¡±.
Sanidad y educaci¨®n
En contraposici¨®n a f¨®rmulas fracasadas que est¨¢n en la memoria reciente de todos, reclam¨® ¡°un crecimiento econ¨®mico sostenido¡± que permita seguir creando empleo (¡°y empleo digno¡±, enfatiz¨®) y que ¡°fortalezca los servicios p¨²blicos esenciales como la sanidad y la educaci¨®n, y que permita reducir las desigualdades, acentuadas por la dureza de la crisis econ¨®mica¡±.
Felipe VI se refiri¨® a los grandes desaf¨ªos que tiene planteados Europa, como la amenaza del terrorismo yihadista y la lucha contra el cambio clim¨¢tico, en los que ha exhortado a Espa?a a atender a la necesidad de que ¡°se haga o¨ªr en la Uni¨®n Europea y en las instituciones internacionales¡± en la defensa de sus convicciones e intereses. ¡°El mundo de hoy exige naciones fuertes, responsables, unidas, solidarias y leales a sus compromisos con sus socios y aliados y con el conjunto de la comunidad internacional¡±, afirm¨®.
Al final del mensaje, el Rey insisti¨® en el imperativo de ¡°seguir caminando con la voluntad de entendimiento y con esp¨ªritu de uni¨®n¡±. ¡°Con di¨¢logo y con compromiso, con sentido del deber y con responsabilidad¡± para mantener el ¡°compromiso ¨¦tico¡± de un pueblo que hace d¨¦cadas ¡°decidi¨®, de una vez por todas, y para siempre darse la mano y no la espalda¡±.
Como es usual, don Felipe felicit¨® las fiestas a los espa?oles en las cuatro lenguas del Estado (castellano, gallego, vasco y catal¨¢n).
![El rey Felipe VI durante el mensaje de Navidad.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/J23JMN2OPTJMA6N7U2DMI77OFE.jpg?auth=eac1a5d086d7e1e6099fbf6eb29b661b429dfe55c50cd338ee012e10338fe270&width=414)
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